Es Jueves por la tarde, mañana será el gran baile de navidad y yo aún no tengo idea de que es lo que me pondré.
Salí de mi habitación en busca de mamá, era la persona perfecta para ayudarme a encontrar el vestido correcto. En serio no miento cuando digo que mi mamá es la persona perfecta, pues es diseñadora de modas.
Fui hasta su habitación, al parecer no había rastro de ella. Toque al armario que esta dentro de su misma habitación.
—¿Quién?—se escuchó desde adentro.
—Soy yo.
—Pasa—yo hice lo que me indicó.
Al parecer no se estaba vistiendo ni nada por el estilo, estaba arreglando todo el calzado que tiene, que a decir verdad tiene muchísimos pares, entre tenis, zapatillas, botas y demás.
—¿Que se te ofrece, amor?
—Ma, necesito tu ayuda urgentemente.
—Te escucho— me prestó atención.
—Necesito que me acompañes a comprar un vestido para mañana.
—¿Mañana? ¿Que se celebra mañana?
—Mamá, es el baile de navidad, ya lo sabes.— la miré obvia.
—No estaba enterada que ibas a ir. Por cierto, ¿Con permiso de quien?— dijo bromeando.
—Mamá no tenemos tiempo para tus bromas—reí.
—Tienes razón—tomó su bolso y las llaves de la camioneta—Vamos antes de que se haga mas tarde.
Llegamos al centro comercial, y fuimos directo a la tienda que mas me gustaba en cuanto a vestidos Sherri Hill.
Hay vestidos de todo tipo, de coctel, de noche, para una fiesta sencilla, lisos, con brillos, olanes, bordados. Me encanta esta tienda.
—Bueno amor, ¿Que tipo de vestido estas buscando?
—De noche—soltó una pequeña risa.
—Lo se, pero ¿Que es lo que buscas? ¿Olanes? ¿Brillos? ¿Que color lo quieres?
—Madre, sabes que detesto los olanes, los brillos me encantan, así que buscaré uno que tenga un poco o muchos brillos—reímos— Y bueno, del color aún no se.
Mi madre sabe a la perfección mis gustos, así que confío en que pueda encontrar un vestido que me agrade. Mientras yo buscaba por un lado, ella buscaba más opciones en otra área.
Después de un rato de buscar entre miles de vestidos escogí dos que me agradaron para probármelos, mi mamá se acercó con dos vestidos mas y me los entregó.
Fui a los probadores, el primer vestido que me probé, bueno ninguno era vestido completo, consistían en un crop top y una falda. Pero bueno, el primero que me probé era color rojo, muy lindo, pero había algo que no me convencía.
El segundo era color palo de rosa, solo que con la falda larga.
Cuando me vi en el espejo, pude notar que se me veía muy bien, pero no me sentía segura de mí, ya que el vestido estaba muy escotado del pecho para mi gusto. Así que decidí probarme el tercero.
También consistía en un crop top brilloso color azul y una falta pequeña del mismo color.
Me gustaba, me quedaba muy bien pero la verdad es que no me encantaba.
Me probé mi ultima opción un vestido largo con brillos de arriba a bajo, color azul marino, que desde que me lo puse me encantó.
Sali para que mi madre me lo viera puesto.
—Mi amor, te ves hermosa—sonrió al verme.
—Gracias, ma. Me encanta el vestido.
—¿Entonces quieres ese?—yo asentí con la cabeza—Bueno, entonces ve a vestirte para poder pagarlo.
Hice lo que me indicó. Mi madre pagó el vestido, y fuimos a casa.
***
A la mañana siguiente me desperté a las nueve de la mañana, hoy por suerte no tuvimos clases, solamente era el baile de navidad.
Bajé a desayunar, y al parecer ya se encontraban todos en el comedor.
—Buenos días—salude a todos los presentes.
—Buenos días amor—dijeron mis padres al unísono.
—Buenos días dormilona—dijo Brooklyn.
—Buenos días hermana—dijeron Romeo y Cruz al unísono.
—¿Como amaneciste princesa?—preguntó mi padre dandole un sorbo a su café.
—Muy bien, pa.
—¿A que hora se irán hoy?—preguntó mi madre a Brooklyn y a mi.
Genial, ma.
—¿Se irán?—la miró extraño.
—Se van a ir juntos, ¿No?
—¿Irás al baile?—ahora a la que miraba raro era a mí.
—Si.
—¿Y con quién iras?—me miró serio.
—No te interesa—conteste rápido e introduje comida a mi boca.
—Kendall—me llamó la atención mi padre.
—Iré con... con Chris—dije muy nerviosa.
—Tú no entiendes Kendall—negó con la cabeza.
—¿No entiende qué?—preguntó mi padre. Genial imbecil, ahora explícales que eres un celoso psicopata.
Bueno ya, no es para tanto Kendall, relájate.—Nada—dijo Brooklyn y siguió comiendo.
Mis padres pusieron cara de confundidos pero aun así se limitaron a hacer mas preguntas.
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Siempre fuiste tú. •Tom Holland•
FanfictionAun después de la distancia, decepciones y amores pasajeros, ellos están destinados a estar juntos y eso nadie lo podrá cambiar.