El color del amor (LGBT) *Completa*

El día real

El día real

André comenzó a empezar todas sus visitas con un, “Hola, por si me escuchas…” Le hablaba de las nuevas películas que salían en el cine, de los libros que leía, de lo que pensaba, le mantenía al tanto de la política, de actualidad y al fin y al cabo al día. También le contaba en ocasiones como iba su relación con Luis que incluso fue a verle algún día, cómo se había separado del resto y cómo Lia y como había hecho nuevos amigos.

Poco a poco fue aprendiendo a convivir con la situación y sobre todo se convenció de que Sergi algún día despertaría y comprendió que si no había muerto ese sábado por la noche era porque aún le quedaba mucho por hacer en el mundo. Sergi pasó de ser su ex a un ser como de la familia, una persona a la que sentía que iba a cuidar como un hermano el tiempo que fuera necesario.

André se distanció de todos sus amigos, no les había contado su relación con el coma de Sergi ni que su madre le quería literalmente matar. Cuando le preguntaban si iba al hospital a verle se veía obligado a decir que no. Cuando le preguntaban si podía quedar siempre estaba en casa de Luis. Cuando le preguntaban si iba a volver al instituto decía que no lo sabía y finalmente se aisló socialmente. Su vida se convirtió en las dos personas que más quería en el planeta, Sergi y Luis.

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Un mes después de todo lo sucedido, el día que llegó la carta del juzgado a casa de André, se estableció una cuenta atrás.

-¡Tienes que ir!

-Pero mamá, no hace falta, contaré la verdad y ya está, ¿No podemos ir por las tardes o los fines de semana?

-Ya has oído a tu madre, los Lunes, Martes y Viernes por la mañana tenemos que ir a los despachos del abogado, no hay más que hablar.

-¡¿Pero por qué me tengo que defender si no tengo nada que ocultar?! ¡No le matamos!¡No le empujamos!¿De qué quieren que nos defendamos en el juicio?¡No tenemos nada de lo que defendernos!

-¡André estás acusado de intento homicidio con otras tres personas entiendes y si lo estás es porque realmente hay dudas, así que vas a ir a un puto abogado para que se asegure de que no tengas que cumplir una condena injusta! No hay más que hablar.

Cuando terminó la discusión André únicamente se encerró en su habitación y rompió a llorar.

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Abrió la puerta del apartamento de Luis con las llaves que éste le había dado y vio la carta del juzgado sobre la mesa del salón.

-A tí también te ha llegado.

-Sí, está mañana.

-¿Vas a preparar él juicio?

-Sí, tengo un amigo que estudió derecho y lo prepararé un poco con el un par de días antes.

-Mis padres me obligan a ir al bufete de mi abogada Lunes, Miércoles y Viernes por la mañana lo que queda hasta el juicio, van a ser las semanas más largas de mi vida.

-¿Por la mañana? No podrás ir a ver a Sergi.

-Ya lo sé, lo he intentado, pero mis padres se han negado, son los únicos días que la que para ellos es “La mejor abogada de Asturias” está disponible. Se lo contaré a Sergi mañana.

A Luis le costaba entender como André estaba convencido de que Sergi le escuchaba. Sobre todo temía que con esa idea en la cabeza se hiciera falsas ilusiones. Sin embargo apoyaba a André en todo aquello que se le ocurría porque sabía que en esos momentos, lo único que necesitaba su compañero, era apoyo.

-¿Como se ha tomado Julia que le dijeras que no esta vez?

-¿Como sabes que me lo ha pedido de nuevo?

-Hoy estaba preguntando a Jimena en clase si debía preguntarle o no de nuevo si ir a tomar algo. André, si las sigues diciendo que no vas a perderlas por completo.

-Ya sabes que no puedo mentirles a la cara Luis.

-Pues no les mientas, diles la verdad, diles lo que pasó.

-Y qué pasa si las llaman a declarar Luis, qué pasa si se ven obligadas a contar todo lo que yo les cuente.

-André te estoy emparanoiando. Si no quieres contárselo no se lo cuentes pero no puedes encerrarte en tu madriguera y pasarte el resto de tu vida acostándote conmigo y hablándole a alguien que no te responde.- Luis se arrepintió de sus palabras en cuando termino de decir la última sílaba. Medía cada una de sus frases lo máximo posible para no cometer ningún error, para no decir nada que pudiera herir a André. Sin embargo, en este caso, sus palabras no parecieron ofender a su compañero.

-Está bien, llamaré a Julia para tomar algo.

-¿En serio por primera vez me vas a hacer caso?

-Cállate.- Intentó decirlo lo más serio posible pero se le escapó una sonrisa.

-¿Qué me calle?¿Estás seguro?

-No hace falta, ya te callo yo.- Y André comenzó a besarle.

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-Hola, por si me escuchas. Te prometo que he hecho todo lo posible por pararlos, pero tengo que empezar a ir al bufete de abogados. Ojalá pudiera seguir pasando todas las mañanas contigo pero ahora solo nos veremos dos días. Siento dejarte solo, espero que no me guardes rencor. No se lo digas a Luis, que igual se enfada.-Se rio de su propia broma.-pero si fuese por mí me pasaría día y noche aquí hasta que despertases, te lo juro.-Le agarró la mano y le dio un beso. Se quedó ahí, en silencio, como siempre acababa haciendo cuando se quedaba sin cosas que decir. Esperando a que de una vez por todas Sergi Palacio despertara.