•PRIMER INTERLUDIO•

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Plumaje blanco de acuarelas lunares, con pluma de río, de viento y volcán, que no cesas en tu ascensión, en tu evolutivo emanar confianza. Plumaje de oronda espesura en fronda, de quereres mal entendidos, de catatonia por alguien aprendida, no es tuyo el horror ni lo nombras, ni el hierro ni el clavo ni la herrumbre.

No es tuyo lo inmisericorde ni lo espantoso de la expiación. Plumaje con escama, con nube. Plumaje bravío, sensible. Plumaje mal apresado, bien zaherido.
Plumaje con miles de amigos, huérfanos todos, dejados.

Plumaje de ala tendida que hiendes el viento y la estera temporal, que viertes sabiduría do reina lo umbrío, queda en ti tanto, tanto por dar. Tantísimo que nunca fue mío, ni una pizca. Ni una pluma. Plumaje universal, indomable y a todos dócil.

Esa soledad que te puebla, es tu convergencia en lo existente. Ni una división en ti, ni egoísmo, solo serenidad y aliento.

Y una voz para hacer amigos.

Aquestas plumas de otoño ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora