《32》

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Caminaban con rapidez y temor con sus bolsos llenos, aún si no se quedarían por demasiado tiempo los cuatro preferían llevar mas en vez de menos. Era tarde y el sueño ya comenzaba a apoderarse de ellos, se podía decir que Bambam y Youngjae iban por el camino de quedarse dormidos sentados esperando su vuelo, aquella voz femenina que anunciaba la partida de su avión fue lo que los despertó de golpe y por eso ahora se veían de alguna manera desesperados por entrar de una maldita vez a aquel transporte.

Una vez ya dentro del avión todos se sentaron en sus respectivos asientos, Bambam miraba impaciente a su pelirrojo amigo acomodar las cosas, logrando que el menor lo mirara interrogante.

- ¿Que sucede? - preguntó con cierta burla mientras se sentaba a su lado.

- Acabo de darme cuenta de que no traje mi almohada - sonrió tiernamente mientras se acomodaba en el hombro del menor.

- No podemos estar así - avisó.

- Lo se, dejame estar así al menos hasta que todos terminen de acomodarse y entrar - su amigo no lo pensó dos veces, acomodó su cabeza apoyandola en la del tailandés y cerro sus ojos, por fin estaba tranquilo.

[...]

- Jae, despierta - el mayor movió un poco a su novio logrando que este abriera los ojos por fin - Llegamos - dijo con una sonrisa que a Youngjae le alegró la vida, ver a Mark sonreír era una de las cosas que no cambiaría por nada en el mundo.

Youngjae y Mark habían estado hablando durante casi todo el camino. el mayor tenía pensado dormir con Youngjae la primera noche y después se iría a su casa, al tercer día el menor iría a conocer a sus padres y luego ya, verán en el momento que hacer.

Al bajar del avión pidieron un taxi y ya se dirigieron a la casa de la prima del pelinegro, a la cual no tardaron en llegar ya que por suerte no estaba lejos del aeteopuerto.

Una vez llegaron y bajaron sus cosas, Bambam salió corriendo tocando una y otra vez el timbre hasta que se vio a una mujer adulta, aunque joven, con pelo castaño y una cara que inspiraba miedo, sus ojos se dirigieron directamente al joven, causante del susto que se había llevado.

- Ho-Hola, disculpe debo pasar al baño - dijo sin vergüenza alguna pasando por su lado, estuvo a punto de tomar al tailandes del cuello y ahorcarlo hasta sacarlo de su casa pero dos voces familiares la interrumpieron.

- ¡Noona! - gritaron Yugyeom y Youngjae al unísono, mientras dejaban a Mark solo y corrían para darle un abrazo, en una ocación Yugyeom acompañó a Youngjae a una fiesta familiar, donde la conoció y los tres pasaron una noche divertida, la mayor se habia hasta encariñado con el Kim.

- Mis bebes - abrió los brazos recibiendolos sin duda alguna, beso la cabeza de cada uno y los invitó a pasar, pero al ver al cuarto chico solo cargando con todas las maletas, les ordenó ir a ayudarlo.

- Hola, soy Mark Tuan, un gusto - dijo llegando a la puerta, con una sonrisa extendió su brazo para apretar su mano.

- Yo soy Hyeon, pero puedes simplemente decirme noona, claramente soy mas vieja - dijo en un gentil tono, estrechando la mano del castaño.

- Gracias por dejar que nos quedemos aquí, noona - la mayor respondió con una sonrisa haciendose a  un lado para darle camino al chico.

La tarde transcurrió sin muchos alborotos, el cuarto de invitados tenía dos camas, por lo que los cuatro acordaron dormir dos en cada una ya que cabían perfectamente. Estuvieron unas 3 horas hablando con la prima del Choi, sin contar todo el tiempo en que la mayor amenazó y regañó a  Bambam por lo descortés, maleducado y peligroso que había sido, ya que si hubiera sido otra persona quien abriera la puerta,  tranquilamente lo mataba por entrar a su casa sin su permiso.

La noche cayó y el par de tortolos se encontraban acostados en la cama, obviamente ellos dos dormirían juntos, no tenian ningun problema.

Estban cansados por lo que no quisieron cenar, simplemente se turnaron para bañarse y meterse a la cama de una buena vez. No tardaron en quedarse dormidos, mientras Bambam, Yugyeom y Hyeon jugaban a las cartas al mismo tiempo que cenaban.

[...]

El pelinegro gruño siendo interrumpido de su sueño por la luz del sol que se asomaba por la ventana, le daba en toda su carita. Abrió los ojos después de unos segundos viendo al mayor, estaba con los ojos sumamente abiertos mientras lo miraba fijamente y serio.

- ¿Cuanto llevas despierto? - preguntó con la voz sumamente ronca, Mark no pudo evitar morderse el labio en una sonrisa al escuharlo hablar de esa manera, lo volvía loco.

- Unos quince minutos - contestó tomando su celular - Eres muy bonito cuando duermes ¿Sabes? - le mostró una foto que le había tomado tan solo unos instantes mas temprano.

- Hyung~~ ¡Que vergüenza! - se tapó la cara con sus manos, siendo estas apartadas por las cálidas manos de su hyung riendo para robarle un pequeño beso.

- ¿Pueden cerrar el hocico? Aquí hay gente que intenta dormir - Bambam se quejó, estaba durmiendo al lado de los pies de Yugyeom, hacía bastante calor y estar pegados el uno a el otro no les parecía buena idea, al contrario de Mark y Youngjae quienes hasta disfrutaban el toque del otro.

Ambos se rieron y se levantaron sin vacilar, bajando las escaleras para desayunar. Youngjae obligó a Mark sentarse y le sirvió un plato de leche y cereales. Veían la televisión, el menor estaba acostado en el sillon con sus piernas sobre las del mayor.

- ¿A que hora irás a- se vio interrumpido por el telefono del contrario, el castaño se estiró hacia adelante teniendo las piernas de su novio, para que no las quitara de encima.

Hablando de Roma, una de las hermanas de Mark lo estaba llamando, ella era la única que sabia que su hermanito estaba en Los Angeles y estaba ayudandolo a darle la sorpresa a la familia. El Choi se mantuvo en silencio y atento a la voz de Mark, estaba completamente enamorado de su voz hablando en inglés, le gustaría poder hablar tan fluido.

- ¿Pasó algo? - cuestiono el menor, terminando sus cereales.

- Quiere que vaya con ella después de desayunar - vio su tazón, estaba vacío, lo que significaba que debía irse.

- Oh - Youngjae sonrió sincero mientras se acerca sin cambiar su rostro, viendo de cerca el pequeño puchero que se había formado en los labios del mayor por la molestia que sintió al tener que dejar a su novio - No pasa nada - lo besó castamente - Tenemos mas tiempo para estar juntos, no te preocupes bebe - miró fijamente los ojos del menor, encontrando justamente lo que buscaba; sorpresa.

- ¿C-Como dijis- el pelinegro lo interrumpió.

- ¿Bebe? - sonrió - Te queda lindo - peino el cabello del mayor.

- Queda lindo porque me lo dices tú - tomó al menor de las mejillas acercando sus labios para darle un beso, lleno de alegría.

- Bueno bueno, ¿Dejamos la pelicula? - dijo Hyeon en tono de burla, viéndolos desde la entrada a la sala - Realmente hacen una muy buena pareja - mordió su labio, sintiéndose hasta orgullosa de su pequeño primo, no podía creer que un mocoso de su edad estuviera tan apegado y mostrando un lado bastante maduro manteniendo una relación estable y feliz.

- Debo irme - sonrió Mark mirando a ambos, se levanto y salió saltando por la felicidad que el menor le transmitía.

A little problem // MarkjaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora