Siempre fuiste tú. •Tom Holland•

41. Puta traidora

Narra Tom.

Al siguiente día seguía procesando lo que había pasado el día anterior. No se porque le llamó si bien le dije que no quería que Bianca se enterara de que estaba aquí.

No tengo su número, no se donde se esta quedando, ni nada con que comunicarme con ella.

Le llamaré a Kendall para que le diga que le pido disculpas.

Llamada.

—¿Hola?—se escucho su voz ronca.

—Kendall, ¿Te desperté?

—Algo así.— no vi la hora y por el cambio de horario allá son las doce de la madrugada.

—Lo siento, pero necesito decirte algo.—le conté todo, desde que me mandó mensaje hasta el enfrentamiento que tuvo con Bianca.

—¿Es en serio? ¿Y por qué dejaste que se quedara en tu casa?— se oía molesta.

—Por ser tu amiga. Lo hice mas por ti que por ella, sabes que yo a ella ni siquiera la conozco.

—Ella nunca me dijo nada de ir a Nueva York— hubo un silencio algo incómodo— Le gustas Tom.

—¿Qué?

—No dudo que ella haya planeado todo esto para que terminaras con Bianca o algo así.

—¿Lo crees?

—Me cuesta hacerlo, pero si.

—Yo quería disculparme con ella, pero no creo que lo merezca.

***

Narra Kendall.

¿Por qué Karen haría algo así?, ¿Por qué nunca hablo de ir con Tom?, ¿Por qué lo ocultaría?

Si no iba a hacer nada malo, no había porque ocultarlo.

Ella sabía que me gusta Tom, y si lo sabía ¿Que necesidad de irse a quedar ella sola a su casa?

No puedo creer que Karen se atreviera a semejante cosa, que bajo ha caído y yo si la consideraba una amiga.

***

Narra Karen.

Ya estoy en Londres de nuevo, por suerte nadie se enteró de lo sucedido con Tom y su novia.

Hoy iba a ver a las chicas en casa de Kendall, nos íbamos a dar otro chapuzón. Justo lo que necesito para desestresarme de todo lo que me ha salido mal.

Llegamos a su casa y todo estaba normal, gracias a Dios.

Nos pudimos nuestros respectivos trajes de baño. Kendall se veía bien, muy bien en realidad y eso me molestaba.

—¿Que hicieron el fin de semana?—preguntó Rachel.

—Yo estuve en casa con mis hermanos—dijo Kendall. Me voltearon a ver esperando mi respuesta. Me puse nerviosa.

—Hee... Yo... Yo estuve en mi casa también—le di un sorbo a mi bebida.

—¿Segura?—preguntó Kendall incrédula.

—Si.

—Vi que subiste una foto con ubicación en Nueva York —mierda la foto, no la recordaba.

—Bueno, si. Fui y vine, nada importante en realidad.

—¿Y por que no nos dijiste? —¿que no se van a cansar de preguntar?

—Porque no fue nada importante.

—¿Y no te encontraste a Tom?—pregunto Kendall, yo me atraganté con mi bebida.

—No. ¿Por qué lo haría?

—Porque tal vez te estabas quedando en su casa— mierda, ya sabían.

—¿Por que no nos dijiste que irías? ¿A caso era algo malo?—dijo Rachel.

—¿Algo malo? Por Dios sería la última persona en hacer algo con Tom.

—¿Estas diciendo que no te gusta?—preguntó Rachel. ¿Ahora que les digo?

—No, no me gusta. Pero creí que eran mis amigas, no puedo creer que me crean capaz de hacer algo así. Y si, si me quede en su casa pero no pasó nada y no les dije porque no tengo que darle explicaciones a nadie.

Narra Kendall.

—No, no me gusta. Pero creí que eran mis amigas, no puedo creer que me crean capaz de hacer algo así. Y si, si me quede en su casa pero no pasó nada y no les dije porque no tengo que darles explicaciones a nadie.—se paro y tomó sus cosas para luego irse.

—Eso nos respondió todo.

—Claro que si Ken. Que puta traidora.

—Tú nunca me falles.

—Claro que no corazón, primero eres tu antes que cualquier chico.

Después de ese día no tuvimos contacto con Karen para nada. No hablábamos ni para las cosas mínimas, era como si se hubiera esfumado con el aire o algo parecido, pero así era mejor.