Sofía una chica muy dulce, tierna, amable pero¿ todo esto cambiará por culpa de Sebastián su MATE?, Sebastián es el alpha de la manada Light Moon, el es muy cruel con los de la manada pero no sabe que su vida sufrirá un cambio radical con la llegada...
Comienzo a removerme en la cama, sintiendo a mi pequeña a lado mío, por instinto la pego más a mí, su delicioso aroma me vuelve loco.
Abro los ojos acostumbrándome a la luz que entra por la ventana, una vez ya despierto definitivamente observé a mi mate que aún estaba dormida profundamente, tomo en cuenta cada uno de sus detalles, es hermosa, inconscientemente mis manos viajan a su rostro, comienzo a acariciar delicadamente las mejillas de mi Sofía, quien comenzó a despertar lentamente, sus hermosos ojos se abrieron, haciendo así que en mi mente se guarde la mejor de las imágenes, además que también regresaron los recuerdos de la noche anterior, haciendo que tenga problemas ahí abajo.
- Hola hermosa- le susurre sobre sus labios.
-Buenos días, Sebastián- dijo tallándose sus hermosas esmeraldas.
Parecía una pequeña niña tan tierna, tan dulce, aunque ahora ya no es inocente, ayer la hice mía, me alegra mucho haber sido el primer, último y único hombre en su vida.
Estuvimos unos minutos en la cama abrazados, mi luna era acariciada por mí, disfrutaba de mis caricias tanto como yo disfrutaba dárselas.
Unos minutos después ya teníamos hambre los dos, por lo que decidimos ir a comer, pero obviamente primero tuvimos que bañarnos.
Mi mate se levantó cubriéndose con una de las sábanas en dirección al baño, para mi suerte mi ropa estaba completa de cierta manera por lo cual me coloqué el pantalón.
Mientras mi luna estaba en la ducha, yo bajé a buscar nuestras maletas en recepción, regresé inmediatamente, Sofía aún no salía de la ducha, mientras tanto decidí esperar a que ella abandonara el baño para así yo ducharme, me puse a revisar el teléfono acostado en la cama, tenía mensajes de Fernando.
FERNANDO:
Buenos días alpha, no ha habido novedades en la manada espero que disfrute sus vacaciones con su luna.
SEBASTIÁN:
Gracias Fernando, estaremos unos días más de viaje, te informaré cuando vayamos a regresar.
Con eso dejé el teléfono a un lado, al ver que mi luna tardaba en salir del baño decidí ir a acompañarla en la ducha.
Ella me aceptó gustosa y nos bañamos juntos entre besos y caricias por parte de los dos.
Al salir ella tomó un vestido que la hacía ver como una diosa.
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