La carrera

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La carrera.

-Sabes a whisky.- Lia se rio.

-Cállate.- Le dijo Sergi sacado su vena posesiva.

Finalmente Lia consiguió abrir la puerta y entraron al baño, mucho más grande y cómodo de lo que se esperaban. Sergi cerró la puerta con el pie. Todo fue rápido porque ninguno tenía prácticamente que desvestir al otro. Sergi no sabia que hacer, pero como le había enseñado André hizo como si supiera. Tomó la iniciativa en todo momento y Lia, que estaba preparada para lo contrario quedó increíblemente sorprendida y agradecida. Fue rápido y conciso, Sergi borracho pareció mucho más creativo, y con Lia mucho más que con André, aunque nunca serían conscientes.

Mientras tanto, André tras la puerta, escuchando lo que jamás quiso escuchar, los gritos de Lia de la mano de Sergi. Se quedó ahí, inmóvil, tras la puerta, sin entender nada. Y cuando dejo de escuchar, salió corriendo.

-¡Es un cabrón de mierda, le odio! ¿Me oís? ¡Le odio!- Se escuchó por toda la casa y al oírlo Sergi salió corriendo hacia él, Saray se levantó de inmediato y le abrazó.

-¿Queee, qué estás diciendo?- Sergi no podia casi ni hablar.-¿Yo no podi... podía ponerte los cuernos igua… igual que tú?- Empezó a reírse, Lia salió tras él.

-Lo siento André, yo pensé... pensé que habíais terminado.

-¡No quiero volver a veros en mi puta vida me entiendes!- Tras escuchar eso a lía se le desvanecieron todo sentimiento bueno que aun quedara en su cuerpo. Estaban gritándose en lados opuestos del salón, la gente acudía y formaba tapón tras ellos al ver el revuelo.- ¡Es mentira! ¡Yo no le bese! Fuiste tú el que lo viste mal. ¡Jodeeer!- La voz se le quebró mientras gritaba.

-¿Te parecería muy bonito nooo? Liarte con tu profesor, ponerme los cuernos. Pues yo también pue… puedo ponerte los cuernos a tí.- Volvió a reírse.- Maricón de mierda.

-¿Qué has dicho?

-Maricón - de - mierda.- Le patinaban las palabras. André se acercó hacia él, más cabreado que nunca y le dio un puñetazo en la mandíbula izquierda. Sergi sólo pudo acertar un golpe en el ojo de André que hizo sangrar de nuevo su ceja aún sin cicatrizar. Por eso Sergi, borracho, acabó en el suelo, mientras que André, que resistía mucho mejor el alcohol, se mantuvo en pié sin problemas.

Toda la gente a su alrededor les gritaba que pararan, sobre todo a André que aun con Sergi en el suelo, continuó pegándole.  Cuando al fin consiguieron separarse Sergi se levantó, con dificultad, por culpa tanto del alcohol como de la paliza, pero más por culpa del alcohol.

-Vámonos, por favor.- Le dijo Julia apoyada por el resto de amigas. Entonces el móvil de André sonó.

-Sí.- Su rostro cambió por completo.- No, Sergi no está en condiciones de ir, voy ahora mismo, no os preocupéis.

-¿Qué pasa André?- Preguntó Jimena.

- Es la madre de Sergi,  me ha llamado porque él no le cogía el teléfono y el mío fue el segundo que se le ocurrió. Su padre ha vuelto a su casa, no para de gritarles aunque no es capaz de abrir la puerta, están aterrorizados.

-Tienes que avisar a Sergi. No puedes ir tú solo.

-No, solo sería un estorbo. Adiós.- Salió corriendo, aunque le costaba pero lo hizo. Sabía que Sergi haría lo mismo, que ahora fuera un imbécil no era culpa de su madre y su hermano.

No paro de correr, tardaría bastante pero al menos llegaría. Cuando pasó por el centro de la ciudad, algo le detuvo, algo que no se esperaba.

