El color del amor (LGBT) *Completa*

La confianza

La confianza

André apartó inmediatamente a Sergi, le dio un gran empujón todo su cuerpos con las manos apoyadas en sus pectorales desnudos. Sergi calló de golpe hacia atrás y empezó a reírse.

-¿Pero qué coño te pasa, qué dices?¿¡Por qué me haces esto tío?!

Sergi encontró el momento justo y oportuno para hacerle daño. En el momento, en el que más le dolía a André, desnudo y vulnerable. No se podía callar más lo que sabía como decían Lia y su nuevo amigo Matías, ese misterioso chico que había aparecido de la nada, como por arte de magia, y que le estaba ayudando muchísimo, sin razón aparente.

Por otra parte André tenía ganas de llorar, no sabía que hacer, le gustaba Sergi... pero Luis. Sabía que Sergi era el hombre de su vida, se imaginaba toda una vida con él, se imaginaba su casa y sus hijos. Pero estaba cambiando, ya no era el frágil niño que había conocido el primer dia de clase, Sergi se estaba volviendo un imbécil, como lo era él, antes de que Sergi lo cambiara. Sería una mala influencia para él, ¿Sería su culpa? ¿Sergi estaba cambiando por él? Lo que más le aferraba a su lado era el hecho de no hacerle daño pero ¿Y si le lo hacía de todas formas? Luis nunca se comportaría así, de una forma tan infantil... tan inmadura, y si se estaba equivocando de persona. ¿Estaría luchando por una causa perdida?

-Te vi el otro día con él, no me mientas, se que estáis juntos, ¿Creías que no me iba a enterar?

-¿Pero qué cojones estás diciendo?¿Por qué te crees que estaba ahora contigo? ¿Por qué te habría dado a ti una oportunidad después de partirme la cara esta mañana?- Descendió una lágrima por la mejilla de André una como la de Sergi después de aquel dia en la torre. Por un momento el corazón de Sergi, lleno de furia, se revlandeció, viendo a André llorar por él, viéndole al fin vulnerable.- Jamás, JAMÁS te haría eso, nunca te pondría los cuernos con nadie. Sergi, te imagino como el hombre de mi vida, ¿Crees que lo tiraría todo por la borda por un simple profesor?

El hecho de ver a André mentirle le hizo recapacitar, se centró en la venganza, en esa de la que tanto le hablaban Lía y Matías.

-Como puedes ser tan cínico.- Sergi miró fijamente a los ojos a André, con odio, se levantó y comenzó a vestirse.

-Me puedes explicar que pasa, ¿Por qué me haces esto? Sergi, por favor.

-Déjame en paz, se que le besaste, lo vi, iba a buscarte y lo vi.

-¿Qué estás diciendo? Esto tiene que ser un malentendido. Yo no le besé, jamás lo haría. Te lo juro Sergi, por lo que más quieras, yo nunca lo haría. André seguía llorando.

-Deja de intentar disculparte, se lo que vi.

-¿No me crees? ¿No confías en mí?

-No.

Y en ese momento el corazón de André se rompió y el de Sergi aparentemente, se congeló por completo. André no mentía, había estado muy cerca de Luis, pero no se habían besado, fue el ángulo de visión de Sergi el que hizo que lo pareciera. Esa discusión, sin sentido, fue quizás, la coma de la historia de amor de Sergi y Andrés aunque no el punto y final, si lo fuera, este libro terminaría aquí.  

-Vale.- André se secó las lágrimas.- Entonces vete.- Sergi le miró.- ¡Que te vayas joder!- Se quedó mirándole un instante y decidió continuar.-¿Sabes que? Tienes razón, tendría que haberle besado, no tendría que haberme apartado. Lo hice por ti, ¿Qué tontería no?- Volvió a secarse las lágrimas.- Pensé que tú merecías más la pena que él, de hecho creo que hasta me he enamorado de tí, fíjate.-Se rio irónicamente.- Pero quizás me equivocaba y no merece la pena luchar por un final contigo.

