Capítulo 43. Hiciste todo lo que pudiste hacer

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       DEBERÍA ESTAR QUEMANDO TODO HASTA LOS CIMIENTOS, DEJAR QUE KNOX Y SUS SOLDADOS ARDAN HASTA QUE SUS VOCES NO SEAN NADA MÁS QUE SILENCIO Y SUS CUERPOS, UN MONTÓN DE CENIZAS

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DEBERÍA ESTAR QUEMANDO TODO HASTA LOS CIMIENTOS, DEJAR QUE KNOX Y SUS SOLDADOS ARDAN HASTA QUE SUS VOCES NO SEAN NADA MÁS QUE SILENCIO Y SUS CUERPOS, UN MONTÓN DE CENIZAS. Debería sacar el tornado de fuego que ha cobrado vida dentro de mí, liberar mi furia y dejar que mi poder hiciera el trabajo, dar la vuelta y seguir con mi vida. Debería hacerlo. Podría hacerlo. Pero no, y en vez de eso me quedé mirando a Knox con ojos muertos, traspasando de su cuerpo como si fuera invisible. Como si fuera nada. Ni siquiera moví un mísero dedo cuando la mente de Ruby atrapó la Knox y ella lo obligó a moverse.

Mi cuerpo se quedó plantado justo donde estaba, la cabeza de Mason en mis piernas y sus ojos sin vida mirando el cielo estrellado. Bajé la mirada hacia él y le peiné el cabello como pude, sin importarme la sangre o cómo parte de su cabello en la línea de su cuero cabelludo se quedaba pegado al cráneo como gelatina para peinar. La sangre de su herida en la garganta ha dejado de sangrar, pero seguía siendo una imagen repugnante, así que la tapé con una mano temblorosa y con dos dedos de mi otra mano cerré los ojos de Mason. Las voces de Vida y de Ruby eran vagas, casi opacadas, y apenas noté movimiento a mi alrededor.

El nudo en mi propia garganta regresó y el pecho empezó a dolerme, pues esto es lo que quería evitar, lo que he estado tratando de acabar. Este maltrato hacia él, hacia ellos, hacia los chicos de mi color; esto es lo que he intentado ponerle fin. Nunca me gustó estar en la Liga, pero al menos traté de sacarle el mejor provecho y encontrar este proyecto que Clancy ha creado. Encontrarlos a ellos, a los otros Rojos. La búsqueda solo me ha dejado en un millón de callejones sin salida, y, aun así, nunca me di por vencida. No podía.

Cate y Ruby tampoco me dejaron.

La cuestión sobre su salud mental siempre estaba ahí y ahora que tengo una pequeña idea de cómo podrían estar los demás, ya no sé si hallar una manera para curarlos sería lo justo. Mason suplicaba por un final, quería que su sufrimiento terminara, se lo suplicó tantas veces a Ruby y me lloró a mí. Y ahora... ahora que sé y casi pude sentir su dolor me pregunto... me pregunto si la piedad no sería una mejor opción.

Si alguna vez llego a encontrarlos a todos, ¿querrán que todo termine o ver si pueden seguir y encontrar una manera de vivir así?

Cuando sentí unas manos sobre mis hombros y luego unos brazos rodeándome para abrazarme, todo sonido regresó a mí y mis ojos se volvieron a enfocar, el rostro pálido y sin vida de Mason siendo lo primero que vi. Reconocí la suave voz de Ruby en mi oído diciéndome que Knox se ha ido, que hizo que se fuera y que todos los demás estaban de acuerdo con ello. Me aseguró que estaríamos bien mientras Chubs se arrodillaba a los pies de Mason y asentía en mi dirección, esperando a que yo lo soltara.

Traté, pero mis dedos no cedieron, por lo que Olivia tuvo obligarme a soltarlo y dejarlo ir.

—Llévenlo a la Tienda Blanca —les dije en lo que me levantaba, los brazos de Ruby todavía estaban rodeando mis hombros—. Quiero enterrarlo. Es lo menos que podemos hacer.

Game of Survival | The Darkest MindsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora