51. Trabajo en familia.

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- Cuanto tiempo sin vernos. - Exclamó fuerte con una sonrisa psicótica en el rostro. - ¿Qué pasa Carl?  Te ves nervioso. - Decía al ver que Carl sostenía tenso a su hija, quién estaba seguro mínimo iba a cortarlo un poco por la mirada que su hija tenía.

- ¿Qué mierda crees que haces Khoury? - Preguntó James molesto.

- ¿Puedes soltar a mi hija y a su novio? - Pidió Khoury con una sonrisa a James, el cuchillo afilado estaba perfectamente acomodado en la yugular de Yakov, si se movía demás iba a matarlo muy dolorosamente.

- ¿Trajiste el dinero? -

- No lo tengo en efectivo. - Se encogió de hombros Alexander, volteó a ver como Lili sangraba de la boca, y como Wyatt estaba en suelo mirándolos con odio puro, parecía que si él mismo no los mataba el novio de su hija iba a encargarse en cualquier momento.

- ¿En donde está? - Preguntó James, demostrando así que en realidad estaba más interesado por el dinero que por su hermano.

- Una parte en una casa, y el resto en una cuenta segura del banco. - Dijo sin más.

- La mafia y Janssen te están buscando. -

- ¿Ah si? Sobre eso, me encargué de sus amigos en el camino y están en el baúl así que necesito un nuevo auto. - Volteó a ver la camioneta tras de Lili. - Y quiero ese. - Apuntó.

- ¿Algo más? - Preguntó James con una sonrisa sarcástica.

- Que dejes ir a mi hija y al chico. - Dijo otra vez. - No me hagas volver a repetirlo James. -

- Ya no estamos en prisión Alex, aquí no mandas tú ni nadie. ¡Quiero el maldito dinero! Y lo quiero ahora. - Exclamó con molestia viéndolo seriamente.

- Un trato entonces... - James se vió interesado en lo que ahora pediría el loco.

- ¿Qué? ¿Qué quieres? -

- Déjala ir, bueno a ambos. - Volteó a ver a Wyatt. - Y no voy a matarlo. - Amenazó aún teniendo del cuello a Yakov. - Ese es un mejor trato. - Afirmó, más James quiso reir.

- Me importa poco lo que quieras Khoury. - Afirmó James, al fin sacando un arma que había tenido guardada en la parte trasera de su pantalón. Claramente se notaba quien tenía la ventaja.

- Bien, ven por el dinero. - Pidió mientras Margaret Anderson se bajaba del auto con un maletín negro en sus manos.

- Ábrelo. - Pidió James, más ella lo hizo mostrando que sí, tenían cientos de billetes dentro. Carl se impresionó tanto que soltó el agarre en el cabello de Lilith Anderson. ¡Iban a ser ricos, carajo! Grave error cuando está volteó a ver a su novio.

Esos ojos verdes la llevarían a la locura, si es que ella no estaba ahí ya. Volteó a ver a James mientras Wyatt asintió viendo a Carl, porque este último era más robusto, en cambió James lo era menos, y no habían señas de que se ejercitará.

La sonrisa en el rostro de James lo descuidó de lo que hacía y la atención que debía prestar. Él debió haber tenido más cuidado de la hija de ese enfermo que del mismo asesino. Debió tener más cuidado por como sujetaba el arma.

Lili agradeció en ese momento haber llevado tacones de aguja porque sujetó con fuerza el tacón roto que tenía ese clavo fuera en su manl. Ella con rápidez y sin dudas se levantó golpeándolo en la entrepierna para que perdiera el equilibrio al mismo tiempo que insertaba el clavo del tacón en el ojo. James soltó un par de disparos con la intención de herirlos, pero ella fue más rápida arrebantándole el arma con un fuerte manotazo que dió resultado gracias al fuerte dolor en su cara y golpeándola lejos de él.

Cuando el Demonio Ama al Ángel. © CORRIGIENDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora