《29》

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Youngjae estaba aterrado, había caminado todo el recorrido hasta su casa lo más rápido que le fue posible. Estaba hace ya una media hora sentado en el sofá pensando en quien podría ser tan cruel como para hacerlo sufrir de esa forma, ya casi quedándose dormido por lo cansado que estaba.

Sintió sus ojos cerrarse tan solo un par de segundos cuando escuchó alguien golpear la puerta, cosa que a decir verdad lo asustó ya que había sido de la completa nada. Se paró con duda y caminó silenciosamente hasta la puerta, viendo por la mirilla de esta, no vio a nadie hasta que bajo la vista encontando un pedazo de papel.

- "Olvidé decirte, buen viaje, te extrañaré, aunque espero no hagas nada indecente" - leyó en voz alta lo que el papel decía, bueno, no sabía si eso lo tranquilizaba, sabiendo que no tendría a su acosador o si le ponía los pelos de punta.

Verificó que la puerta estuviera bien cerrada y la aseguró con llave, caminó hasta la cocina y comenzó a calentar un poco de leche, estaba dispuesto a hacer café y quedarse despierto, al menos hasta que su hyung llegara, no pensaba pegar un solo ojo estando solo.

Y como si fuese alguna especie de broma de mal gusto, la puerta volvió a ser golpeada en medio de uno de los muchos bostezos del Choi, esta vez con algo de desesperación. Podría decirse que es la primera vez en la que Youngjae se sentía de tal forma, si pensarlo bien, tomo un cuchillo y lo escondió detrás de sí mismo.

- ¿Y-Youngjae? ¿Estás ahí? - el mencionado apoyó el cuchillo en la mesa cerca de la puerta, fastidiado por el susto que el chico le había dado.

- ¿Que haces aquí? - preguntó un poco molesto, aunque en verdad solo estaba ocultando el alivio que sentía al tener a Jackson en su puerta, y no a un loco con una bolsa para llevárselo dentro de ella - Oh, estás empapado, pasa - no se había dado cuenta en que momento empezó a llover a cantaros, ya hasta sentía alegría de tener a alguien junto a el.

El Choi tomó el cuchillo sin interés cosa que alertó al recién llegado, quien se quedo parado en el lugar mientras veía como el menor iba hasta la cocina y guardaba aquel objeto.

- Estaba haciendo café, ¿Quieres un poco? - el contrario asintió mientras se sacaba el abrigo completamente mojado, quedando solo con la remera que tenia debajo - Si vienes por Mark tal vez tarde un poco - dijo viendo el reloj en la pared - Aún falta una hora y media para que salga del instituto.

- ¿Que te pasó? - dijo algo preocupado haciendo referencia a su labio, estaba notablemente lastimado.

- Oh, no es nada - dijo sacando un par de galletas para acompañar el café - Tuve una pelea con mi mejor amigo.

- Oh - hubo un pequeño silencio - ¿P-Podemos ver alguna película? Me aburro y no creo aguantar una hora y media en este silencio incómodo.

Ambos caminaron hasta la sala y apoyaron cada uno su café en la pequeña mesa, el pelinegro se dirigió a su cuarto y le extendió un abrigo al mayor, lo había visto temblar y no dudo en buscarle algo, el chino lo miro sorprendido, pues en su cabeza veía al chico como un maleducado sin modales, como todos los típicos niños de su estatus económico. No quería aceptar que muy probablemente el menor no era mala persona, pero desde que lo conoció no había mostrado ningún indicio de mal comportamiento. Simplemente dejo al menor sentarse a su lado y comenzar a ver la película que Jackson había elegido.

- ¿Que pasa? - preguntó el menor extrañado al mismo tiempo que se sentaba a un lado del Wang  - No es que me queje, pero de pronto dejas de ser un idiota molesto que no deja de tratarme como un mimado y malcriado.

- Bien, seré directo - dijo en tono serio, concentrado en la pantalla de la televisión - El otro día... vi unos mensajes en tu teléfono - el menor lo miró de inmediato, sin saber como reaccionar - Ese número, también me mandaba mensajes a mí, estaba obsecionado conmigo, yo... No tenía a nadie que pudiera ayudarme, por eso quiero estar para lo que necesites, créeme, se de lo que es capaz ese psicópata, debes tener mucho cuidado - de pronto el mayor se sintió molesto - Maldición - solto un quejido - En verdad me caes muy mal.

- ¿Cómo puedes decir eso si apenas me conoces? - que lo juzguen sin conocerlo realmente, esa era una de las cosas que mas le molestaban al Choi, ya que no era la primera vez que sucedía.

El contrario se quedo callado, Youngjae tenia razón y no quería admitirlo.

- Esta bien, te daré una oportunidad para conocerte, espero no seas un dolor en el trasero - dijo en tono de grandeza, extendiendo apenas su mano para poder estrecharla con la del menor.

Youngjae sostuvo su mano con firmeza y una cálida sonrisa, pues el contrario estaba siendo mas que amable con él al ayudarlo con aquel problema, después de todo, no le gustaba odiar ni llevarse mal con nadie.

Se quedaron un rato mirando la televisión, Jackson se encontraba bastante serio, pues estaba nervioso ¿Que tal si aquel acosador le hacía algo a Youngjae? Una cosa es si fuera un completo extraño, pero ya había visitado varias veces su hogar y a decir verdad se notaba lo mucho que a su nuevo amigo le importaba y gustaba el menor, no podía saber que algo podría pasarle y no hacer nada al respecto, no era ese tipo de persona.

- ¡Llegue! - se escuchó la voz de Mark
acercarse al par, no escondió su sorpresa al ver a Jackson, la verdad era que el no estaba ni enterado que vendría - ¿Que haces aquí? - preguntó, tenía puesto la ropa de Youngjae y ambos se encontraban tirados en el sofá comiendo y no peleando.

- P-Pues.. - no sabía como decirle que necesitaba hablar con el menor sin que preguntara sobre el tema.

- Estaba volviendo a su casa y comenzó a llover mucho - lo interrumpió el Choi escondiendo sus nervios.

- Claro, como pasé por aquí decidí venir ya que me estaba mojando, tuve suerte de encontrar al niño - sonrió amablemente.

- ¿Y ustedes desde cuando se llevan bien? - preguntó con recelo al mismo tiempo que se sacaba el bolso y lo apoyaba a un lado de la puerta.

- Desde hoy - el menor se levanto agarrando las tazas de café ya vacías - Después de todo, el es tu amigo y yo tu novio - sonrió al recordarlo y llamarlo de ese modo - No creo que sea bueno si siempre que nos vemos terminamos peleando o insultando al otro - quiso cambiar de tema para que el castaño dejara de hacer preguntas - Te prepararé cafe, de seguro tienes frío - dijo mientras salía de la sala.

Mark sonrió, le parecía una muy tierna acción de parte de ambos.

A little problem // MarkjaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora