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—¿A donde irán?— preguntó Zahira a mi oído cuando nos despediamos de las personas en esa fiesta. Al mismo tiempo Greta se precipitaba a toda prisa, como siempre con esa curiosidad inagotable que la caracterizaba. —Mark Brady dice que te llevará en su auto a tomar aire, ¿Es eso cierto? —Tomar aire, ¿Así le dicen ahora?— preguntó Zahira con un tono sarcástico.
Yo podía intentar explicarles la razón por la que estaba haciendo eso, pero no tenía ánimo, así que permití que creyeran lo que desearan.
—Debes contarnos todo después, tengo el presentimiento de que Brady es buen besador. —Para ti todos lo son— repliqué. —Bueno, todos tienen lo suyo— insistió. —Como sea, envíame un mensaje cuando llegues a casa— dijo Zahira. —Claro, no haremos nada de lo que piensan, se los aseguro.
Estaba muy segura de eso, tanto, que me daba la sensación de que Brady podía presentirlo, así que no estaba tratando de conseguir nada de mí, al menos no un beso ni un rato romántico.
Accedí contarle sobre mi vida, como aquel día en que hice lo mismo con Greta. Tenía esos momentos explosivos en los que pasaba súbitamente de desconfiar de todos, a confiar ciegamente en un extraño, era como si todas las cosas que guardaba en mi interior de pronto salieran disparadas por mi boca como una olla a presión.
Así que le conté a Brady acerca de Harry, confiada principalmente porque sabía que él no lo conocía, pero de cualquier forma le pedí que no hablara de eso con nadie.
—Puedes confiar en mí— aseguró— y si quieres mi consejo, te diré que los hombres somos a veces un poco idiotas, cuando entramos en nuestra zona de confort, difícilmente nos movemos de ahí. Lo que quiero decir, es que tal vez has ido muy rápido con ese sujeto, así que él no ha dado un siguiente paso ni hace las cosas con mucha seriedad, porque no le parece necesario. Te tiene por completo sin esforzarse tanto y sin hacer sacrificios. Y no creo que sea malo, es posible que realmente se interese por ti, pero deberías demostrarle que no obtendrá más de ti si no pone fin a su matrimonio primero— determinó y eso parecía muy conciso y coherente.
Tenía sentido, si quería algo más de Harry, debía exigirlo de alguna manera.
—También creo que te han pasado muchas cosas al mismo tiempo y por eso comienzas a desesperarte— comentó— y es un poco triste que no lo hables con nadie. —No quiero que nadie sepa que Harry es mi vecino, eso provocaría que todas las chicas de mi clase se peleen por visitarme y no me gustaría que vean mi casa. —No puede ser tan malo. Vives sola, no necesitas una mansión... —El problema es que vivo en una pocilga.
Brady carcajeó. —El problema es que te avergüenzas demasiado, piensas demasiado y no estás conforme con nada de lo que eres, ni tienes, ni haces...
Se detuvo antes de seguir profundizando en el tema, quizá porque se dió cuenta que yo lo observé ligeramente ofendida por lo que estaba diciéndome, pero luego relajé el rostro y bajé la cabeza sin aportar nada más. Eso me ganaba por contarle mis secretos a alguien, claramente recibiría comentarios y críticas a cambio y eso nunca me gustaba.
