Capítulo 51. Escombros

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      EL SUREÑO LUCÍA ANSIOSO POR SOLTAR UN LISTADO DE HISTORIAS AL SEPARARNOS POR FIN, pero sus labios se cerraron en un línea recta al darse cuenta de que no había tiempo

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EL SUREÑO LUCÍA ANSIOSO POR SOLTAR UN LISTADO DE HISTORIAS AL SEPARARNOS POR FIN, pero sus labios se cerraron en un línea recta al darse cuenta de que no había tiempo. Intenté regalarle una sonrisa de mi parte, aunque estaba segura de que salió más como una mueca. Me sentía complacida,. de todas maneras. Mi mejor amigo me recordaba. No creí que tal reconocimiento iba a causar tanto impacto, pero me equivoqué, pues la euforia que corría por mis venas era idéntica a lo que sentí el día que me reencontré con Chubs hace unas semanas atrás. La diferencia de aquel momento y este era que Chubs sí recordaba, y para que Liam hiciera lo mismo Ruby tuvo que intervenir y regresarle sus memorias.

Todavía tenía que preguntarle cómo lo logró, exactamente. Pero no ahora. Otras cosas requerían más atención en estos momentos.

Liam y yo nos unimos con los demás y enseguida escuché al intercambio de mis amigos. Tanto Chubs como el Sureño estaban molestos con Ruby por haber desaparecido e ido tras Clancy cuando se dio cuenta de que no andaba con él. Nuevamente quise hacer mis preguntas y saber cómo demonios fue que el Principito Gray terminó aquí, en la base general de la Liga de los Niños. Sin embargo, la razón fue fácilmente aclarada por Ruby, mostrándonos una fotografía que halló en la oficina de Alban durante el tiroteo dentro de unos documentos que se trajo consigo. Me tomó un buen tramo de segundos poder unir las piezas y darle nombre a la persona fotografiada, pero una vez me di cuenta todo lo que pude hacer fue abrir la boca en sorpresa.

Era Lillian Gray, primera dama de los Estados Unidos y madre de Clancy.

Los detalles que conocía de ella eran mínimos, apenas una lista de cinco detalles. Lillian Gray dejó de ser importante para el país cuando el presidente anunció su muerte, pero según uno de los documentos la doctora Gray seguía viva y coleando. Más extraño de ver fueron la serie de mensajes que llevaba intercambiando con Alban a través de los años. Mis ojos viajaron por las páginas de los documentos tratando de hallarle el sentido a su contenido, pero ninguna pieza caía en su lugar. Estaba en blanco. Quizá no pueda pensar debido a todo lo que ha pasado en las últimas horas.

Aun así, esto no quiere decir que era menos bizarro.

Movimiento llamó mi atención y levanté la mirada de los documentos para ver a Cole parado sobre una mesa, deseando la atención de todos en la habitación.

—No se me dan bien los discursos, pero aquí les va —dijo y se aclaró la garganta—. El objetivo de Alban cuando dio inicio a todo esto era exponer la verdad sobre la ENIAA y los campamentos solamente. Quería que nuestro país regresara a ser el lugar del que estaba orgulloso y al que adoraba servirle. Esto, la Liga de los Niños, era su sueño incluso cuando perdió el curso del camino. Alban quería regresar a esa vida... y yo les digo que no podemos volver atrás.

Parpadeé, tomada por sorpresa.

Busqué rostros conocidos, escuché los murmullos confundidos de algunos y cabezas asintiendo, de acuerdo con Cole. Como Chubs, Ruby tenía el ceño fruncido y el hermano menor observaba al mayor de los Stewart soltando un resoplido burlón. Tanto Ruby como Chubs se miraron al escucharlo, pero yo regresé los ojos hacia Cole.

Game of Survival | The Darkest MindsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora