Capítulo 29. La Liga de los Niños [MARATÓN DE SAN VALENTÍN]

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     RUBY Y YO TOMAMOS UNA DECISIÓN, Y AUNQUE ERA LA DECISIÓN MÁS DOLOROSA DE TODAS, ERA LA CORRECTA

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     RUBY Y YO TOMAMOS UNA DECISIÓN, Y AUNQUE ERA LA DECISIÓN MÁS DOLOROSA DE TODAS, ERA LA CORRECTA. Nosotras no podíamos permitir que la Liga de los Niños corrompiera lo poco de alma que le quedaba a Liam, que destruyera aquella chispa que lo hacía él mismo, el chico más sociable, merecedor de toda confianza... y mi mejor amigo. No, nosotras salvaríamos a Liam de esta para devolverle el favor de todo lo que él ha sacrificado por nosotras, dos intrusas en su pequeño equipo de tres que al final terminaron encajando perfectamente bien.

Pero antes de poder hacer lo que teníamos que hacer, nosotras teníamos que asegurarnos de que la Liga nunca jamás fuera tras Liam, Chubs o Zu.

—Se hará el trato —le comuniqué a Cate una vez Ruby y yo terminamos de planear nuestro plan—. Pero no haremos nada hasta que nos jures que no los perseguirán y que los dejarán tranquilos.

Cate se nos quedó mirando a ambas, una mano sobre la boca, indecisa. Era claro que ella no se esperaba este giro y aquella unión que Ruby yo habíamos creado. ¿De si sería un problema? Al final todo dependerá de Cate y de la Liga, de cómo nos quieran tratar a las dos y qué nos querrán hacer, porque de una cosa sí estoy segura: pelearé con todo lo que tengo si intentan separarme de Ruby.

—Bien —suspiró Cate al fin, tras minutos de pensarse el acuerdo—. De acuerdo. Stewart podrá marcharse.

—¿Y cómo abremos que cumplirás tu promesa? —le preguntó Ruby entrecerrando los ojos.

Cate, sin romper contacto visual, se levantó de su silla y dio un paso hacia ella metiendo una mano dentro de su bolsillo para sacar el pequeño aparato del Ruido Blanco y colocarlo sobre la palma de Ruby. Y antes de poder apartarla, yo cerré la mía sobre la suya y Ruby cerró la suya alrededor de la nuestra.

—Que Dios nos escuche, mierda, te haremos pedazos si no cumples tu parte del trato...

—Y no nos detendremos jamás hasta que hayamos destruido tu vida y la de todos en tu organización, hasta el último pedazo de alma.

—Puede que tú no cumplas con tu palabra, pero nosotras sí, eso no lo dudes.

Porque al final de día, somos Naranja y Rojo.


Porque al final de día, somos Naranja y Rojo

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Game of Survival | The Darkest MindsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora