Sé que es más cálido donde estás y qué es más seguro a tu lado, pero en este momento no puedo ser lo que quieres, sólo dame tiempo.
Si tú y yo podemos pasar la noche, si tu y yo podemos mantener vivo nuestro amor, lucharemos.
Podemos encontrarnos en...
Natasha estaba de espaldas a mi, bese su hombro y me senté en la orilla de la cama.
Luego suspiré y me levanté para poder colocarme el pantalón.
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-¿Qué pasa? ¿Algo nos quiere invadir de nuevo?-. Dijo Natasha adormilada y yo rei girando para verla.
-No, estamos de luna de miel-. Le dije y ella asintió.
-Ya, ya me acordé... ¿A dónde vas?-. Dijo Natasha y yo subí a la cama tomando su mano.
-Vamos... Hay que salir, solo nos quedan dos días más... Hemos estado aquí más de una semana-. Dije y ella gruñó.
-Bien... Deja me cambió-. Dijo y yo rei usando mis poderes, empujándola de la cama.
-¡Eso no es divertido!-. Gritó arrojandome una almohada.
-¡Para mí si!-. Grité mientras corría hacia el baño.
-Te odio tanto... Quítate el pantalón-. Dijo Natasha abriendo el cuarto de baño.
-¿Enserio?-. Dije enarcando una ceja.
-No idiota, me has quitado las ganas de tener sexo, solo ponte algo más cómodo, te dará calor y no se porque demonios te pusieron un pantalón en la maleta-. Dijo tomando su cepillo y la pasta de dientes.
-Creo qué estaba aún dormida cuando me lo coloque-. Dije comenzando a quitármelo.
-Pues su guapetona-. Dijo y yo rei mirándola.
La empuje aún lado y tome mi cepillo, Natasha me hacía muecas mientras estábamos ahí, yo le saque la lengua haciendo que el líquido blanco de la pasta cayera por mi barbilla, provocando que Natasha riera.
Golpe su hombre y enjuague mi boca para ir por algo más cómodo, me cambié al igual que Natasha, algo fresco para este calor.
Ambas salimos de la habitación, Natasha llevaba una pequeña maleta, donde según ella llevaba todo lo necesario.
Caminábamos por la orilla de la playa, mire hacia atrás para ver algunos en el agua y otros caminando hacia los hoteles con toallas en sus espaldas.
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