-¿André?

-¿Luis?

-¿Qué te pasa?¿Estás sangrando?

-El padre de Sergi está en su casa y intenta entrar para darle una paliza a su madre, así que me la suda si estoy sangrando. Adiós, si me doy prisa llegaré antes de que ese mamón entre.- Luis se dio cuenta de que no había tiempo para más preguntas, pero tampoco podía quedarse ahí, sin hacer nada. Así que corrió tras él, como André había hecho el día en el que esa misma llamada le llegó a Sergi.

Cuando llegaron vieron al padre gritando por la ventana que abrieran, dando golpes en el cristal. Ninguno de los dos tenía aliento pero Luis sacó fuerzas para hablar con Andre.

-¡Tú llama a la policía!

-Pero...- Luis le miró increíblemente serio y comprendió que era inútil llevarle la contraria, sabía que la madre de Sergi no quería que la policía se involucra, por eso no había llamado antes, pero Luis le hizo comprender que la situación lo requería. Marcó los números rápidamente y se puso a hablar con comisaría.

Mientras tanto Luis se acercó al padre por la espalda y le inmovilizó lo más rápido que pudo, con un golpe en la nuca lo atontó y dejó de resistirse. Mientras que esperaban a la policía y con la situación bajo control Andre llamó a la puerta.

-Abridme, por favor. Soy André.- Fue el hermano de Sergi él que tuvo el valor de abrir. Las sirenas de policía se escuchaban de fondo y vio como los comisarios corrían a ayudar a Luis, él les explicaría la situación.

-¿Dónde está Sergi?- Su madre lloraba sin parar. André no sabía cómo abordar la situación así que decidió decir la verdad.

-Ha bebido mucho, nos hemos peleado... Lo siento.- Corrió a abrazarla.- Yo no quería hacerle daño.- La madre le apartó rápidamente.

-¿Pero está bien?

-Sí, está en casa de Mar, solo un poco aturdido.- La policía entró al fin en la casa junto con Luis mientras se llevaban al padre detenido.

-¿Quién es él?

-Luis, me ha ayudado.

-Por favor, traed aquí a Sergi, lo necesito, os lo pido por Dios.- Luis y André se miraron.

-Vamos ahora mismo.- Dijo André. Se lo debía, acababa de dejar a su hijo en el suelo. Los policías se quedaron tomándose declaración, ya estaban mas calmados, debían ir a por él.-Llegaremos enseguida.

-Vivo aquí al lado, vamos en mi coche, no pienso volver a correr.- Dijo Luis en cuanto salieron de la casa. Mientras caminaban hacia allí continuaron hablando.- Me puedes explicar que acaba de pasar.

-Sergi se emborrachó, se tiró a lía en los baños, me llamó maricón de mierda, nos pegamos. Su madre me llamó por teléfono porque él no contestaba, el padre de Sergi pegaba a su madre cuando eran pequeños, ya me vi en una situación igual a principios de curso con Sergi, no había vuelto a dar problemas hasta hoy, no podía traerme a Sergi así que decidí venir yo solo.

-¿Y por qué no llamas a la puta policía?- Luis estaba cabreado, muy cabreado, llegaron al coche y se subieron.

-La madre de Sergi nunca quiso poner una denuncia, ni involucrar a la policía en ello, siempre le quito importancia. Supongo que no comprendí que debía llamar hasta que tu me lo dijiste.

-Dios mío, ¿puedes dejar de traerme problemas André Vidas?

-Lo siento, lo siento muchísimo, todo esto es por mi culpa.

-No, no es tu culpa, en absoluto es tu culpa. ¿Cual es la casa?

-La grande de ladrillo.- Se quedaron en silencio toda la recta hasta que llegaron.- Vamos.- Dijo André.

-No, eso está lleno de alumnos, ni de coña. Entra tú.

El color del amor (LGBT) *Completa*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora