Aquestas plumas de otoño ©

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Las grietas en tu silueta espectral,
hallarán la manera de dejar de ser.
Quiero invitarte, enseñarte, acercarme,
devolverte la contextura
y el corazón que late con fuerza.

Sombra mía, de tuétano de cuervo,
con paciencia de luna menguante,
¿por qué te deprimes así,
por qué tu canto se oprime,
por qué insistes en confundirte
al creer que tu valía
desde otrora está en oferta?
¿Qué pecho es ese que criaste
que tanto se duele
si no hay sino flores que le canten,
y rubores de amor, y quereres mil,
y un reposo con presencia
que persiste en querer verle sonreír?

Si me sigues el paso hallarás la manera,
y aunque al amanecer voy constante
no quiero cercenarte.

Es tu sino el florecer.

Sombra mía, hace tantísimo querube,
te lo prometo, no me iré.
Te enseñaré a vivir.