Mark se despertó luego de tres horas de sueño, casi no había dormido, no creyó que mudarse le quitaría tantas horas de sueño. Se vistió con el uniforme rápidamente y camino hasta el baño mientras intentaba abrir los ojos. Tomó su cepillo de dientes y un poco de pasta dental, comenzando a cepillarse mientras cerraba los ojos por el sueño que lo invadía completamente.
- ¡Oye! - abrió los ojos derrepente, dando la vuelta para ver nada mas y nada menos que al menor completamente desnudo y mojado, con una toalla alrededor de la cintura, era obvio que apenas se había terminado de bañar - Podrías preguntar si hay alguien usando el baño, ¿No?
- Deja de gritar - se quejo el mayor mirándolo esta vez por el reflejo del espejo.
Youngjae no demoró en salir del baño, intentando mojar lo menos posible, se vistió rápido y se dirigió hasta la puerta.
- Voy a comprar algo para desayunar ¿Quieres algo? - el mayor lo miró confundido, hace unos momentos le estaba gritando y reprochando y ahora le ofrecía comida.
- Lo que sea - respondió al instante.
Entre el pequeño lío que había dejado entre sus cosas, saco lo que le quedaba de dinero para el almuerzo. Al terminar de arreglarse por completo, se sentó en la mesa y al instante escucho las llaves en la puerta, dejando entrar a un pelinegro junto a una bolsa mientras hablaba por teléfono.
- Si, esta bien - dijo apoyando la bolsa con cosas frente al castaño, haciéndole una seña para que agarrara lo que quisiera, tomó un paquete de galletas y una cajita de jugo de manzana - Gracias, hyung - colgó la llamada y tomó una galleta que Mark estaba por comer.
- Oye.. - estuvo por reclamarle, pero se retuvo al recordar que el menor podría haberlo dejado sin comer y aún así se preocupó por que ambos desayunaran.
El pelinegro buscó algo entre uno de los muebles y volvió hacia él junto a un papel - Toma - se lo extendió, Mark pensó que era absurdo con solo leer "Reglas" como título, al final el menor hablaba enserio acerca de eso.
- Tocar la puerta antes de entrar al baño y a la habitación - murmuró leyendo - No tocar nada que le pertenezca al otro, niño, esto es una tontería - se interrumpió, ya había leído lo suficiente para darse una idea de lo ridículo que era.
- No me llamo niño - tomó otra galleta - Toma, compre fideos instantaneos para el almuerzo - el mayor se quedó mirando fijamente el pequeño vaso de telgopor -No te acostumbres.
- Cumpliré con lo que me acuerde - sonrió ladino - Yo tengo una regla - el menor lo miró curioso - No me hables en el instituto, tampoco le digas a nadie que estamos aquí juntos - Youngjae comenzó a reir.
- Eres un idiota - el timbre sonó - ¡Oh! Es JB hyung, debo irme.
- Deberías empezar a decirme hyung a mi también - se paró tomando sus cosas - Es respeto a tus mayores ¿Sabes?
- Si, claro - dijo sarcásticamente mientras abría la puerta y tan solo paso por esta hasta salir a la calle.
Mark esperó un par de minutos para poder salir y caminar hasta el instituto.
- Quería ver tu nuevo departamento - se quejó JB al mismo tiempo que paraba el auto, se había ofrecido a buscar a Youngjae para llevarlo el mismo hasta el instituto.
- Ya te dije que esta todo desordenado hyung, cuando terminé podrás venir - respondió un poco nervioso, si sabía la verdad, se preocuparía y terminaría hablando con sus padres, y no quería eso.
[...]
- Mi prima llegará de Japón en dos días - comentó Yugyeom llevándose un poco de arroz a la boca, estaban en la hora del almuerzo y habían decidido comer en el salón para evitar inconvenientes al volver a clase como el otro día.
- ¿Q-Qué? ¿Sunyeon? - murmuró el peliblanco - ¿Volverá a venir a este instituto? - el menor asintió con la boca llena.
- Nunca la conocí - confesó Youngjae, logrando que el tailandés se le acercara rápidamente.
- No quieres conocerla, creeme, es el mismísimo diablo - fingió llorar - Es muy enojona y pesada - casi grito - Sin ofender Yugy.
- No ofendes - sonrió ampliamente - Jae ¿No te la había presentado? - el mencionado negó mientras comía los fideos instantáneos que había comprado a la mañana - Oh, es cierto, ella vivía del otro lado de la ciudad - recordó - estuvo en mi casa la misma semana que Bambam se quedó conmigo cuando sus padres viajaron por su segunda luna de miel - el chico asintió - Sunyeon se quedó en mi casa porque se estaba preparando para irse a Japón.
- Esa miserable semana fue suficiente para conocerla - suspiró tirándose hacia atrás.
- ¿Hace cuánto se fue? - preguntó con curiosidad.
- Hace un año y medio o dos años, no lo se realmente - respondió Yugyeom.
- Tal vez haya cambiado Bambam, no hace falta que te preocupes - soltó una risa.
Los tres fueron juntos al baño, como una pequeña manada. Al salir, dieron una vuelta por el patio para tomar un poco de aire, apreovechaban que aún quedaba bastante del almuerzo, caminaron hasta que Yugyeom paró de la nada gracias a su celular vibrando.
- Oh - el pelirrojo comenzó a reír tímidamente al ver un mensaje en la pantalla de su celular - C-Creo que confundí la fecha - ambos amigos lo miraron confunsos, hasta que Youngjae se animo a echar un vistazo al aparato de su amigo.
- Al parecer el diablo llegó a Corea - el chico mas adelante se atragantó con su propia saliva - Y quiere que Yugyeom y tu vayan por un café con ella al salir de clases - dijo mirando a Bambam.
- Jae, acompañanos, por favor, así tendrá a alguien mas con quien ser grosera - junto sus mano y se arrodilló - No quiero ser su blanco de insultos.
Bastantes alumnos que pasaban se les quedaron mirando, entre ellos, Mark, quien comía sentado. Youngjae pudo distinguir el recipiente de fideos del castaño, se sintió un poco intimidado por la fija mirada que este le daba aunque no sabía que por dentro se reía por la ridícula escena que veía.
- Esta bien Bam, pero camina de una vez por todas que estas llamando la atención - tomó su brazo levantandolo, haciéndolo caminar.
Al llegar al salón, el Kim lo tomó de brazo y lo sentó en la silla bruscamente.
- ¿Que fue eso? - preguntó sonriendo.
- ¿De que hablas? - murmuró bastante confundido.
- Mark Tuan te miraba fijamente - se sentó frente a el - ¿Te conoce?
El menor alzó los hombros restándole importancia.
- Todos vieron esa escena, Bambam es un exagerado - lo regañó con la mirada.
- Pero Tuan nunca mira nada que no sea el aburrido piso por el que camina - ambos menores estaban seguros de que algo no era como normalmente.
- Tal vez estaba viendo una mariposa.
- Eres la única persona que se queda mirando mariposas por la vida, Jae - rió negando con la cabeza.
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A little problem // Markjae
أدب الهواةYoungjae, un chico de 16 años, finalmente convenció a sus padres de vivir solo, claro estaba que no iba a ser la cosa mas difícil teniendo su edad. Los problemas inician con la llegada de otra persona y una supuesta estafa.