Sé que es más cálido donde estás y qué es más seguro a tu lado, pero en este momento no puedo ser lo que quieres, sólo dame tiempo.
Si tú y yo podemos pasar la noche, si tu y yo podemos mantener vivo nuestro amor, lucharemos.
Podemos encontrarnos en...
Seguí caminando junto a Natasha, el espectro nos llevó a un precipicio, ahí nos dijo que teníamos que sacrificar lo qué más amas.
Peleé con Natasha, estaba tan desorientada que no use mis poderes contra ella, no quería eso, no quería lastimarla.
Pero al final termino de la manera que no quería, Natasha había saltado detrás de mí, sujetándome con una cuerda.
-No intentes usar tus poderes, se que puedes, pero por favor no... Todos estos años he querido traer de vuelta a los demás... A todos ellos, a nuestra familia-. Dijo Natasha mientras solo era sostenida por una de mis manos.
-No Natasha... No a este costó... Te amo, no me dejes-. Dije tratándo de sujetarla mejor.
-Tú ibas a dejarme... Por favor déjame ir-. Dijo y yo sentí como las lágrimas caían por mis mejillas.
-No puedo-. Dije mirándola con dolor.
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-Te amo Wanda, cuida de nuestra hija, dile que mamá no podrá estar... Por favor... Está bien-. Me dijo pero para mí nada estaba bien.
-¡No! No me hagas esto, por favor, no... Te amo, no-. Dije y ella me dio una leve sonrisa.
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Para después arrojarse al precipicio mientras yo gritaba, estaba tan aturdida que no puede salvarla.
Grité con dolor, mirando el cuerpo de mi esposa inerte en el fondo del precipicio, el dolor era insoportable, luego una luz me envolvió, dejándome inconsciente.
Abrí los ojos, con la respiración agitada, sudor corriendo por mi frente, mire a mi alrededor.
Escuché un quejido a lado de mi, gire mi rostro solo para ver a Natasha quejándose.
Rápidamente la agite un poco, sabiendo que lo que soñé era producto de una pesadilla de Natasha.
-Despierta, hey... Soy yo, solo soy yo-. Dije cuando abrió los ojos desorientados.
-Wanda-. Dijo Natasha acariciando mi rostro.
-Tranquila, estamos bien-. Le dije besando su palma.
