El color del amor (LGBT) *Completa*

El rencor

El rencor.

Estaban en clase de EF, Gabriel les había explicado en que iba a consistir la clase. Defensa personal. Todos se organizaron por parejas y Sergi y André se pusieron juntos, como no.

-Venga va dame.- Dijo André

-¿Qué dices?

-Que sí venga, como el la cama.- El resto del grupo se rió, pero lo dijo lo suficientemente bajo como para que Gabriel no escuchara nada.

-¿Me estás diciendo retando? Preguntó Sergi, perdiendo la paciencia. Se suponía que la clase no debía poseer contacto físico, se suponía.

-Sí, sí siempre te digo que algún día tenemos que luchar tú y yo.- Insistió André.

-Anda déjate de gilipolleces.

Lia observaba todo a su lado, en una semana se había ganado con creces la amistad de Sergi, y por ello también la del resto del grupo. Rezaba en silencio para que Sergi se controlara, ya lo habían hablado muchas veces, querían ser capaces de averiguar cuánto tardaría André en revelarle a Sergi que se había besado con Luis. Faltaba una semana para La Fiesta. El resto de la clase ya habían empezado a hacer amagos de golpes.

-Te faltan narices, pero como para todo en la vida.- André solo vio el puño de Sergi golpeándole en la cara. No escuchó nada más hasta tiempo más tarde.

-¡¿Qué cojones haces?!- Dijo Julia impactada. Fue la primera en agacharse a socorrer a André, que no dejaba de sangrar por la ceja. Había caído al suelo y le costaba reaccionar; ni él, ni nadie de la clase se lo esperaba, menos Lia, ella lo supuso desde que André abrió la boca.

Gabriel se acercó.- Sergi, a Jefatura.- Tomó entonces conciencia de lo que había sucedido, de lo que había hecho y no se lo podía creer. Había dejado a André en el suelo, sin remordimiento alguno. Estaba furioso, pero ¿Tanto como para hacerle daño?

-Gabriel, ¿Puedo ir al servicio por favor?- Preguntó Lia al profesor con el único fin de hablar con Sergi. Gabriel acepto. Salieron los dos a la vez.

-¿Me puedes explicar que acaba de pasar, te has vuelto loco?

-Te juro por mi vida que yo no quería, no lo he hecho a propósito, me siento fatal, soy un imbécil. En vez de hablar las cosas voy y le hago eso. Le dio un simple beso a Luis, quizás ni se lo dio, y voy yo y le dejó inconsciente en el suelo.

-Ala, no estaba inconsciente. Quizás no se merecía tanto, pero él no es un bendito. Escúchame.- Lia decidió que era momento de establecer contacto físico, como le había dicho Matías. Le acarició la nuca y luego su mano despidió suavemente por su espalda, dejando finalmente su mano en ella.- No te preocupes, lo hiciste sin querer vale.- Con su otra mano le acarició la mejilla.- Sergi como acto reflejo comenzó a caminar, incómodo, y la mano de Lia se quedó atrás.

-Da igual, en fin, hablaré con él.

Dos días de expulsión. Habrían sido más si Lia no le hubiera acompañado, sus padres conocían al Jefe de Estudios, Alejandro y hablaron personalmente con el.

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-Es que no lo entiendo, ¿Por qué?

-No se, ¿Le has dicho algo, has hecho algo que pudiera ver?- A André aún en el descansillo de los vestuarios se le caía una lágrima mientras sujetaba con una mano la bolsa de hielo en su ceja que seguía sangrando por momentos. En cuando Julia se lo dijo recordó su encontronazo con Luis, se sintió mal por dentro pero Sergi no tenía ni idea de eso.

-No, nada. No le he hecho nada.-Mentía.

-Pues entonces solo te queda ir a pedirle explicaciones.

-No, que me venga a pedir perdón él.- La vena chula de André, esa que gracias a Sergi había desaparecido, volvía a salir cada vez más.

-Tampoco seas así André.

-No voy a cambiar de opinión.- Se levantó y le preguntó a Gabriel si se podía marchar a casa, aceptó y así lo hizo.

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Sergi caminaba hacia la casa de André, barajando en su cabeza toda posibilidad de conversación. Ninguna fue la real. Las calles del barrio de André eran anchas y espaciosas con casas a los lados y no la mas grande, pero sin duda la mas bonita era la de André.

Cuando llegó al descansillo se planteó si dar la vuelta y no entrar, no enfrentarse eso, sabía que si le veía caería a sus pies. Pero picó, sin pensarlo, como todo. André abrió la puerta con el ojo morado y la ceja con una brecha.

-¿Estás bien?- Justo después de decirlo Sergi se sintió gilipollas, obviamente no estaba bien, por su culpa.

-Pues ya lo ves, por tu culpa con un ojo morado, ¿alguna cosa más?

-Si, lo siento, no se que me pasó.

-¿Se puede saber qué te pasa conmigo? Que llevas una semana entera evitándome. Yo no te he hecho nada.- Aunque por dentro dudó al decirlo por fuera se mostró increíblemente seguro.- Y vas y me pegas, sin razón, porque sí, ¿Soy tu saco de boxeo?

-Es que estoy harto de ser siempre el débil de la pareja, el pequeño, el que da pena. ¿Te das cuenta de ello? Provocándome siempre en clase, poniéndome en evidencia, pues he explotado André, he explotado. No soy tu juguete.

-A ¿no?.- Se acercó quedándose a pocos centímetros de él, como siempre, mostrándose como el más fuerte.

-No joder no.

-¿Estás seguro?¿acaso no es eso lo que te gusta de mí?.- Lo dijo ya a pocos centímetros de su boca.

-Para, se lo que intentas hacer.- Pero Sergi no se apartó.

André beso a Sergi y le agarró del brazo, le llevó hacia dentro y le lanzó al sofá cerca de la entrada. Y Sergi volvió a convertirse en el juguete de André, aunque él no quisiera, aunque supiera que antes que él había besado a otro, pero eso, en aquel sofá, con André pidiendole y haciéndole cualquier tipo de cosas le daba igual. Besó y besó, en cualquier parte, daba igual, todo lo que no habían hecho esas dos semanas lo hicieron esa noche, enfadados el uno con el otro, con arañazos, empujones, bofetadas. Todo valía en ese momento, en ese sofá. André queriendo marcar territorio, como al principio y Sergi dejando que lo marcara.

Se invirtieron los papeles entonces, fue Sergi el que empujó, pegó y arañó, con mucha más ímpetu de la que nadie se pudo esperar. Cuanto más tiempo pasaba más cabreo y enfado mostraba en todo lo que hacían. Los dos estaban entusiasmados e ilusionados por lo que estaba pasando, hasta que en el mejor momento de todos cuando estaban apunto de acabar Sergi, mientras besaba, susurro.

-¿Lo hago, o no lo hago mejor que Luis?