Cuando el Demonio Ama al Ángel. © CORRIGIENDO.

33. Bueno es saber que tú eres mía.

Frunció el ceño en la mañana al no sentir al cuerpo de su novia a su lado en la cama, lo primero que hizo Wyatt fue fruncir el ceño un poco confuso. El aroma del desayuno y la puerta abierta que le daba una perfecta vista de Lili cocinando a buena mañana. 

Restregó su rostro con pesadez antes de voltear a ver el reloj, pronto darían las doce de la tarde. Fue a hacer sus necesidades y cepillar con molestia sus dientes, cuando termino  ni siquiera quiso ponerse una camisa para comer su desayuno o almuerzo a la vez. 

- ¿Estás mejor? - Le preguntó a su novia al ver que ni siquiera había comenzado a desayunar por ver con tanta concentración los alimentos. 

- Mucho mejor. - Admitió Lili con una sonrisa sincera al sentir el aliento de su novio en su cuello que la abrazaba. - ¿Tienes algo que hacer hoy? - Preguntó Lili volteando a ver a su novio luego de extenderle su plato con sus alimentos. 

- No realmente. - Negó Wyatt, solo entrenamiento y el resto de la semana tenía unas horas de clase muy cortas. - ¿Porqué? - Y un nuevo trabajo que pensaba tomar.

- Iré al hospital. - Wyatt asintió, porque conocía a su novia, se sentiría culpable el resto de su vida si no veía como seguía la chica de la noche anterior.

- Te llevo. - Le decía a su novia con una sonrisa alentadora para que su animo no decayera.

...

- ¿Crees que les moleste verme? - Lili le susurraba a su novio porque veía a la familia de la chica muy preocupada fuera de su consultorio. 

- No creo. - Negó su novio. - Si quieres solo les preguntamos como sigue y venimos otro día. - Wyatt sabía que su novia se sentiría culpable hasta que el último punto de sutura fuera quitado del cuerpo de la chica, hasta que el último cascarón de las heridas de la chica estuviera fuera de su cuerpo. Su novia asintió de acuerdo. 

- Disculpa. - Wyatt se acercó a un par de chicos fuera, los ojos y nariz parecidos a la chica herida gravemente delataba el parentesco con la misma, así como sus ojos hinchados y rojos llenos de angustia. 

- ¿Si? - El chico contesto de brazos cruzados viendo a Wyatt sin expresión alguna, se veía cansado. 

- ¿Como sigue? - Lili habló. 

- ¿Mi hermana? - Lili asintió confundida, viendo por la ventanilla que se trataba de la misma chica. - ¿Como crees? - Negó si dar una respuesta si quiera, estaba mal, su hermana estaba grave. 

- ¿Mal? ¿Pero está estable o no? - 

- No te interesa. - La otra chica que tenía lagrimas secas en el rostro negó viendo mal a Lili, sin saber quién era. La puerta se abrió y una mujer que estaban seguros que era su madre seguía llorando asustada, sin saber porque alguien le haría algo como eso a su precioso Ángel, tenía puesto guantes, traje y mascarilla, se vio confundida al ver a un chico tatuado fuera de la habitación y a una chica que desconocía fuera del área de cuidados intensivos. 

- ¿Quién es? - Wyatt vio en los ojos de su novia lo culpable que aún se sentía y antes de que abriera la boca habló. 

- Somos conocidos, solo queríamos saber si estaba mejor. - 

- Oh. - La enfermera de la noche anterior reconoció a Lili antes de entrar a monitorear una vez más a la chica. - Señorita. ¿Ya regreso? ¿Está bien? - La enfermera recordaba la sangre que rodeaba a Lili la noche anterior. 

- Si, yo solo quería saber como seguía. - 

- Mejor, mucho mejor. Ah ayer vino el policía buscándola no sé si... -