Cuando el Demonio Ama al Ángel. © CORRIGIENDO.

24. ¿Es muy tarde, verdad?

Gracias por leer. - Kenny  😙❤

— ¿Vivías aquí? —

— Ha tenido mejores días. —

— ¿Bromeas? —

La casa de la niñez de Wyatt era bastante grande, estaba descuidada. Un par de ventanas estaban rotas, otras simplemente no tenían cristales, parecía una casa muy insegura y con filtraciones de humedad.

Pero aún así Lili podía ver el valor de la casa, lo notaba al ver el jardín y un par de adornos antiguos, los bordes moldeados perfectamente a pesar de estar descuidados.

— Me sorprende que no la haya vendido. — Wyatt entendía que a su madre le hacía falta el dinero, seguramente para seguir malgastando en su vicio, pero no sabía porque aún conservaba esa horrible casa vieja.

— ¿De quién era la casa? —

— De papá. — Ella asintió. Y comenzó a caminar con cuidado a través del descuidado jardín.

— Quizá la dejo a tu nombre y por eso no puede venderla. — Se encogió de hombros su novia. — ¿Qué pasa con el dinero que tú papá te había dejado? —

— Dejó un par de seguros, empezó a gastarse el seguro de daños de la propiedad, vendió un par de autos, y chocó el otro, luego siguió con el seguro médico falsificando un par de notas médicas, y gastandose los míos también. Después de eso no recuerdo con cual terminó. — Ella negó suspirando.

— Richard era bueno estafando a la gente. — Wyatt se quedó parado un momento.

— ¿No tienes hermanos? —

— Hijo único. — Suspiró nuevamente viendo la puerta, tomó entre sus dedos el picaporte y fue el que tocó en la gran puerta frente a ellos, parecía que se caería si él la empujaba, porque estaba descuidada.

— No hay nadie. Vayámonos. —

Insistió Wyatt, tomando a su novia de la mano con la intención de disfrutar de sus vacaciones sin ningún drama familiar. Ella se acercó a tocar otra vez, y algo se escuchó al fondo, como si alguien caminara hacia la puerta. Lili volvió a tocar.

— No hay nadie. — La voz fuerte de alguien se escuchó tras la puerta y su novia lo vio emocionada.

— ¿Ves? No hay nadie, vámonos. —

— Veníamos a visitarla Señora Cooper. — Wyatt se cubrió el rostro con decepción esperando que su madre ni loca abriera.

— Si son cobradores de seguros, ya les dije que ese ya no es más mi apellido. —

— Vamonos. — Lili notó la desesperación en los ojos de su novio, él quería salir huyendo de eso.

— Solo será un momento. Venimos de lejos solo porque yo quería conocerla. — La señora tras la puerta frunció el ceño. ¿Quién querría conocerla? Una idiota tal vez.

— Le prometo que no soy de ningún seguro, ni vendo nada, ni hago promociones. — Decía Lili con seguridad en su voz. La señora abrió para ver de quién se trataba.

— Oliver. — Lilith detalló a la señora frente a ellos.

Esos ojos eran claros, pero no eran verdes, sin embargo el cabello azabache de su novio lo tenía, entendía porque su novio también podría ser arte, porque a pesar de estar un poco demacrada la madre de Wyatt era hermosa.

— No te ves tan mal como esperaba. — Su novia lo vio mal por ser tan cortante.

— Tú te ves igual a tu padre, solo un poco menos decente. — Lilith casi se lanza en brazos de la señora al ver esa mirada sexy en sus ojos igual a la que su novio hacía cuando estaba molesto.