Volvimos a casa tan agotados que tan solo tuvimos oportunidad de relatarle brevemente a mis padres nuestra experiencia en Rock Island, cenamos ligero en compañía de ellos. No teníamos mucha hambre porque habíamos comido bastante en la playa.
Luego tuvimos una pequeña conversación referente a Príncipe y lo alegre que demostraba estar en ese lugar.
Mis padres me contaron que mis primos lo habían llevado esa tarde a la playa y ahora tenía arena en sus patitas y su panza.
También disfrutaba de jugar en el jardín de la casa y dormía a gusto en la palapa junto a la alberca.—¿Creen que deba dejarlo aquí unos días? De todas formas no podré llevarlo conmigo a las montañas.
—No nos molestaría— dijo papá— es un buen perro y a tus primos les gusta venir a verlo. Puedes dejarlo unos días y nosotros nos encargaremos de él.
—Espero que no se acostumbre a este lugar, me daría mucha tristeza que al volver a casa él se deprima— dije con preocupación cuando subía las escaleras junto con Harry en dirección a mi alcoba.
—No lo creo, él está acostumbrado a vivir contigo, es un perrito muy dócil y se adapta a cualquier lugar porque vivió muy mal en la calle por mucho tiempo y ahora todo esto es agradable para él. Dudo que se deprima durmiendo en tu cama todos los días, con compañía y cariño— dijo Harry al entrar a mi habitación y al otro lado del pasillo mis padres nos desearon buenas noches antes de entrar al suyo.
—Tienes razón— suspiré aliviada.
Cerré la puerta y me senté en la cama para relajarme un momento.
Harry mientras tanto sacaba de su maleta una pijama y una toalla limpia.
Se preparaba para una ducha.
Me miró con curiosidad y se acercó para tocar mi cabello y deslizar sus dedos a lo largo de él.
Me regocije como un gatito al ser acariciado y tan solo me faltaba ronronear para cumplir con el perfil completo.Luego, Harry se inclinó y me empujó suavemente hasta recostarme.
Cai de espaldas a la cama con los brazos abiertos y sin necesidad de que Harry subiera por completo a la cama, se acercó a mi oído y susurró.—Ven a ducharte conmigo, cielo, quiero hacerte el amor.
—Mis papás— objeté.
—No, ellos no están invitados.
Reímos al mismo tiempo por esa broma.
—Ven— volvió a susurrar.
—Podrian escucharnos.
—Nadie nos escuchara nena, lo prometo, ven, solo un ratito— insistió y me tomó de las manos para ayudar a levantarme.
Me besó en los labios y me quitó la blusa con una agilidad maestra.
—Ven— dijo de nuevo y entramos juntos al baño, quitándonos la ropa mientras nos besábamos en silencio.
Se me escapó un sonido de la boca. Era el indicio de una palabra, que detuve a tiempo pero que después tuve la oportunidad de meditar cuando Harry encendió la regadera.
Era ese un buen momento para hablar de temas importantes.
Es probable que el momento indicado no existiera, en ese preciso instante simplemente estaba dejandome llevar, asi que no pensaba mucho antes de hablar.
ESTÁS LEYENDO
Querida mía | Harry Styles |
FanfictionUna novela de amor entre una chica y un extraño hombre en la casa de a lado.