Siempre fuiste tú. •Tom Holland•

82. Eres una estrella

Narra Kendall

Tom decidió que fuéramos a su casa, dijo que me haría de cenar y que me consentiría mucho, yo obviamente accedí, lo extrañaba demasiado.

Llegando a su casa, hizo la cena, unos omelletes y un poco de ensalada a un lado. Disminuyó las luces del comedor y encendió unas velas rojas que tenían un aroma a frutas muy tenue.

—¿Quieres vino?—me preguntó y yo asentí.

Me sentía mucho mas relajada ahora que sabía que mi madre y el bebé estaban bien, seguramente mañana saldrían a primera hora.

—Te extrañaba demasiado—me dijo él.

—Lo se, yo también, justo hoy fue la última escena de la película, solo tengo que regresar a grabar esa parte, después de eso, estoy libre.

—¿Y ya podrás regresar?—me miró con felicidad.

—Si.

—Te acompañaré.

—¿Qué?

—Si, tengo unos días libres. Te acompañaré a grabar y podemos quedarnos uno o dos días en Los Ángeles—me parecía excelente idea.

—Claro, te llevaré a los mejores lugares.

Estuvimos platicando como siempre, pareciera que la conexión no se acabara así dejáramos de vernos un largo tiempo.

—Creí que estabas bien sin mi...—le dije de pronto y metí a mi boca una cucharada del omellete mientras miraba mi comida. Sentí su mirada fija en mi, pero aún así no quise voltear.

—¿Qué?—dijo como si aún no procesara lo que acababa de decir, con un toque de furia y confusión acompañado con tristeza y ternura. Lo miré— Amor, no sabes cuanto esperé este momento, lamento que hayas tenido que venir antes por la situación, pero igual agradezco que estés aquí.

—Es que...

—Entiendo que había días enteros en los que no hablábamos por el cambio de horario, pero eso no quiere decir que estaba mejor sin ti o que lo nuestro estaba mal.

—Pensé que si, es solo que al hablar con...—recordé a Tim.

Flashback.

—¿Y él por qué no viene a visitarte? Si yo tuviera una novia como tú, la vendría a ver seguido sin importar nada—tenía razón, tanta razón que me lastimaba si quiera pensarlo.

Fin del flashback.

—¿Con...?—me sacó de mi trance.

—Estaba con Tim en una cafetería, me preguntó sobre nosotros, le dije que estábamos distanciados y luego, bueno... Me dijo algo que me hizo pensar mucho.

—¿Qué te dijo?—preguntó impaciente y lo conozco tanto que se que estaba celoso.

—Que si él tuviera una novia iría a visitarla sin importar qué—respiró con cansancio.

—No se que pretenda Timothée contigo, pero había estado muy ocupado, nunca deje de sentirte cerca aunque estuvieras tan lejos y mucho menos dejé de amarte en todo este tiempo, ni siquiera creo que pueda dejar de amarte algún día.

—Me sentí mal por su comentario y lo siento.

—No, no es tu culpa pequeña, cualquiera hubiera dudado después de que le dijeran semejante cosa. Pero se porqué te dijo una cosa así.

—¿Por qué?

—No conozco a Timothée del todo, pero se que le gustas—¿qué? ¿Cómo es que sabía?