Sé que es más cálido donde estás y qué es más seguro a tu lado, pero en este momento no puedo ser lo que quieres, sólo dame tiempo.
Si tú y yo podemos pasar la noche, si tu y yo podemos mantener vivo nuestro amor, lucharemos.
Podemos encontrarnos en...
Me senté pidiendo mi orden, aunque solo era café, la señorita asintió y se fue.
Mire a mi alrededor, Natasha estaba en unas mesas atrás de mi, sonreí de nuevo cuando la chica me trajo mi pedido.
-Cuando sugerí que tomáramos un café juntas, en un local, no quería beberlo mientras estamos en mesas separadas y en una misión-. Susurré mirando alfrente.
-Pero al menos estamos bebiendo café-. Dijo Natasha y yo gruñó por lo bajo.
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-Oh dios... ¿Cómo me enamoré de ti?-. Dije apretando los labios.
-Te enamoraste de mi por que soy irresistiblemente sexy-. Dijo Natasha y yo rodé los ojos.
-Eres una idiota, todavía estoy enojada contigo por esto... ¿Sabés?-. Dije tomando un sorbo de mi café.
-Lo sé, después de esto te llevaré a una verdadera cita, mi amor-. Dijo Natasha y yo sonreí como idiota.
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-Ya par de tórtolas-. Escuchamos la voz de Sam.
-Vuelve a interrumpir mi plática con mi novia y créeme, lo que le pasó a tus alas será poco comparado con lo que planeó hacer-. Dijo Natasha y escuché a Sam decir que el no dijo nada.
-¿Wanda? dime qué ves-. Dijo Steve derrepente.
-Unos pocos oficiales, una pequeña estación, calle tranquila, es un blanco ideal-. Dije mirando a mis alrededores.
-Hay un cajero en el sur... ¿Eso que quiere decir?-. Dijo Steve y yo rodé los ojos.
-¿Cámaras?-. Dije por que la verdad no sabía por qué quería saber eso.
-¿Y eso qué significa?-. Dijo Steve y yo gruñi jugando con mi cuchara.
-Las vías de escape se reducen-. Dije recordando las mismas palabras que Steve me había dicho en un entrenamiento.
-A él no le preocupa que lo vean, no tiene miedo. ¿Ves ese camión en la calle?-. Dijo Steve y cambie mi vista al camión.
