Capítulo 47. Hambrienta de pelea

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      CON LA ENFERMERÍA VACÍA, LA DOCTORA RAQUEL FUERA DE VISTA Y ALBAÑIL LEJOS, ME QUEDÉ SOLA CON NICO Y COLE STEWART

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      CON LA ENFERMERÍA VACÍA, LA DOCTORA RAQUEL FUERA DE VISTA Y ALBAÑIL LEJOS, ME QUEDÉ SOLA CON NICO Y COLE STEWART. La habitación, como casi cada rincón del Cuartel General, era vigilado por cámaras, así que no podía decirle a Cole que habíamos encontrado la memoria USB, ni decirle cómo hallamos a su hermano menor, casi al borde de la muerte. Por lo que Liam me ha dicho sobre él —lo cual ha sido muy mínimo—, no tenía ni la más remota idea de si a Cole le importaría saber el estado en el que encontramos a su hermano menor, pero tenía que suponer que, al menos, se mostraría algo curioso si le contaba.

Sin embargo, eso no sería ahora. No cuando tenía ojos acechando mis movimientos. Así que hablé de lo único que los demás esperaban que hablara.

—Ruby —demandé, ansiando saber dónde demonios estaba.

Nico y Cole intercambiaron miradas, y una alerta pitó en la parte trasera de mi mente.

—Será mejor que uno de los dos hable ahora —gruñí mientras me acomodaba en la camilla, siseando de dolor al lastimarme—. Y si yo fuera ustedes, elegiría mis siguientes palabras con mucho cuidado.

Nico se acercó con pasos inseguros, mientras que Cole lo siguió tras unos segundos de duda. Su ceño estaba fruncido y parecía estar pensando en otra cosa.

—Vida respondió hace unas horas —Nico me dio una mirada profunda, significante—. La encontró.

Pocas palabras, pero con un mensaje importante. Ruby estaba a salvo, y, conociendo a Vida, debió haberla rastreado y, tomando en cuenta a Chubs, debió haberla acompañado. Puede que esos dos fueran agua y aceite, pero trabajando juntos sin duda que podían llegar a ser un par increíble.

—Claro que está —empezó diciendo Cole, ahora concentrado en la tableta en sus manos—. Que a ti no te encontraron. Estabas mucho más lejos.

Entrecerré los ojos ante su tono.

—Hay algo más.

Nico frunció los labios y Cole me mostró la tableta, su pantalla brillosa molestando mis ojos.

Y entonces lo noté.

—Me han sacado del sistema —jadeé, tomando el aparato entre mis manos. Deslicé la pantalla, actualicé la página, busqué mi nombre y mi expediente, y aunque lo encontré, la fotografía que tomaron de mí en Thurmond estaba marcada con una X negra.

Me han marcado como muerta.

Al final de mi expediente pude ver los nombres de los últimos cazadores que tuvieron contacto conmigo, como el alías de Rob y el de mi familia.

< LOS LEONES >

Si los apellidos tuviesen emblemas, el león sería el de los McClean. Se remota a años, décadas atrás, y cada miembro de la familia se autonombraba como leones en caso de no querer o no poder usar el apellido. Arcaico, era consciente de ello, pero era tradición y las tradiciones no mueren tan fácilmente. Por lo tanto, no me sorprendí de ver los alías de mi abuelo y Marcus como los últimos cazarrecompensas en mi expediente. Sí que fueron los últimos en tener contacto conmigo.

Game of Survival | The Darkest MindsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora