14. Lilith Khoury.

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—¿Crees que esté embarazada? —Lili hizo una mueca al ver a su amiga que se examinaba en el espejo.

—Puede ser. —Admitió Lili, aunque no veía ninguna curva de más en el vientre de su amiga más que lo normal. —¿Qué vas a hacer? —

—¿Crees que Teo me deje? —Lili hizo una mueca. Y rió un poco.

—Teo tiene trabajo, y no creo que huya de algo así. —Admitió Lili.

Porque Teo era el único que no estudiaba como sus amigos, pero era bastante bueno en su trabajo en una mini empresa en la que trabaja cinco días a la semana.

—¿Crees? —Lili negó.

—Si lo hace, haremos que responda. —Emi volteo a ver a su amiga, y rió al ver en su rostro una mirada casi malévola.

—Sinceramente no creo que este embarazada. No hay nada raro aquí. —Admitió Emi. Y Lili solo volteo a ver el reloj.

—Creo que ya pasó el tiempo. —Emi asintió. Ambas caminaron a paso lento al baño.

—Ve tú primero. —Lili rió y tomo con calma un test de embarazo. Sonrió. —¿Qué es? —Emi estaba temblando, sus manos estaban frías y ellas estaba muy asustada.

—Parece que voy a tener un sobrino. —Lili observó el test tenía una segunda línea borrosa, pero estaba ahí. La sonrisa de Emi se borró y sus manos temblaron más.

—¿Qué? No me digas eso. —Lili volvió a reír.

—Si no lo quieres yo podría cuidarlo por ti. —Admitió Lili.

—Como madre soltera, si no lo quieres, pero igual puedes seguir estudiando y no eres la primera chica que pasa por algo así, un embarazo no es algo malo Emi. —Le dio ánimos a su amiga. Aunque luego frunció el ceño al ver el otro test.

—Perdón, bueno ya no sé si estás embarazada o no. —Le mostró que el otro test estaba estropeado.

—¿Qué esto? ¿Un puto medio embarazo? —Lili carcajeó al ver a su amiga casi en pánico.

—Relájate Emi. Puede hacerle daño al bebé. —Emi vio con asco a Lili, lo cual la hizo reír aún más.

—Si quieres vamos a hacerte un examen de sangre. —Su amiga asintió.

—¿Podrías dormir conmigo? —Le preguntó Emi, Lili asintió.

—Solo no te me acerques demasiado no quiero que me contagies el embarazo. —

—¡Lili! —Regaño su amiga, y ella volvió a carcajear.

Antes de ir a dormir fue a ponerse su pijama, y fue a cerrar la ventana que daba a la fraternidad, ahí estaba otra vez el chico. Esta vez la volvió a saludar con la mano, mientras él parecía beber un café y leer algo.

Lili tragó asustada, él no le quitaba un ojo de encima, lo extraño era que sus ojos se le hacían conocidos. Algo estaba muy mal en el tipo cada que estaba ahí vigilaba su departamento.

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—¿Lili? —Ella venía distraída por los pasillos mensajeando con Wyatt, volteo a ver a Tanner y su pie con una férula por su desafortunado accidente.

—¿Sí? ¿Necesitas algo? —Notó la dificultad con la que él intentaba caminar.

—¿Puedes ayudarme a ir al decanato de la facultad de Ciencias empresariales? -

Lili asintió sin pensarselo mucho, tanto que no notó como Tanner fingía dicha dificultad, porque si bien le dolía no era nada que no lo dejará movilizarse. Además de que podía llamar para que lo recogieran.

Cuando el Demonio Ama al Ángel. © CORRIGIENDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora