— ¿Entonces conociste a la madre de Wyatt? — Lili asintió comiendo una galleta mientras platicaba con sus amigas.
— ¿Se parece mucho a Wyatt? —
— Su forma de ser es más parecida a ella, porque Wyatt es muy parecido a como era su padre físicamente. — Decía Lili con una linda sonrisa.
— No me sorprende. ¿Y qué tal? ¿Cómo te trató? — Preguntó Megan curiosa.
— Pensé que sería peor. — Admitió Anderson. Luego suspiró, estaba orgullosa de sí misma por haberle ayudado a su novio con eso.
— Pensaba hablarle unas dos o tres veces a la semana para estar en contacto con ella. — Mencionó con sinceridad. — ¿Y qué tal las cosas por acá? — Emi quién se pintaba las uñas de los pies en ese momento se salió de la uña, temblando sin querer.
— Supuestamente vieron al tipo enfermo por estos condominios. — Habló Megan un poco molesta, de hecho ella también se sentía vigilada.
— ¿En serio? — Anderson sentía curiosidad por el tipo, y al mismo tiempo le gustaría que se detuviera, porque suficiente tenía con saber que Yakov hablaba con su padre.
— Pensamos que apuñalaría a alguien, pero al parecer solo fueron falsas alarmas. —
— En realidad creo que la universidad ni siquiera ha avisado a las autoridades. —
Claro que Lili tenía razón, a la universidad no les interesaba llamar la atención de los periódicos con ese tipo de malas noticias ¿Quién querría matricularse en un lugar con un tipo rondando por ahí enfermo y que podría hacerte daño?
— Tienes razón, quizás es eso o piensan que de verdad son solo rumores. — Habló Megan, luego vio el reloj en la pared.
— ¿Wyatt no debería estar de vuelta ya? — Lilith asintió.
— Se supone. — Él iría a recogerla y se irían juntos a casa.
— Espéralo un poco más. — Sus amigas ya no confiaban en que su amiga saliera sola.
(• • •)
— ¿Entonces a nadie les interesa? — Ningún jugador quería malgastar el día de navidad en ir a una fiesta aburrida de gente rica, y al menos a Wyatt eso lo tenía con muy poco cuidado. Aunque el resto era otra historia.
— No. — Nadie hizo el intento de levantar la mano.
— Para los que no lo saben la cena es cara y la entrada aún más, se supone que lo que se recaude van a donarlo a la caridad, además ahí podrían conocer a alguna celebridad, incluso a alguien que los ayude a entrar a algún equipo de fútbol profesional en el futuro. —
En realidad nadie levantaba la mano interesados en las entradas gratis que ofrecía el entrenador Dixon, porque en realidad muchos ya habían pagado por esas entradas porque tenían el dinero para hacerlo, muchos como Tanner y Gideon quienes tenían mucho dinero.
— Ya váyanse desagradecidos. — El entrenador negó de mala gana y todos comenzaron a tomar sus cosas y alejarse, pero antes de que se fuera, paró a Wyatt.
— Creo que tu novia y tú necesitan una buena cena en navidad. — Le ofreció dos entradas a Wyatt. Y este negó simplemente.
— No estoy interesado en el fútbol profesional. —
— Que desperdicio. — Afirmó el entrenador, porque Wyatt podía estar ahí por compromiso o por la beca, pero realmente era bueno en lo que hacía.
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Cuando el Demonio Ama al Ángel. © CORRIGIENDO.
RomansaDerechos de autor completamente reservados a Kennya Chávez. NO COPIA NI PLAGIOS NI ADAPTACIONES. Segundo Libro de El Demonio es un Ángel. - La trama se basa después del primer libro. Así que para que no te sientas tan perdid@ te recomendaría leer e...