¿Otra vez? ¿Sirvienta?

Capítulo 25

Nunca llegó hacerme algo porque habíamos escuchado llorar a Tyler, me salvé esta vez, salí del baño para tranquilizarlo y él cuando me vió, se calmó y escuché su panza gruñir del hambre. Volteé la cabeza para ver qué esta haciendo Derek.

Nos estaba mirando fijamente con los ojos casi cerrados como si estuviera sospechando algo.

- Tengo que darle comida, con su permiso - hice la reverencia.

- Está bien. Haz lo que tengas que hacer.

Agarré a Tyler, lo cargué y él rodeó sus brazos cortitos alrededor de mi cuello y escondió su cara en mi hombro. Me muero de ternura, es muy tímido, demasiado para mí. Derek abrió la puerta, lo miré a los ojos por un tiempo y él se dió cuenta, arqueó una ceja con una cara de qué?.

- Nada. Estaba pensando algo.

- Ah, se me olvidó de algo. Acércate, Allisson.

Me acerqué hacia él, agarró mi barbilla con su mano y me besó de una manera delicada. Parpadeé los ojos varias veces, intentando no sorprenderme más y Tyler no se dió cuenta todavía.

- Ahora si puedes irte. Y a la noche te quiero aquí. Para terminar lo que estabámos haciendo.

Sonrió malicioso, fruncí el ceño porque inconscientemente me hizo recordar de aquel momento y tuve que ir a la cocina porque no quiero que Tyler vuelva a llorar. Se está portando muy bien, me gusta. Es casi todo lo opuesto con su padre que es más coqueto y no conozco muy bien a Anne. Quizá lo heredó de su madre.

Me acordé que estamos en el edificio y no creo que haya cosas para los bebés. Tuve que preparar leche especial y lo llené en un vaso de plástico. Lo hice tomar con cuidado para no derramar la leche. Lo tomó sin protestar y también escuché cómo tragaba haciendo mucho ruido con su boca. Prometo comprar una mamadera, algunos juguetes y ropa para ti. Su manito agarró mi dedo índice, me sentí un poco emocionada y también estaba muy enamorada de ese bebé tan hermoso.

- ¿Tenías que ser tan lindo? Te pareces más a tu tía con esos ojos.

- Justo como lo supuse - escuché la voz masculina detrás de mi espalda. Me empalidecí al escuchar esa voz familiar.

- ¿Derek? ¿Por qué estás aquí? - le pregunté con nerviosismo.

- Iba a darte dinero para que compres cosas para el niño pero cuando llegué, sólo escuché el último comentario. Resulta que eres su tía y no su madre.

- ¿Te acordas de mi futura cuñada, la novia de mi tercer hermano Mike? Se parecen bastante - le dije una excusa muy creíble pero él es un tipo díficil y no se deja engañar fácil.

- ¿Otra vez con esas excusas?

- ¡Está bien! Es mi sobrino, el hijo de mi segundo hermano Rick. Nadie sabe de su existencia por eso ahora sé la verdad, Rick me pidió que le cuide.

- ¿Por qué no lo saben? - me preguntó confundido.

- Al parecer, tuvo un romance con una sirvienta y bueno pasó esto. Me dijo que había conflictos allá por eso me pidió que le cuide para evitar que le pase algo malo a Tyler - le expliqué un poco la situación.

- ¿Entonces por qué me mentiste que era tu hijo?

Me quedé callada porque yo tampoco sabía muy bien la razón. Tyler se quedó dormido otra vez después de tomar todo el vaso y acomodé a Tyler para que esté en una posición cómoda como siempre lo hacen las madres cuando terminan de darle la mamadera y luego le dan palmaditas en su espalda.

Suspiré porque no sabía donde acostarlo, Derek me leyó los pensamientos y me dijo que podía dejarlo en su habitación y lo acepté porque no tenía mucha opción y tendré que enfrentar las consecuencias por haberle mentido. Fuimos hacia su habitación y dejé a Tyler en la cama de Derek. Inhalé profundo, aguanté la respiración y luego exhalé todo el aire cuando ví a Derek que está enfrente de mí.