Esta era mi pasión de antaño,
mi té, mi cobertor, y mis retratos,
los que adornaban el saloncito de recuerdos.Había hamacas allí, y sillas colgantes, y plantas
algo marchitas, incluyendo los cactus.¡Ah, mis cactus! Espinados todos, callados ellos.
Había allí maullidos, ecos fantasmales, y graznidos de ave.
Y de un lado a otro, entre los espectros
que causaba el cortinaje,
vagaban sombras y rumores...
los de la belleza de esa triste soledad.Yo allí era otra parte de la ornamentación,
la más propicia cuya paciencia,
entre mitos, obtuvo renombre.
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Aquestas plumas de otoño ©
PoetryOBRA GANADORA THE WATTY 2019 y Destacada en el perfil de @Poesia_ES. «Donde hay dos uno hay, y donde hay uno no hay dos» ~Poemario de Nina Olenn. Todos los derechos reservados. ®