III

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POV Natalia

Salí de casa rápidamente cuando me di cuenta de la hora que era, mi reloj marcaba las ocho menos cuarto. Bajé las escaleras procurando no tropezarme mientras me ajustaba el cinturón.

Cuando llegué a la calle subí en la moto poniéndome el casco, miré hacia atrás para comprobar que no venía ningún coche y arrancar.

Lunes a primera hora, pensé intentando acordarme de que asignatura tocaba, fundamentos del arte, recordé. Cuando llegué al instituto aparqué cerca y corrí hacia el edificio. Subí los dos pisos corriendo dándome cuenta que ya llegaba quince minutos tarde.

Me paré a descansar unos segundos antes de llamar a la puerta, para recuperar el aliento. Llamé a la puerta y entré, el profesor me miraba con mala cara y esperaba alguna explicación.

-¿Que excusa tienes hoy Lacunza? -Preguntó serio.

-Me he dormido Matías. -Comenté segura y sonreí de lado.

-Tome asiento.  -Hizo una mueca de desagrado y continuó escribiendo en la pizarra.

Desde donde me encontraba miré a la clase, las primeras filas estaban todas ocupadas así que directamente caminé hasta el final de la clase. Me iba a sentar al lado de la ventana y así distraerme pero cambié de elección en cuanto vi a la rubia sentada sola. Caminé hasta donde estaba y me senté sin pensarlo dos veces.

-Buenos días nena. -Guiñé un ojo.

-Hola Natalia. -Me dijo mientras apuntaba lo que escribía el profesor en la pizarra.

-¿Qué cuentas? -Dije sacando mis libros.

-Nada interesante. -Se encogió de hombros y continuó apuntando, ni siquiera me miró.

Decidí ignorar la presencia de la rubia aún que a veces me era difícil no mirarla. El profesor pidió que préstamos especial atención a lo que iba a explicar ahora, pues ese trabajo contaría 4'5 puntos en la primera evaluación.

-Si hacéis este trabajo bien, tenéis prácticamente el trimestre aprobado. -Dijo el profesor apuntando las bases del trabajo en la pizarra.- El trabajo será en parejas.

Sonreí de lado mirando a Alba de reojo para ver cuál era su reacción, ella hizo lo mismo que yo, mirarme de reojo. Volví la mirada al frente y saqué una hoja para escribir las bases.

-Me temo que no me da tiempo a explicar todas las bases del trabajo antes de que se acabe la clase. -Dijo Matías.

-No pasa nada hombre, no se amargue. -Dije guardando mis cosas en la mochila.

-Aún así, -Continuó ignorándome completamente.- antes de salir voy a pasar mesa por mesa para apuntar vuestras parejas del trabajo. -Hizo una pausa.- Y podéis apuntar que el trabajo va sobre el movimiento renacentista.

-Hey Reche, ¿Con quién vas a ir?

-No lo sé... -Giró un poco si cabeza para mirarme.- ¿Tienes pareja?

-Sí. -Arqueé una ceja.

El nerviosismo se apoderó de su persona cuando escuchó mi respuesta y viendo lo cerca que estaba el profesor. No habló hasta que Matías llegó a nuestra mesa para preguntarnos.

-¿Lacunza? -Dijo apuntando mi nombre en su libreta.

-Dime profe.

-¿Con quién vas en el trabajo?

-Alba Reche. -Contesté segura y ella me miró de reojo.

-¿Seguro Alba? -Preguntó Matías.

-¿No te fías de mí? -Puse un puchero y el rodó los ojos.

Ganas de ti // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora