El color del amor (LGBT) *Completa*

El perdón

El perdón

Luis abrió la puerta. Vio a André y deseo simplemente besarle, pero en los adultos, el orgullo, es demasiado fuerte. Hacía dos días que no sabía nada de Andre. Dos días en los que André se había preparado para todo lo que se le podía venir encima.

-Hola.

-Hola.- André tras responder se le quedó mirando fijamente, esperando alguna debilidad, algún gesto que le invitara a entrar. Nada.- Puedo pasar, necesito hablar contigo.- Luis hizo un justo bastante borde con la cara y le dejó pasar.

André se sentó en el sofá, se había memorizado ese apartamento como su propia casa.

-¿Quieres un té?- Preguntó Luis.

-No, gracias.- La casa se quedó en silencio hasta que comenzó a sonar la burbujeante agua hirviendo del té de Luis.

-¿Qué querías decirme?- André resoplo, Luis lo sabia perfectamente y también sabia lo que le costaba pedir disculpas. No estaba haciendo nada para ayudarle.

-Vengo a pedirte disculpas, me pase, estoy muy estresado, la situación que me rodea es complicada y me pasé.- Igual que lo había hecho la pasada noche.- Soy un idiota.

-Yo también me pasé, te agobie y no debí hacerlo, lo sé y lo siento. Pero André, yo tengo claro que lo dejaría todo atrás por ti. No quiero hacerme ilusiones. Necesito saber si tu sientes lo mismo o menos.

¿Lo estaba, estaba dispuesto incluso a dejar a Sergi atrás por él?

-Si.- Luis estaba apunto de sacar un papel del cajón del escritorio pero noto un gesto extraño en André.

-¿Algo más que decirme?

-No, nada más.-Mentira.

Su móvil vibró en el bolsillo. Julia habia creado un grupo que se llamaba "Lia" y un mensaje "Chicos necesito que vengáis lo antes posible al hospital, a la habitación de Sergi, tengo que contaros algo muy importante".

André miró a Luis, le dio un beso y se despidió con un "me tengo que marchar, hay noticias de Lia, lo siento". Luis le dio el beso y le vio marcharse, cerró el cajón que había abierto. Cada vez le quedaban menos días para darle la noticia y nunca encontraba el momento.

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-¿Se puede saber por qué tienes tanta prisa?- Dijo André nada más llegar.

En la habitación del hospital ya estaban el resto de los integrantes del grupo. Cuando vio a Segi y todo fue incómodo, como si las mentiras y los secretos se apoderaran de esa habitación llena de amigos. Todos hablaban unos con otros y le preguntaban a Julia que estaba pasando.

-A ver, tranquilos todos por favor. Hace un par de días me llamo Lia, he estado meditando mucho tiempo como explicaros todo así que creo que lo mejor es que la escuchéis.- Julia sacó su móvil del bolsillo y entró en la aplicación de Archivos.

-¿Grabas todas las llamadas telefónicas? Lo digo por ir con más cuidado.- Dijo André.

-Sí, ¿Algún problema?¿Algo que esconder?- André y Sergi se miraron.

-No no, nada, curiosidad.- El resto de amigas volvieron a hablar entre ellas rompiendo el silencio que Julia había logrado.

-Silencio por favor. Os pongo la llamada.

-"Me mudo a Madrid. Solo llamo para decir que lo siento. Siento lo que te he hecho a ti, lo que les he hecho a todas las demás. Lo que le he hecho a André. Lo que le he hecho a Sergi, sobre todo lo que le he hecho a Sergi. Siento haber desaparecido, aparecido y jodido. Siento haber destruido parejas, siento no haber llorado, siento no haber ido a verle después del accidente. Siento no haberme despedido de nadie, ni siquiera de ti. Siento lo que os he hecho a todos, tanto daño. No volverás a oír hablar de mi, os lo debo, es lo único que puedo hacer para compensarlo. Díselo a todos por favor."- La voz de Lia se reprodujo en el móvil de Julia.

-Virgen santa.- Dijo Sergio cuando terminó el audio, a todos les apeteció reírse ante su reacción pero no lo hicieron por respeto.

-¿Has intentádo llamarla?- Pregunto Saray.

-Si, dice que el número al que llamo no está disponible, o me ha bloqueado o a cambiado de tarjeta SIM.- Todos se quedaron en silencio.

-¿En serio os da pena?¿Después de todo lo que nos hizo? Se está haciendo la víctima.- André no estaba con el humor adecuado para entender los sentimientos de Lia en esa llamada.

-André, comprenderla, tiene que estar destrozada.-Dijo Naiara.

-Normal, a muchos nos ha destrozado la vida sabes.

-Pues yo la veo arrepentida.- Dijo Julia.

-Venga por favor...- André no entendía cómo la podían creer.

Sergio no decía nada, estaba impactado y sabía que todo lo que dijera iba a repercutir en su contra. La creía, era probablemente el que más daño sufrió por ella pero se creía que estuviera arrepentida.

-Pues yo había pensado en ir a buscarla, no puede desconectar así sin más.

-Julia no eres el casco azul de Gijón.- Dijo André.

-Yo creo que eso es demasiado Julia.- Dijo Sergi.

-Era mi mejor amiga y desaparece así, de repente, no me puedo quedar sin saber que pasa, que es de ella.

-Es que tu no eres la que se tiene que sentir mal.- Dijo Naiara.

-No, pero está claro que ella ya se siente mal, siempre fantaseábamos con irnos a Madrid después de terminar Bachiller, voy a intentar cumplirlo.

-¿Te vas a marchar tú sola?- Dijo André.

-Me acompaña Abel.

-Está bien, adelante, vete.

-¿Queréis que le diga algo de vuestra parte?- André pensó en responder "que se valla a la mierda" pero no quería ser tan burdo.

-De mi parte dile que si quiere decirme algo me lo diga a la cara. Lo siento chicos, me marcho vale, os quiero un montón.- Dijo para rebajar la tensión del resto de la conversación. El resto fueron dándole mensajes a Julia hasta que ella y Sergio se quedaron solos.

-¿Qué quieres que le diga de tu parte?

-Dile que la gente logra perdonar si el culpable insiste en pedir disculpas.

Sergi sabía que la perdonaría, que todos la acabarían perdonando. No entendía por qué huía. Quizás tenía miedo a la respuesta, algo compresible, o quizás seguía siendo igual, no había aprendido nada y no quería mostrarse débil ni dejar de lado su orgullo. Pero evadirse nunca era una opción, él había intentado evadirse una vez y por poco había acabado con su vida.

A el le había perdonado la persona que pensó que nunca le volvería a mirar. André Vidas. Lo hizo por qué insistió más que nadie. Con ello aprendió, que todo el mundo perdona si el que lo hizo se muestra verdaderamente arrepentido. Todo el mundo perdona, pero si llegas tarde, aunque perdone, la otra persona habrá pasado página y no estará interesada en volver a por tí.