73. Ella es mucho mas bonita

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Narra Kendall.

No había tenido contacto con Tom, cosa que aumentó mi desconfianza. Hoy llegaba, necesitaba una explicación sobre todo esto, pero a la vez no quería si quiera verlo a la cara, tenía miedo, tal vez todas mis sospechas eran verdad, no lo se, decidí no irlo a recoger como acordamos cuando se fue.

Eran las tres cuarenta y cinco, el vuelo de Tom ya debió haber llegado. Estaba en mi trance pensado si estaba siendo exagerada con toda esta situación, pero es lo que siento, tengo algo de dudas, lo que menos quiero es discutir con él, es mejor que me calme y calme todos estos pensamientos antes de hablar sobre la situación.

Mi celular sonó, vi la pantalla, era Tom. No conteste.

Iba a tratar de asimilar las cosas, tratar de tranquilizarme en caso de que todas mis sospechas fueran verdad o mentira. Mañana lo vería.

Siguieron llegando varias llamadas y algunos mensajes a mi celular del mismo número, pero seguía decidida a no responder, ni siquiera miré lo que decían.

Tocaron el timbre de mi casa y fui a abrir. Era Tom.

Cuando abrí y me vio, se dibujó una sonrisa en su rostro, de mi parte no salió nada.

—Hola—me abrazó— Te extrañé.

—Hola, Tom.

—Am... ¿Todo bien? Te estuve esperando en el aeropuerto.

—No quise ir—me miró extrañado, con un poco de tristeza. Me sentí mal, pero recordé las fotos y me volví a enfadar.

—¿Por qué?

—Oh, no lo se. Tal vez creí que traerías a tu amiga contigo y sinceramente no quería verla—no sabía lo que estaba diciendo, me estaba dejando llevar por el coraje.

—¿Amiga? ¿Qué amiga?

—Tu dímelo.

—No se de que estes hablando.

—¿Quieres que te enseñe las fotos?

—¿Cuales fotos?

—Deja de fingir Holland. Las fotos en donde están charlando alegremente y ella te esta abrazando.

—¿La prensa esta inventando cosas?—dijo con cansancio—No te dejes guiar por lo que dicen— saque mi celular y le enseñé las fotos. Tomó aire pesadamente.

—¿Me vas a decir que eso es un chisme de la prensa? ¿Me vas a decir que ese no eres tú?—estaba empezando a exaltarme cada vez más.

—Si, si soy yo, pero no es lo que parece—él aún guardaba la cordura, lo cual agradecía, sino, estuviéramos matándonos.

—Explícame.

—Jake me invitó a un partido de golf después de una entrevista, me dijo que iban a estar algunos amigos suyos ahí. Llegamos y efectivamente estaban sus amigos junto a esa chica, fui a comprar una cerveza y ella me siguió, pedimos las cosas y ella puso su brazo en mi hombro, fue cuando tomaron la foto, yo se lo quité inmediatamente, porque supe que no estaba bien. De hecho me preguntó si tenía novia, claro que le dije que si y me dijo que quería conocerte.

—Pues si, ya que le quedaba decir.

—¿Me crees?— lo mire directo a los ojos, pero no dije nada— Nunca te haría daño y menos de esa manera, estuve tanto tiempo deseando tenerte a mi lado, que ahora que te tengo lo que menos quiero es lastimarte y perderte, eres lo mejor que tengo.

—Tom...

—¿Me crees?

—Es que ella es mucho más bonita que yo y...—me interrumpió.

—No digas eso, ella no te llega ni a los talones, tu eres la mas hermosa a lado de cualquiera, al menos para mi. No hay nadie que te iguale, no hay nadie que pueda entenderme tanto como tú, porque mas que mi novia, eres mi mejor amiga y no te cambiaría por nada— estaba dando un gran esfuerzo por no derramar ninguna lágrima.

La verdad es que después de todas esas entrevistas juntos en las que veía que a la mayoría de las chicas, sino es que a todas las chicas que nos entrevistaban, les gustaba Tom, eso creó una inseguridad en mi. Todas esas chicas eran hermosas, cada una a su manera, claro, pero aún así todas lo eran y sabia que darían o harían lo que fuera para que Tom las mirara. Tenía miedo de que después de mucho tiempo Tom se aburriera de mi y se fuera con alguien más, alguien mas bonita, con una figura mejor a la mía, tal vez con mas fama o no lo se.

—Tengo miedo.

—¿Miedo de que?

—De que te aburras de mi y te vayas con alguien mas.

—Ken, amor, no lo digas ni de broma. Yo quiero estar contigo, esto que siento por ti es una sensación sumamente nueva para mi, nadie me había interesado tanto como tú, nunca he amado a nadie tanto como a ti.

—Eres un amor—una lagrima rodó por mi mejilla, rápido la sequé.

—No llores—me abrazó, le correspondí el abrazo.

—Es que todas esas chicas...—me interrumpió.

—Cariño, yo sé exactamente lo que sientes, te comprendo, pero ten por seguro que a ti es a la única que quiero. No vuelvas a pensar eso ¿okay?

—Esta bien—Me hacía sentir tan bien y tan protegida, no quería que nunca se fuera de mi vida—No quiero que te vayas nunca—le dije.

—Ten por seguro que no lo haré, eres lo que mas quiero.

—¿Me lo prometes?—lo miré a los ojos, él limpió una lágrima que rodaba por mi mejilla.

—Te lo prometo pequeña. Pero tú prométeme que los dos vamos a trabajar en esto.

—Lo prometo.

—Te amo, hermosa.

—Te amo, precioso.

Siempre fuiste tú. •Tom Holland•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora