La amenaza

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La amenaza

André colapsó, nunca había tenido una relación seria, nunca había querido, ni siquiera tenía la respuesta clara, pero se dejó guiar por la emoción.

-Por supuesto.

Se besaron, pero esta vez no fue por instinto, fue meditado y pensado, anochecía y se comenzaban a ver las estrellas. Quizás fue lo más romántico que había sucedido entre ellos. Caminaban por el paseo, con el aroma a mar y el ruido de las olas de fondo. Caminaban de la mano, con la escalera abarrotada y sin complejos.

Por un momento, por una noche, ambos se sintieron queridos. Sergi se olvidó por completo de su padre y André se olvidó por completo de Italia. Comprendieron que ese era su lugar, que estaban juntos, que no se separarían (mentira). La gente no les miraba, realmente en esos momentos la gente no existía. Eran ellos solos, caminando y hablando de todo un poco, de sucesos, de sentimientos, de anécdotas.

-...Y el profe de filo le dijo "Tu fracaso es mi fracaso" y entonces Roberto le respondió que como no se le iban a dilatar las pupilas si le decía cosas tan bonitas y claro, pues todos nos empezamos a reír y siguieron tirándose fichas toda la hora, fue maravilloso. A día de hoy Roberto todavía no entiende qué le pasó ni por qué dijo todo lo que llegó a decir ese día.-Sergi le contaba a André una de las mejores anécdotas de primero de bachillerato.

-Pero en qué momento, osea, no lo entiendo.

-Yo siempre le dije a Roberto, desde el primer día, que el profesor, que se llama Alonso, estaba super enamorado de él.

-No entiendo que tenéis en este instituto con los profesores.

El teléfono de André. Era Lia, André cogió el teléfono.

-Lia lo siento pero es que estoy con Sergi y ahora no puedo hablar, te llamo más tarde.

-Bueno... vale... no pasa nada.-Y André colgó.

-¿Por donde íbamos?-Dijo, retomando su conversación con Sergi.

-Lo de los profesores en el instituto, yo tampoco lo entiendo si te sirve de consuelo. Mira a Julia con Abel, era su crush y siempre le daba algo cada vez que se lo cruzaba por los pasillos pero se sacan, cuantos, ¿Cuatro años? Si hubiera apostado ahora mismo estaría viviendo debajo de un puente. Aún no se como, pero ahora, se lo anda tirando por las esquinas.

La había colgado, Lia sintió un vacío en su interior, la había colgado por Sergi. La destrozaba, la destrozaba saber que por mucho que hiciera, por mucho que luchara, no era posible. Estaba realmente obsesionada, le veía en todas partes, le sentía, le escuchaba y a su lado se sentía inmortal. El sentimiento de protección, de bienestar, que le daba André, no se lo daba ninguna otra persona y Lia era completamente consciente. Estaba sola, perdida y sin opción a rescate.

-¿Dime Lia?

-¿Tú puedes hablar?

-Si, supongo, acabo de salir de casa de Abel, tengo que contarte algo, pero bueno, empieza tú.

-André me ha colgado el teléfono, sé que es una tontería, pero me ha dicho que estaba con Sergi y no podía hablar. Supongo que necesitaba contárselo a alguien.

-¿Estas bien?

-No, claro que no ¿Tú sabes lo que es saber que es imposible?¿Tú sabes lo que es que por mucho que luches, por mucho que hagas no lo vas a conseguir? Me veo obligada a rendirme Julia, me veo obligada a aceptar algo que me es imposible, a deshacer todo tipo de ilusión porque es IMPOSIBLE.

-A ver, escúchame, tienes que olvidarlo, está claro, esta situación no te hace más que daño Lia, te cambia, no puede hacerte tanto daño algo que desde un principio era imposible que pasara.

No podía escuchar a nadie, cada vez que lo pensaba entraba aún más en bucle, destinada a la catástrofe y nadie, podía salvarla. (Nadie lo hizo).

-No puedo Julia, no puedo. Le veo todos los días, me habla, me abraza, no puedo olvidarlo.-El bucle había comenzado.

-Lia, escúchame, claro que puedes, mírame a mí con Omar, mírame como estaba, pensaba lo mismo que tú pero pasé página y entendí que merecía la pena, de no haber sido por eso nunca habría conocido a Abel.

-Ya pero yo no soy así, yo no soy como todos. Ahora todos tenéis novios a todos os resulta fácil, quien se va a fijar en mí, nadie. André es perfecto Julia, es puto perfecto, es todo lo que busco en un chico, pero no, no puede ser porque está enamorado de Sergi.

-Lia, si te pones en ese plan no vamos a conseguir nada, cálmate.

-Es que no entiendo que tiene Sergi que no tenga yo joder.

-Polla Lia, tiene polla.

-Vete a la mierda.

-Lia es una broma.

-Pues no tiene ni puta gracia.

-Cálmate por favor.

-¿Crees que estoy para bromas?

La que no estaba para bromas era Julia, se estaba poniendo aún más nerviosa que Lia, su problema era mucho más grave que un simple amor no correspondido y como Lia siguiera así, no tendría a quien contárselo.

-Deja de decirme eso ¿vale?, no sirve para nada, nada sirve para nada, odio todo ahora mismo.

-¿Tú eres consciente de lo que te está cambiando un puto tío con el que ni siquiera tienes nada?

-Ahora todo el mundo me dice que he cambiado ¿Podéis iros a la mierda ya? No estoy cambiando, pero todos os juntais para hacerme la vida imposible, Sergi, Andre, tu, todos, ¿Por qué?¿Qué tenéis contra mí?

-Lia adiós, cuando te calmes llámame.

-Juró que algún día os acordaréis de esto.-(Lo harían)

Y así Julia se quedó sin contar lo que tanto importaba a su mejor amiga. Y así Lia amenazó a todo su alrededor, no mentía, Sergi y André se acordarían de ella el resto de sus vidas.

El color del amor (LGBT) *Completa*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora