《34》

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Mark no podía dejar de mirar al menor, de cierta forma le daba ternura, estaba sentado en el sillón, casi temblando de los nervios, pero también le molestaba saber la razón, pues sabía que sus dos hermanas estaban desde el umbral de la puerta acosándolo con la mirada, y eso asustaba al pelinegro a su lado.

- ¿P-Puedo pasar al baño? - el mayor le sonrió asintiendo con la cabeza, como ya le había mostrado donde era, el menor camino dudoso hasta allí, y en cuanto desapareció apenas, llamó a sus hermanas.

- Estan haciéndolo sentirse incómodo, ¿Les cuesta ser normales? ¿Quieren saber sobre el? Acerquensé, hablenlé, no le hagan eso porque solo lograrán que les tenga miedo - las mujeres miraron a un costado, avergonzadas, estaban concentradas buscando defectos en el menor, pero la realidad es que si no hablaban con el, nunca sabrían quien era en verdad.

El teléfono del menor comenzó a sonar, y las dos curiosas no pudieron evitar asomarse y ver el nombre de la llamada entrante, cosa que no les sirvió de nada ya que estaba en coreano.

Youngjae casi corrió al escucharlo, aquel tono que sonaba era el que le había puesto a la gente de la empresa.

- ¿M-Me disculpan? - tomó el teléfono y contestó, alejándose del grupo de hermanos. Tammy y Grace intentaron escuchar, habían estado aprendiendo un poco de coreano, pero las palabras se perdían entre sí y terminaban sin sentido alguno en las cabezas de ellas.

- ¿Que se supone que tratan de hacer? - preguntó Mark al borde de perder la cordura.

- ¿Sabes con quien habla? - el castaño asintió, totalmente despreocupado.

- Ustedes no son nadie para meterse en su vida - al escuchar a su hermano menor hablándoles asi, comprendieron que estaban, no solo haciendo el ridículo, sino también, siendo muy maleducadas con el chico.

El menor volvió con una pequeña sonrisa, las dos féminas se sentaron en cerca y lo miraron con una sonrisa mas amable, calmando el interior del pelinegro.

Tammy pensaba en una forma de hablar y preguntarle al chico sobre él, poder conocerlo, pero debido a la manera en que lo trató no sabía como empezar la conversación, hasta que fueron llamados por la madre de Mark, la cena ya estaba lista, y fue allí cuando el menor contestó todas las preguntas.

- ¿Cuántos años tienes? - preguntó la madre del castaño, a diferencia de las dos mujeres mas jóvenes, la señora le transmitía completa paz, por esa razón se veía tan feliz respondiendo las preguntas.

- 16 - respondió, causando cierta sorpresa en los mayores, Grace solto una pequeña risa.

- No se hagan los sorprendidos - sonrió - A decir verdad, no puedo imaginarme a Mark con alguien mas grande que el, así que supongo que lo supimos - miró a su hermana quien sonreía hacia el menor, quien les contestó con una sonrisa sincera.

- M-Mark - susurró, estaba sentado a su lado, le mostró su celular, nuevamente vibrando por una llamada entrante - Contesto esto y apago mi celular ¿Si? Lo siento - dijo en coreano, esperando que lo tradujera a su familia.

- No te preocupes, no es tu culpa - acarició su espalda, toda la familia miraba la escena atenta, sin entender verdaderamente que decían - Debe contestar una llamada, pide disculpas por hacerlo.

- ¿Pasa algo? - preguntó el hombre, preocupándose - ¿Algun problema familiar o.. no lo se, algo? - el mayor negó.

Unos minutos después el pelinegro volvió, luego de guardar el aparato en su mochila.

- Lo lamento - dijo sentándose.

- ¿Está todo bien? - Tammy se atrevió a preguntar.

- Oh, no es nada - sonrió - Mis padres están de viaje de negocios y se suponía que yo era el único en la familia en Corea, pero como vine aquí, están como locos buscando algún familiar para firmar unos papeles - dijo, aunque tardó mas tiempo recordando las palabras en ingles que diciendolas.