-Gilipollas.- Dijo Sergi mientras cerraba la puerta, con desgana.

Se mentiría a sí mismo si dijera que no se arrepintió de haberlo hecho. Las lágrimas de André le dolieron mucho, pero decidió no prestar atención a ese dolor. Sentía que no quería ser manipulado más, ni por André ni por nadie, pero eso era imposible. Se alejaba de André mientras caminaba hacia su casa y quizás era él el único, o uno de los únicos que realmente se preocupaba por Sergi.

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-Julia.- André lloraba.

-¿Que?¿Que pasa André, estás bien?

-Creo que se ha acabado.

-¿Cómo?¿El qué?.- Hablaban por teléfono porque André no se sentía con fuerzas de salir de casa.

-Lo de Sergi, se ha acabado, siento molestarte.- Eran casi las 12:00 de la noche.

-Ey ey, no pasa nada vale, cuéntame qué ha pasado anda.- Y paso a paso André le explicó la situación a Julia.

-Julia yo le quiero.- Se había tranquilizado pero volvió a derrumbarse.

-Pero también quieres a Luis.

-Es distinto, Luis es distinto, es imposible.

-Pero el quiere, ¿Verdad?

-Creo que sí.

-Pues que le den a Sergi. Se ha ido por el lado oscuro.

-Pero Julia, el no es así, no era así.

-Desde que está con Lia y Matías ha cambiado, demasiado, le están comiendo la cabeza.

-¿Matías?

-Sí es el nuevo amigo de Lia, lo conoció en su barrio. Es bastante raro, no creo que este actuando con buena fe y seguro que de un dia para otro desaparece, dejando todo el caos que está dejando a su paso.- (Así fue, de repente, desapareció).

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-Cuéntame.

-Pues básicamente hoy Sergi le ha partido la cara a André en educación física.

-¿Qué? Pero si le dijimos que no...- Lia interrumpió a Matías.

-Ya ya los se, pero no podía mas, hoy fue a pedirle perdón, tengo miedo de lo que haya podido hacer. ¿Y si lo han arreglado?

-No creo, después de lo mucho que hemos hablado con él es muy difícil que haya cambiado de opinión.

-Y ahora ¿Qué quieres hacer?

Era una buena pregunta, no lo sabía. Lia había actuado impulso tras impulso sin saber ni siquiera hacia donde la llevaban, pero avanzando porque Matías le decía que todo iba a salir bien. Ella solo sabía que quería a André, que no podía soportar verle con otra persona y que haría todo lo posible para que fuera así. Si tenía que seducir a Sergi lo haría, solo quería ver a André solo, o con ella, ojalá con ella, pero verle solo le valía.

-La fiesta ¿No?

-Por fin, ha llegado la fiesta.

-Queda solo una semana. Y todo explotará. Ahora tan solo hay que esperar, y continuar con el plan.

Un plan que no tenía sentido, un plan que solo buscaba hacer daño, uno que no traía ningún beneficio. Quizás la aparición de Matías fue lo peor que pudo pasar. A André, que estaba sin nadie por su culpa o al menos, sin el que podría haber sido su marido. A Sergi, que estaba solo, perdido y cansado. Pero sobre todo para Lia, porque quizás si no hubiera aparecido simplemente habría llorado y finalmente asumido su situación, y sin embargo, por culpa de él se convirtió en aquella en la que nunca quiso convertirse, en alguien tan frío y calculador que nadie se atrevía acercarse.

Todo por un personaje que dura tan solo unos capítulos, unas semanas en sus vidas, que desaparecerá y que nunca aparecerá en el juicio. Alguien sin pasado, que llegó, destrozó y se fue como si nada hubiera pasado.

-La fiesta, va poner fin a todo.- Y ambos, como dos gotas de agua, sonrieron.