Capítulo 5

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Volvimos a nuestras habitaciones porque había terminado el tiempo, Elsa se quedó hablando casi todo el día con un sirviente que se llama Daniel y le cayó muy bien. No hablé con nadie excepto dos, el sirviente que le había hecho una pregunta y Carter. Está siendo raro, me pareció conocer su verdadero yo y me hacía preguntas un poco raras. Menos mal que llegó Flor, logré escaparme pero sé que volverá a hacerme preguntas en cualquier momento. Tengo que estar preparada para esto y Elsa me miraba que estaba siendo muy pensativa. Sonreí para que se tranquilice y que no era nada importante.

- Elsa, mañana vendrá Max - le conté sin mencionar a Derek.

- ¿En serio? ¡Qué ansías! ¿Me acompañas? Me da vergüenza - me pidió Elsa. Esta vez no tengo mucha suerte.

- Claro, por suspuesto. Para esto, están las compañeras ¿No? - sonreí débil porque podía ver mucha felicidad en ella y no podía negarmela.

- ¡Gracias! Eres la mejor. Una cosa más, ví a Carter que tenía una cara rara y Flor lo abrazaba como si estuviera muy enamorada. Debió estar muy incómodo - me contó y arqueé una ceja fingiendo estar sorprendida.

- ¡Wow! Jóvenes de ahora - hablé como si fuera una vieja y ella frunció el ceño por mi respuesta.

Narra Derek

Fruncí el ceño al ver mis dos amigos riéndose como unos locos y como si estuviesen drogados. Voltearon para mirarme, me saludaron con la mano como siempre y me acerco hacia ellos. Max me preguntó si podíamos entrenar un rato y asentí con la cabeza mientras miraba cómo Adela hacía gestos raros con la cara, parece una nena. Me quité la remera, Max se quitó la remera también y Adela se sentó para ver el combate entre nosotros. Asiento con la cabeza como una señal de que estoy preparado y él hizo lo mismo también, empezamos a luchar, evito sus trompadas mientras espero que llegue el momento. Bajó la guardia sin darse cuenta, aproveché el momento y le dí una patada voladora hacia su hombro y él cayó al suelo bruscamente por el golpe que le dí. Adela gritaba mi nombre mientras aplaudía como si fuera un hombre viendo el fútbol y sonreí mientras le daba un guiño como agradecimiento. Max se quejó porque todavía no me podía superar, me encogí de hombros con los brazos abiertos y me puse la remera. Max le daba miradas asesinas a Adela porque ella se burlaba de él y salimos del entrenamiento. Fuimos hacia el edificio donde trabajo, escuché que vinieron unas sirvientes nuevas para trabajar y me decepcioné un poco porque sólo vienen porque estamos nosotros y no por el trabajo. Rasqué el pelo de frustración, Max me vió y puso su brazo alrededor de mi cuello.

- Tranquilo, amigo. Es la realidad triste de un hombre apuesto pero no estás solo. Tienes a Cece, Noah, Dave y Gael. También nos tienes a mí, Adela y Carter que somos tus compañeros - me animó Max cómo siempre y le agradezco por eso.

Llegamos al edificio a la noche, fuimos hacia mi oficina y estaban el mismo grupo de sirvientes de siempre. Estaban Carter, Cece, Dave, Noah y Gael hablando de algo. Cuando nos vió, nos saludaron haciendo la reverencia con la cabeza y nosotros lo hicimos también. Veo que Carter anda muy pensativo, me pareció raro porque raramente vez lo veo así. Decidí preguntarle para ver qué pasaba.

- ¿Qué pasa Carter? ¿Por qué andas muy pensativo? - pregunté y me miró como si no podía creerlo.

- Es que estoy sorprendido, sólo ustedes saben que soy tu compañero, trabajo disfrazado como un sirviente para ver si pasa algo y puedo entrar en acción. Nadie se dió cuenta excepto una chica que me descubrió, no sé cómo.

- Jaja, sabes que si una persona descubre que no eres un sirviente, no es una persona normal y debe ser una experta - dije porque pensé que me estaba haciendo una broma pero no, tenía una cara muy seria. Me puse serio.

¿Otra vez? ¿Sirvienta?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora