Gracias a esos ladrones de Khalil,
que también robaron mis máscaras.
Benditos, digo.Aunque también maldije una vez.
Ora ven estos ojos, y este caparazón
ha sido hendido,
ha llorado su última cena.Ora cierro los ojos, y veo amarillo.
Un sol, un amigo, como El constructor,
un camino mejor que caer.Gracias, benditos, de nuevo.
Y esta la revelación:
Aquellos cuervos
también tenían máscaras.
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Aquestas plumas de otoño ©
PoesíaOBRA GANADORA THE WATTY 2019 y Destacada en el perfil de @Poesia_ES. «Donde hay dos uno hay, y donde hay uno no hay dos» ~Poemario de Nina Olenn. Todos los derechos reservados. ®