El color del amor (LGBT) *Completa*

El conflicto

El conflicto

-¿Cómo es que tienes tanta prisa?

Era Sábado y estaban en un bar cerca de la casa de Julia. Oscuro y misterioso, no ofrecía confianza, nada en la zona en la que vivía Julia ofrecía confianza. En un principio había quedado con Sergi pero cuando le vio iba acompañado por André, como siempre las últimas semanas que llevaban saliendo. Todo le iba bien, muy bien. No discutían, pasaban los días juntos, se querían, se querían muchísimo, todo era mejor de lo que ninguno podría haber imaginado.

-Tengo algo importante que contaros.-Paró y dio un trago al Nestea frente a ella.-Abel dejó a su novia por mí.

-Espera espera, ¿Abel tenía novia?-Preguntó André sorprendido.

-Sí.

-¿Y tú lo sabías y no dijiste nada?

-No, para mi Abel era un simple rollo, nada más, pero ahora de repente deja a la novia, con la que llevaba como 10 años con ella y resulta que está super enamorado de mí y se plantea hasta dejar las prácticas para no tener problemas legales. ¿Qué cojones hago? Yo no quería nada serio-Sergi puso cara pensativa, André puso cara de decepción, se esperaba un problema mayor, uno que mereciese la pena.

-Julia, siempre te lo digo, dale un voto de confianza, estate con él y si no estás cómoda entonces déjalo, no tengas pena. Pero dale una oportunidad al pobre chaval.-Dijo Sergi tras meditar unos segundos.

-¿Y cómo es que nos lo cuentas a nosotros y no a Lia?-André no entendía porqué estaban allí (Julia tampoco), ni porqué les había reunido con tanta urgencia.

-Se lo he intentado contar a pero últimamente está insoportable desde que...-Julia paró en seco.- Llevamos sin hablar tres días seguidos, de hecho no habla con casi nadie.

-¿Desde qué?-Dijo Sergi.

-Nada nada da igual.

-Julia...-André la miró fijamente, eso sí que le interesaba.

Ella sabía que no podía decirlo, que traicionaría a su amiga, que le haría daño, pero por otra parte Lia se lo merecía. Estaba enfadada con ella, muy enfadada, por cómo la trataba y a los demás. Así que Julia, por venganza innata en el ser humano, lo dijo:

-Lia está pilladísima por tí, André.-Este palideció, Sergi quiso mantenerse al margen.

-¿Qué?

-Desde antes de que os pillara en la torre. No se porqué pero la está cambiando muchísimo, ya ni la reconozco, es como si ahora no le importara nada ni nadie.

-Pero si ella sabe que soy gay.

-Si le gustas eso da igual André. Creo que deberías hablar con ella, quizás así cambiaría, entraría en razón, no se, algo.

-Claro claro, el Lunes en clase le habló en cuando la vea.-Comprendió la gravedad de la situación.

Se hacía de noche y se quedaron hablando de la vida, de sus noviazgos pero sobre todo de Lia.

Cuando se despidieron Sergi y André siguieron el mismo camino. Esa noche dormirían juntos, los padres de André estaban haciendo unos trámites en Francia. La madre de Sergi ya estaba mucho mejor (su padre seguía sin aparecer), les dió (a su madre y a su hermano) el teléfono de la casa de André por si acaso en algún momento le llamaban al móvil y no lo cogía, aún así lo tenía con sonido, siempre desde lo de su padre.

Cuando llegaron a casa de André Sergi se quedó impactado, era una casa moderna pero mucho más moderada y pequeña de lo que se imaginaba. Era monocromática, blanca y negra, perfecta para daltónicos y tenía un cierto estilo industrial.

-Bueno, esta es mi humilde morada, que te parece.

-Me la esperaba más grande.-Le miró, sonrió y le besó.

La primera estancia era un salón cocina.

-¿Vino o Whisky?

-¿El vino es demasiado cliché no?-La noche comenzaba bien.

-Whisky entonces.

-¿Es Irlandés?

-¡Yo que se!

-Pues esperemos que sí porque solo bebo whisky irlandés.

-Que tonto eres de verdad.- Le sonrió desde la cocina.

Bebieron, rieron, hablaron, tontearon. André se sorprendió esta vez, Sergi había mejorado mucho, de hecho, esta vez fue él el dominante en todo momento, fue él el que llevó la iniciativa, el que ordenó, el que marcó el recorrido por toda la casa.

Primero dio paso el sofá, con tranquilidad, despacio. Cuando pasaron a la cocina aumento la velocidad y también la temperatura de todo. Por eso continuaron en la ducha con agua fría y por último terminaron en la cama.

A las tres de la noche se durmieron, más bien André se durmió, Sergi se quedó despierto pensando en todo, recordó una a una todas las escenas que había vivido en esa casa. Cuando André se despertó Sergi ya lo estaba, tumbado en la cama mirando sus redes sociales. Cuando Sergi se dio cuenta susurro.

-¿Ha sido este el mejor polvo de tu vida?

-Si.-Sonrió.

-Pues el que viene ahora va a ser aún mejor.-Y antes de levantarse de la cama, como dijo Sergi, tuvieron uno mejor aun. Cuando terminaron desayunaron juntos y finalmente Sergi volvió a casa.

André le vio desde la ventana alejándose de su casa, aún no se lo creía, no se creía que Sergi Palacios hubiera hecho todo lo que le había hecho esa noche, noche que nunca, en su vida, olvidaría.

Al día siguiente André está nervioso, sorprendentemente. Tenía miedo de cómo utilizar las palabras correctas y sobre todo, tenía miedo a la respuesta de Lia. Cuando la vio a la llegada le pidió si por favor podía hablar con ella.

-¿Qué pasa?- Dijo Lia con un gesto alegre.

-Verás... ¿Es verdad que yo te gusto?-Lia palideció y tuvo miedo, muchísimo miedo.

-¿Quién te ha dicho eso? Julia ¿A sido Julia verdad? Hija de puta-André comprendió que no podía hacer nada, que ya era tarde.

-Tú responde.-Lia, con esperanza, esa que nunca perdió (ni tras esta conversación) respondió la verdad.

-Sí, es verdad, completamente vedad, desde hace ya bastante tiempo.

-¿Y hay algo que pueda hacer para que te sientas mejor? Lia yo soy gay, lo tengo muy claro, no hay posibilidad de...

Lía no escucho más, un golpe de realidad la sacudió como un accidente de tráfico sacude al conductor. Fué la sacudida definitiva, la que marcó el antes y el después definitivo, la que hizo que lo hiciera, que desembocara la tragedia. Fué la sacudida que lo cambió todo.