A little problem // Markjae

《40》

Según habían informado a Sunyeon, Youngjae estaría debilitado por un buen tiempo, aquel veneno no le haría mucho mal durante bastante tiempo, debido a que no había sido enviado directo a la sangre. La chica no entendía en qué se había metido el pobre, cómo había terminado en esa situación. No quería estar triste, asi que en el momento en que el Choi volvió a despertar, solo se acercó a él.

- Te traje comida, voy a quedarme contigo hasta que lleguen los chicos - acarició su frente y acomodó la silla acercándola a él.

- Noona~ - la miró con reproche, cada vez que se movía se sentía peor - ¿Les dijiste, cierto? - ella asintió con miedo - Supongo que era mucho pedirte que no lo hicieras - miró al techo, preocupado ¿Y si Mark llegaba y Jinyoung le hacía algo? Ese loco aún seguía andando por ahí.

Ella lo ayudó a sentarse y comenzó a darle de comer, callando las quejas y reproches del menor diciendo que podía comer solo.

Ya era de noche, Youngjae siempre le había tenido miedo a los hospitales de noche, no le daban buena espina. Miró a un costado y Jackson seguía jugando con su móvil, había estado así durante un largo rato.

- ¿Aún no te dan el alta? - preguntó, según tenía entendido él no estaba gravemente herido.

- Iban a hacerme un chequeo y luego dejarme ir, pero me hice el dormido y ahora lo dejarán para mañana - el menor lo miró confuso - No voy a dejarte solo, y la única forma de que me dejen estar contigo en la habitación es siendo paciente - sonrió - Intenta dormir, estoy contigo.

Eso fue lo que dijo, pero ciertamente el también estaba muy cansado. No tardó mucho en quedarse dormido, había estado viendo a Youngjae cerrar los ojos y descansar al fin, que su cuerpo le dijo "Yo también quiero" haciendo sus ojos caer de par en par y terminar dormido.

El reloj marcaba las 2 a.m., en el pasillo seguía haciendo aquel ruido de reloj de pared pero a decir verdad ya casi nadie lo escuchaba. Los asientos de espera se encontraban vacíos a excepción de Sunyeon, pero ese aburrido sonido había sido el culpable de caer en la tentación y dormir como bella durmiente.

Lo último que había sabido de todo aquello era que el apuesto rubio, de nombre Chan, dijo que iría a buscar al responsable de todo. Ella solo asintió esperando saber más de él nuevamente.

Podía decirse que ese estaba siendo el momento de paz dentro del hospital, las enfermeras a las que le tocaba aquel turno habían llegado un par de horas atras y ya casi no se le permitía el acceso a los visitantes. Fue por esa misma razón que Jinyoung tuvo que entrar por la ventana, sorprendentemente había dado con la habitación de Youngjae y, luego de confirmar que no había nadie cuidando, entró y no dudo en acercarse al pelinegro.

Lo vio durmiendo con tanta paz, que de cierta forma se sintió mal por todo lo que le había causado, pero ya no había vuelta atrás, Youngjae nunca lo iba a volver a querer, estaba seguro de que había ganado todo su odio.

- Jae - se subió encima de el, sentado como para que no pidiera escapar - Jae - volvió a llamar en susurros, esperando a que despertara, debía despedirse.

- ¿Jin- fue interrumpido por la mano del mayor quien lo apretaba con fuerza contra la camilla.

- Lo siento, pero esta vez no te me escaparas - sonrió, con lagrimas en los ojos - Jae, lamento todo lo que te hice pero, no me arrepiento de nada, todo fue para que pudiéramos estar juntos, pero ya es muy tarde - sorbó su nariz - De igual manera... Si no eres mío, no serás de nadie mas - explicó al momento en que él menor sintió algo pinchandole el brazo, comenzó a llorar, temiendo por su vida.

El Park comenzó a llorar, pidiendo perdon e intentando no arrepentirse de su decision, estaba dispuesto a dejar al menor sin vida y luego suicidarse. Una parte de él creía que se encontrarían mas allá de la muerte y allí si serían felices, otra parte temía creyendo que el chico ni muerto volvería a quererlo.

Jinyoung atrapó los labios del menor en un beso, del cuál el apenas podía resistirse por el dolor que su brazo sentía. Al momento que dejó de intentar safarse debido que comenzaba a dormirse nuevamente, sintió que el peso que tenía encima se esfumaba en un segundo, logró a ver a Mark a un lado, pero este no le dio mucha importancia ya que se tiró hacia Jinyoung comenzando a golpearlo. Jackson despertó y llamó a las enfermeras mientras Yugyeom y Bambam se encontraban con una Sunyeon recién despierta llamando ala policía.

Literalmente solo un par de minutos después, Chan apareció junto con dos oficiales, y fue ahí que, mientras los dos hombres separaban a Mark y Jinyoung y se llevaban a este último, que uno de los menores se acercó a Chan.

- ¡Tu también estas detrás de esto! ¿Cierto? - Sunyeon lo miró con sorpresa mientras él bajaba la cabeza algo avergonzado, de pronto se vio en el suelo por una golpiza de Mark.

Tuan estaba furioso, en el momento en que se enteró de que estaba en el hospital, no dudo en comprar boletos de avión e ir a ver a su novio, era claro que se sentía mal por no haberse dado cuenta que estaba en peligro. Aún no entendía nada, el simplemente llegó y entró a la habitación donde se suponía que él estaba y encontró al chico sobre él con una jeringa clavada en el brazo de su pareja. No tardó ni dos segundos en reaccionar.

Había pasado una hora y por fin un hombre se les acercó, dijo que tenía veneno en su sistema, que por suerte no era mucho y se lo pudieron terminar sacando, así que por el momento, estaba fuera de peligro.

Bambam y Yugyeom estaban en la entrada del hospital, viendo como la policía se llevaba a Chan y Jinyoung, aunque al parecer, al Park lo iban a llevar a un hospital psiquiátrico. Ambos se sentían mal, estaban sorprendidos de lo ciegos que habían sido como para no ver que Youngjae estaba pasando por algo horrible.

[...]

Unos días ya habían pasado, y Youngjae ya se encontraba en su departamento. Mark, con la ayuda de Jackson, habian limpiado el desastre que había allí, estaba lleno de sangre, cuerdas y cuchillos por todas partes.

Ahora Youngjae se había quedado dormido en las piernas de Mark mientras veían una película, así que el mayor se ocupo de acariciar su cabeza hasta también quedar dormido.