Pasaron tres días después de aquel momento, vino el médico de la nobleza, Edward le contó todo sobre mi condición sin omitir un detalle y volví a hacerme los chequeos pero esta vez el mismo médico me lo va a hacer. Todavía pienso en los resultados que me dirá el médico. No quiero aferrarme con las pocas esperanzas que me quedan porque no quiero ilusionarme antes y luego para que me diga los mismos resultados que me dijo la otra doctora. Suspiré frustada porque mis planes no salieron tan bien como pensé, ahora Edward y yo lo hacemos todas las noches. Me duele un poco el cuerpo, estoy agotada físicamente por esto.Lo único que no entiendo es que Becca está siendo diferente como si no pudiera decir algo en respecto con lo que está pasando. Sentí pena por ella, el imbécil de Edward está siendo indiferente con ella como si no existiera en su vida. Estoy por tener un crisis de nervios porque últimamente la situación va empeorando y esta vez lo hice todavía más peor. Me hubiese gustado no aparecer más en este hogar. Huir no es la solución, me dí cuenta de muchas cosas, tener una vida como la mía no es fácil para nada. Si haces algo pequeño por diversión y al día siguiente la gente ya sabría de todo esto. Veo que todavía no se enteraron de que Becca está esperando un hijo de Edward.
- Con sólo pensarlo, me duele la cabeza - pensé en voz alta.
Voy a ver cómo esta Becca, ya debería saber cual sería un niño o una niña. Estaba caminando en busca de Becca, la encontré comiendo en la cocina y me sorprendí. Corrí para detenerla, la detuví bruscamente y Becca se asustó un poco, frunció el ceño cuando vió que era yo.
- Qué estás comiendo? - le pregunté incrédula.
- Pan - lo dijo como si fuera muy obvio.
- Pero no es alimento, deberías comer bien por el bebé. Dejá que te preparo algo.
Empecé a preparar la comida que las mujeres embarazadas siempre comen. Después de veinte minutos, ya terminé de hacerlo y se le dí el plato para que coma y empezó a comer como si estuviese muy hambrienta. Ya iba con el tercer plato.
- Qué sucedió entre Edward y tú? No me quiso decir nada, pienso que tú sabes algo - le pregunté preocupada.
- Qué crees tú? No soy la heredera sino una sirvienta. Estoy esperando su hijo. Es lógico que reaccione mal y esté así.
- Pero las cosas pasan. Edward no me va a escuchar pero sé que tú me harás caso. Harías culquier cosa por tu hijo no?
- Sí, es el hijo del hombre que amo. Cómo me hubiese gustado nacer como tú, así podríamos estar juntos pero mirá cómo están las cosas ahora. Ni siquiera me mira.
- Sólo será temporal. Necesito que firmes estos papeles. Son para tu puesto de trabajo. No es un trabajo impresionante pero si eres buena en esto, podrías ganar la fama.
- Qué tipo de trabajo es? - me preguntó interesada.
- Necesitan una líder que guie a los voluntariados para ayudar a la gente pobre. Juntar dinero o ropa o comida para donarlos pero para hacer esto, necesitan ayuda de un líder.
- No soy buena en esto.
- Es lo que hay. Es único trabajo que podría hacerte famosa en poco tiempo si haces un buen trabajo. Te reconocerán, Becc...
Fui interrumpida porque alguien agarró bruscamente de mi brazo, solté un quejido de dolor, resulta que era Edward, nos miraba con el ceño fruncido. Miró los papeles, luego volvió a mirarme a los ojos.
- Se puede saber qué estás haciendo, Allisson? - jaló mi brazo para que esté cerca de él y puse mi mano en su pecho justo a tiempo.
- Fírmalo! - le ordené a Becca, ella se mostraba dudosa porque Ed le fulminaba con la mirada.
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¿Otra vez? ¿Sirvienta?
RomanceDespués de tres años, Allisson salió de su hogar por los problemas que había en su hogar y necesitaba despegar sus pensamientos y se fue bien lejos porque quería estar a solas pero se encuentra con Derek de una manera inesperada. Qué pasaría entre e...