Aquestas plumas de otoño ©

021

De mis prisiones te di a luz,
de mis plumas, de mis aires,
te soñé nunca rendido
a pasionales horizontes.
Redimí en tu naturaleza alada
mis sentidos más sublimes,
mi arcadas y mareos
los entregué a ti
y te hice volar lejos.

Esta furia causóme una hecatombe interior,
flamas de ti que estás distante.
Hogueras do estás ausente,
pira donde no te siento.

Y crepito.
Ardo por dentro.
Soy hojarasca que se prende.
Porque quería de ti la lumbre,
esa que resuma vida.
Pero yo vi...
Pude ver...

Veía cómo la luz en ti se entenebrecía,
¡oh Ángel!, yo contemplé tu hermosura,
yo presencié tu caída.
Y si tu brillo alguna vez me embelesó
tocándome cada fortaleza y fragilidad,
tu oscuridad fue más allá...
se posesionó de mí.
De mi intimidad.
De mi corazón.
Hasta subyugarme.

Ay. Luna.

Ay. Cuervo.

Oh Ángel.