Narra Kendall.
Hoy era el día de mi cumpleaños, me levanté temprano para arreglarme e ir a casa de mis padres a desayunar.
Cuando salí de mi habitación Freddie estaba en la sala haciendo nada, escucho mi presencia y salió de su trance.
—Kendall, querida— se acercó a mí— Feliz cumpleaños.
—Gracias Freddie— le correspondí el abrazo gustosa— ¿Seguro que no quieres venir?
—No, querida. No quiero incomodar, es tu día y es tu familia.
—Ya eres parte.
—Muchas gracias, pero ve a divertirte.
Aunque me hubiera gustado que Freddie me acompañara, salí de la casa sin él rumbo a la de mis padres. Pasamos un momento agradable igual que los años anteriores, los regalos y abrazos no faltaron, aunque el que si me hizo mucha falta fue Brooklyn, lo extrañaba demasiado.
Justo a las tres de la tarde Joey llegó por mi a casa de mis padres. Fuimos al cine y después a un restaurant. Me la estaba pasando increíble.
Ibamos de camino a mi casa, ya casi terminaba mi día y quería terminarlo bien, relajada y con personas importantes para mi, aunque muchas de estas se encontraban en otros países o estaban ocupados en la escuela como Rachel.
Cuando llegamos a mi casa todas las luces estaban apagadas, lo cual se me hizo raro porque según Freddie no tenia planes para hoy, pero bueno, algo ha de haber surgido. Entre y encendí el apagador.
—¡Sorpresa!—gritaron todos al unísono.
No supe que hacer, nunca me habían organizado una fiesta sorpresa. Había muchas personas aquí, a los primeros que vi, obviamente fueron los que estaban hasta el frente y mi mente aún no procesaba lo que estaba viendo.
Brooklyn, Tom y Rachel estaban aquí, en mi casa, justo ahora.
Corrí a abrazarlos, no tenía idea de que los vería tan pronto, pero ahora que están aquí, no quedaba mas que pasárnosla bien.
Tenía muchos sentimientos positivos encontrados, las lágrimas se hicieron presentes.
—Felicidades, preciosa—dijo Tom.
Mierda, Joey estaba justo atrás de mí. Espero que esto no sea un problema después.
—Gracias. Gracias por estar aquí.
—Broooooo, ya tienes dieciocho años, eres toda una anciana.
—Broo. Te extrañé.— lo abracé como nunca antes, extrañaba a este idiota como nunca.
—Yo también enana.
—Preciosa— dijo Rachel.
—Hermana— la abracé fuertemente.
Los presenté con Joey y al parecer a nadie le cayó bien. A Brook y a Tom por celosos, y a Rachel no lo se, eso es muy extraño en ella. Eso me desanimaba bastante. También les presente a Freddie, bueno, solo a Rachel y a Brooklyn ya que Tom ya lo conocía. Con él las cosas fueron bastante distintas, a todos les cayó bien y estuvieron platicando bastante tiempo. Freddie tiene algo especial, todos lo aman incluyéndome.
Estaban muchas personas en el lugar, personas que me había topado en la Universidad, sin embargo nunca había hablado con ellas. No me molestó en lo absoluto, solo quise disfrutar de la noche.
Conforme pasaban las horas, el alcohol iba incrementando.
—Amiga, ¿de donde es Joey? ¿donde lo conociste?— me preguntó Rachel.
—Va en mi clase, ahí lo conocí.
—Ya lo había visto antes, pero no se en donde, ni con quien, ni cuando.
—Seguro lo estas confundiendo.
—No, estoy segura de que es el mismo.
No le hice caso, estaba ebria, o al menos eso parecía.
—Vamos a bailar— dijo Brooklyn. Estaba ebrio y la música que estaba de fondo no era precisamente para bailar.
—Rachel quiere hablar contigo, invítala.
El se fue con Rachel, ella aceptó gustosa y ahora los dos hacían el ridiculo sin importarles nada.
El alcohol estaba invadiendo mi cuerpo, tanto que ya no sabía lo que decía, mis sentidos no estaban bien.
—Hola hombre araña— me acerqué a Tom que se estaba sirviendo un vaso con vodka.
—Hola Mary Jane— se notaba que estaba igual o incluso mas ebrio que yo— ¿Te sirvo?— asentí y le entregué mi vaso.
Estuvimos charlando mucho tiempo, tanto que se me olvidó Joey, no lo había visto en horas.
—Eres la mejor persona que conozco, no se que haría sin ti— dijo Tom tratando de no llorar. Lo abracé.
—Yo tampoco se que haría sin ti.
—Entonces vámonos.
—¿A donde?
—Ven a vivir a Nueva York conmigo. Vámonos ahora— tomó mi mano y se dirigía hacia la puerta principal, creo que hablaba muy en serio.
—¿A donde van?—preguntó Brooklyn.
—Nos vamos a Nueva York.
—Si llévatela, prefiero que esté contigo a que esté con Donner— dijo bastante borracho igual que nosotros.
—No, ¿a donde van?— nos interrumpió ahora Rachel, creo que la más consciente de los cuatro.
—A Nueva York— le respondí obvia.
—No se pueden ir ahora, ni en ese estado. Regresen y mañana se van.
—Esta bien— dijimos Tom y yo al unísono y regresamos a la fiesta.
Estuvimos ingiriendo más alcohol, tanto que yo ya no sabía lo que hacía, mis palabras eran incoherentes. Sentí que Tom me llevó a un lugar más solitario, yo no hice nada para detenerlo. Dijo una cuantas cosas que no entendí y luego me besó, le seguí el beso, lo extrañaba demasiado.
No nos despegamos en toda la noche, parecíamos la pareja perfecta y feliz que tenía años de noviazgo. A donde quiera que el iba, me llevaba, y yo hacía lo mismo.
Después de eso mi mente se puso en blanco, no sabia lo que hacía o decía. Espero que no haya hecho mas cosas de las que me pueda arrepentir mañana.
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Siempre fuiste tú. •Tom Holland•
FanfictionAun después de la distancia, decepciones y amores pasajeros, ellos están destinados a estar juntos y eso nadie lo podrá cambiar.