PARA EVITAR SER VISTOS, nos desplazábamos entre los arbustos y árboles cerca de la carretera. Tuvimos que dejar a Black Betty porque el auto aún conservaba el rastreador con el que Lady Jane nos había encontrado y como no sabemos si ella o su acompañante lograron avisar a sus colegas de donde estábamos, la mejor opción que teníamos era dejar el monovolumen.
Seguimos el camino que debimos haber recorrido para llegar a East River a pie, escuchando pequeñas anécdotas de Liam de cuando escapó de La Liga, que se mantenía oculto usando la densidad de los árboles para los demás no lo pudieran ver pero él sí a ellos.
Respiré el aire, entrecerrando los ojos cuando las gotas de lluvia que se filtraban por el follaje me golpearon los ojos. A mi lado, Ruby y Liam discutían de la posible fractura de un dedo del pie de Chubs cuando tropezó con una rama cuando gemido de una bocina de algún camión interrumpió la conversación de repente.
Todos nos paralizamos, luego hubo un chirrido de neumáticos y al instante después sonó un estruendo, el sonido de algo pesado al caer de lado y el metal arañando el asfalto.
–¿Qué rayos fue eso? –susurré, más para mí que cualquiera de los demás.
–Chubs, quédate con Zu –dijo Liam, jadeando–. Chicas, vengan conmigo.
Justo cuando nos alejamos de ellos, escuchamos los gritos. No eran de dolor o de terror, sino de guerra, de venganza. Nos acercamos agachados y solo cuando hubo una línea de tres pasos que nos separaba de la autopista nos detuvimos, y yo arrugué la nariz cuando inhalé el olor a metal quemado del camión volcado en la carretera y ya estaba lista para correr si esas chispas que vuelan crean algún tipo de explosión.
Hubo movimiento a mi lado y Liam se incorporó con la intensión de salir de escondite. Ruby lo detuvo enseguida.
–¿Qué crees que haces?
La mirada de Liam estaba enfocada en algo frente a nosotros.
–El conductor...
Sí, podía ver al pobre hombre herido y sin forma alguna de poder salir sin ayuda, pero no podía permitir que Liam fuese quien lo ayudara, no cuando noté algo del otro lado de la autopista.
–Algo se acerca –murmuré. Y justo cuando lo dije las figuras de negro emergieron de entre los árboles.
Eran dos docenas de figuras vestidas de negro hasta los zapatos y eso incluye los pasamontañas que llevaban puestos, moviéndose como soldados mientras sujetaban bien sus armas. Rifles. Se separaron en dos grupos, uno fue a la parte delantera del camión y el otro a la trasera, donde el contenido del camión se había esparcido. Se movían de forma sincronizada, ensayada, como si hicieran este tipo de cosas millones de veces.
El grupo que se dirigió a la parte de la delantera sacó al conductor arrastrándolo mientras él gritaba que lo soltaran y uno de ellos les indicó a los demás que lo sujetaran mientras extraía un cuchillo de su cinturón.
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Game of Survival | The Darkest Minds
Science Fiction[HISTORIA BASADA EN LOS LIBROS, NO EN LA PELÍCULA] Vivianne McClean era una chica que soñaba a lo grande, dispuesta a tener su propia compañía de revistas, siempre carismática y amable, de gran corazón y siempre ahí para ayudar a los demás. Claro, t...