- ¿Trabajas con tus padres? - casi se le cae la boca por lo sorprendido que estaba, a tan corta edad ya tenía de que vivir.

- Algo así, desde lo 16 tengo edad para hacer ciertas cosas - hizo una mueca - Mis padres juntaron su empresa con la empresa de los padres de mi mejor amigo hace varios años, así lo conocí - explicó - Nos han dado pequeños trabajos desde mis 14, pero como él es mas grande es probable que le den la empresa a el - tomo su vaso de agua, de cierta forma se sentía nervioso viendo como todos lo escuchaban atentamente - El problema es que él no quiere seguir con el trabajo de sus padres, y yo solo en un futuro simplemente... Creo que no lo soportaría.

- Si te esfuerzas en lo que quieres, puedes lograrlo - Grace acarició la mano del chico, intentando darle fortaleza.

- Bueno, creo que ya es muy tarde - dijo la señora Tuan - Cielo, - se atrevió a llamarlo así - Quedate a dormir ¿Si? Mark tiene su cuarto así que pueden dormir juntos - se escucharon las risitas del par de hermanas de fondo.

La mayor llamó a su hijo mientras el menor llevaba sus pocas cosas a la habitación de su pareja.

- Por lo que vimos hoy, creo que te conseguiste a una persona bastante amable y buena, me enorgulleces - sonrió, pero se detuvo de inmediato - ¡Oh! casi lo olvido, mañana por la noche no estaremos y no sabíamos si para ese entonces seguirías aquí así que ¿Puedes quedarte a cuidar al perro? - casi suplicó, pero el castaño no necesitaba que le dijera mas, aceptaría y no solo cuidaría al perro, sino que también pensó en pasar la noche con Youngjae, una vez mas.

- Le diré a Jae que se quede conmigo - sonrió para después subir las escaleras encontrándose con el menor sin remera, sentado en su cama.

- ¿Me prestas algo para dormir? Se suponía que tenía una muda de ropa pero al parecer la olvide en casa de noona - el castaño cerro la puerta sin dejar de penetrarlo con la mirada, las marcas que Jinyoung le había dejado habían desaparecido casi por completo, dejando ver su blanquecina piel - ¿Q-Que? - preguntó algo nervioso, el castaño se acercó lentamente y estampó sus labios a los del menor.

Youngjae al principio se sorprendió por lo repentino que había sido, pero simplemente se dejo llevar, asi que no se dio cuenta el momento en que Mark lo hizo hacia atrás y terminó medio acostado con su hyung encima, sin romper el beso.

- H-Hyung - soltó un pequeño gemido cuando el mayor bajo hasta su cuello y comenzó a sentir la lengua del contrario contra él - E-Esta literalmente - suspiró - Toda tu familia.

Mark lo calló y continuó, para ese entonces el pelinegro estaba cediendo de a poco, volviéndose loco por los besos que el mayor estaba repartiendo por todo su abdomen. Youngjae mandó todo a la mierda y torpemente comenzó a sacar la playera del contrario, y como si fuera algún tipo de mala suerte, alguien tocó a la puerta.

- ¿Mark? ¿Podemos hablar con Youngjae? - eran Grace y Tammy, el castaño estaba molesto, no solo habian hecho que el menor pasara un mal rato sino que ahora no los dejaban en paz. De mala gana se paró y se dirigió a la puerta, mirándolas con una cara que mostraba enojo, pero daba mas ternura que otra cosa.

- ¿Interrumpimos algo? - preguntó preocupada la mayor al ver la acelerada respiración de su hermano, además de que tenía toda la ropa desacomodada.

- M-Mejor hablamos con el ma-mañana, descansen - la otra agarro a su hermana y la llevo rápidamente a su habitación.

- Yo te dije - el pelinegro sonrió con ternura, sin saber en lo que Mark pensaba, pues al día siguiente estarían solos en la casa.

A little problem // MarkjaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora