Se inclinan en reverencia
mis antiguos desazones,
los designios de la cruz ajena,
las tantas voces huérfanas
de la mano aquel revés,
que daba y daba en mis carnes.Reposo mis fiebres
y oigo: Quiero siempre escucharte.
Y es allí donde quiero permanecer.Pacto no roto,
alianza que es honrada,
te abrazo, te recibo,
cuésteme lo que me cueste
y mucho ya he pagado
por lo indigno.
Cuánto más no la haré por ti.
Por ti llegaré a darlo todo,
y sí, sí, sí... hablo de ti.Quiero siempre amarte,
respirar profundo,
sentirme presente,
sin espuelas.Mira qué colores,
mira los rosales, las flores,
y ¡ah!, mira qué lumbres.Un amanecer que paz irradia.
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Aquestas plumas de otoño ©
PoesíaOBRA GANADORA THE WATTY 2019 y Destacada en el perfil de @Poesia_ES. «Donde hay dos uno hay, y donde hay uno no hay dos» ~Poemario de Nina Olenn. Todos los derechos reservados. ®