29. New York

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Narra Tom.

Me levanté y me duché lo mas rápido que pude ya que se me hizo un poco tarde y lo que menos quiero es perder mi vuelo.

No desayuné nada porque en serio voy tarde. Salí de la casa y subí al auto donde mi familia ya me estaba esperando. Apenas cerré la puerta y el auto ya iba andando.

Estuvimos sentados poco tiempo, pero ese pequeño momento fue perfecto para que mi cabeza diera vueltas, pensando en un mar de cosas, haciendo que me pusiera mas nervioso.

¿Qué tal si no consigo lo que quiero? ¿Qué tal si no me aceptan en ningún papel? ¿Qué tal si es más difícil de lo que creí?.

Toda mi vida está aquí, mis amigos están aquí, mi familia está aquí, realmente va a ser un cambio muy radical, pero los cambios nunca son malos. Voy a comenzar de cero en algunas situaciones de mi vida, tal vez en Estados Unidos encuentre a una chica con la que pueda estar libremente sin que nadie se interponga, sin que me tenga que sentir culpable por amarla.

Vi que Paddy estaba muy inquieto, eso llamó mi atención, él no se pone así a menos de que algo vaya a pasar y con esto me refiero a alguna sorpresa o algo por el estilo.

—¿Te encuentras bien?

—Si, si, muy bien—miro entre la multitud, se veía que estaba buscando a alguien.

—¿A quien estas buscando?

—Mmm... A nadie—sus mejillas se enrojecieron, eso significa que esta nervioso.

—¿Seguro?

—Paddy, ven a sentarte—le ordenó Harry.

—¿Están todos bien?

—Si, todo esta bien, solo que Paddy esta algo nervioso porque su hermano mayor se va a otro país—dijo Sam y le dio un codazo a Paddy para que ya se calmara.

—Esta bien—respondi no muy convencido.

—Por cierto Tom, creo que alguien te esta buscando—señaló atrás de mí.

No pude evitar voltear y ahí estaba la familia Beckham, mi segunda familia.

—Hermano, no puedo creer que te vas—dijo Brook, fue el primero en acercarse.

—Ni siquiera yo lo puedo creer.

—¿En serio te vas a ir hasta Estados Unidos?—pregunto el pequeño Cruz.

—Así es—le dediqué una sonrisa.

—¿Y ya no vendrás? ¿Ya no podremos verte?—dijo algo desanimado.

—Tratare de venir lo mas que pueda.

—¿Y me podrías traer un recuerdo?

—¡Cruz!—le llamó la atención Victoria a lo que yo solté una carcajada.

—Claro que te traeré algo.

—¡Si!—dijo feliz.

—Muchas felicidades Tom, esto es un gran paso en tu vida—dijo David.

—Muchas gracias.

—Nosotros también iremos a visitarte algún día—hablo ahora Victoria.

—Claro, cuando quieran.

—¿En serio te vas a Estados Unidos?—pregunto Romeo.

—Si.

—Cool. ¿Crees que puedas presentarme a alguien cuando vayamos a visitarte?

—Eso creo.

—Si se puede rubia, mucho mejor—rei, Romeo es tremendo.

—Así que... Te vas—se acerco Kendall.

—Me voy...

Pasajeros del vuelo 172 con destino a Estados Unidos, favor de abordar.

Me miro con melancolía y sin decir nada me abrazó, claro que yo le correspondí inmediatamente.

—Ve y da lo mejor de ti. No pares hasta lograrlo.

—Lo haré, lo prometo.

—Y no me cambies, solo yo puedo ser tu mejor amiga—dijo divertida.

—No lo haré, no hay nadie como tu—me volvió a abrazar y le di un beso en la frente.

Vamos Tom, dile lo que sientes, después de todo ya te vas ¿Que es lo peor que puede pasar?

—Te quiero Holland.

—Te quiero Beckham.

Quería decirle que aun la seguía queriendo, pero no como mi mejor amiga, sino como algo más, pero no era el momento, todos estaban aquí, su familia y la mía, aparte de todo no quería que la despedida fuera aún mas dura.

Fui con los demás y me despedí rápido, tomé mi equipaje y subí las escaleras eléctricas.

Aborde el avión, poco después me quedé dormido.

***

Me despertó la azafata diciéndome que abrochara mi cinturón de seguridad porque ya íbamos a aterrizar, yo lo hice.

Mire por la ventana, se veía hermosa la ciudad, edificios gigantescos por todas partes, el parque central, hasta pude alcanzar a ver la estatua de la libertad.

Baje del avión y fui por mi equipaje, seguido de eso fui en busca de un taxi para que me llevara a mi nuevo departamento.

Una vez en el departamento acomodé el poco equipaje que traía conmigo, no me traje muchas cosas, después de todo esta era mi nueva casa y con el tiempo iría comprando las cosas que necesitara.

Narra Kendall.

Tom abordó el avión, cuando lo vi irse, sentí que una parte de mi se iba con él, parte de mis locuras, parte de mis risas, parte de mis travesuras, parte de mi amor.

Espero que pronto venga de nuevo o que nosotros tengamos oportunidad de ir a visitarlo de vez en cuando, no he pasado ni un día sin el y ya lo extraño.

Será difícil la vida aquí sin él.

Siempre fuiste tú. •Tom Holland•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora