XII

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POV Natalia

Sus ojos me miraban curiosos, intentando descifrar el siguiente movimiento. Ni siquiera yo sabía que iba a pasar. Me acerqué un poco más hasta rozar sus labios, ella cerró los ojos y yo hice lo mismo. Subí una de mis manos y la posé en su mejilla para después iniciar un beso lento.

Ella estiró sus brazos y los pasó detrás de mi nuca, enredó sus manos en mi pelo mientras continuaba el beso intensificándolo. Bajé mi mano hasta su glúteo y lo apreté con un poco de fuerza haciendo que a Alba se le escapara un gemido. Mordí el labio de Alba antes de separarme del beso para tomar aire.

-Natalia yo... -Bajó la mirada al suelo.

-Perdón Alba. -Dije y ella dio un paso hacia atrás separándose de mí.

-Tienes novio.

-Lo sé, lo sé. -Mordí mi labio.

-Ha sido culpa mía. -Dijo Alba.

-No, no... No ha sido culpa de nadie. -Reí quitándole hierro al asunto.- Estamos cansadas. -Dije encogiéndome de hombros.

-Sí, estamos cansadas. -Sonrió de lado.- Vaya noche. 

-Mejor nos vamos a dormir y ya. 

Agarré la mano de Alba y salí del baño caminando hacia mi habitación. En casa de mi madre mi habitación era bastante más grande. Tenía un escritorio amplio, una cama de matrimonio, y un piano eléctrico. En las paredes del cuarto colgaban varios cuadros y fotografías con mis amigos, había una ventana que daba hacia la calle.

-La cama es grande, -Dije.- podemos dormir las dos en ella. Bueno, esa era mi idea si te molesta o algo puedo dormir en el sofá. 

-Qué va, está bien Natalia. -Me sonrió.

-Está puesta la calefacción, si tienes mucho calor me lo dices y la apago.

-No te preocupes, si yo duermo en pijama de verano siempre. -Se dio la vuelta para quitarse la ropa y ponerse el pijama, que consistía en un pantalón corto azul y una camiseta de tirantes ajustada blanca.

-A ver yo de normal duermo en bragas, pero me voy a poner un pantalón porque estás tú. -Dije graciosa.

-A mi me da igual, como si quieres dormir en pelotas. -Dijo.

-Qué declaraciones rubia. -Reí.

-No joder, no me refería a eso. -Se llevó una mano a la cara.- Bueno ¿Me has entendido?

-Sí, sí, que quieres que duerma en pelotas. -Bromeé.

-¡Qué no! -Se quejó cerrando sus puños y dando un paso al frente de forma adorable.- Que me da igual como duermas, jo Natalia, malinterpretas todo.

-Era broma. -Rodé los ojos. Me saqué el sujetador y me puse una camiseta blanca oversized, me saqué los pantalones y me quedé en bragas.- Pero ahora duermo en bragas.

-Que me da igual. -Rió.

-Ah. -Dije recordando una cosa.- Le voy a enviar ya un mensaje al capullo de Hugo para que mañana venga. -Agarré mi móvil comenzando a escribir.

-Sí, mejor... Así lo resuelves todo.

-¿Mañana te quedas a comer? -Pregunté.

-Ah, no sé. -Se encogió de hombros.- Lo que quieras.

-Vale, mañana te quedas a comer entonces. 

Terminé de enviar el mensaje y me acosté en la cama, Alba se acostó a mi lado. Yo miraba hacia la puerta y Alba hacia el otro lado. Cerré mis ojos intentando dormir pero no podía, había vuelto a pasar, la había besado. Esta vez estando cien por cien consciente de lo que estaba haciendo. ¿Qué excusa había ahora? Que estábamos cansadas, que no pensábamos con claridad... 

Ganas de ti // AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora