POV Alba
Cerré el libro cansada y suspiré profundamente. Me levanté de la silla para comenzar a guardar mis cosas en la mochila pues la clase ya había finalizado. Salí del aula con la mochila colgada de un hombro y encendí el móvil para enchufar mis auriculares en este.
Bajé las escaleras con cuidado de no tropezar y salí del instituto, caminé hasta un parque que quedaba bastante cerca y me senté en uno de los bancos. Me apetecía estar tranquila, aparte no quería cruzarme con Natalia. Saqué un libro de lectura y con música "chill" de fondo comencé mi lectura.
Las vacaciones de Navidad se acercaban, solíamos ir a casa de mi tía a pasar las fiestas, así poder estar con mi hermana también. Pero este año no, mi padre había decidido que sería buena idea pasar las navidades en el pueblo con mis abuelos. Así que el veintidós por la tarde iríamos hacia Elche y volveríamos a Madrid el treinta de diciembre, pues mi padre ese día trabajaba.
Mis amigos iban a pasar año nuevo en el pueblo de Sabela, pues sus padres le habían dado permiso para invitarnos. Yo no tenía muy claro si quería ir, teniendo en cuenta la cantidad de trabajo que ya nos estaban enviando para las vacaciones de Navidad. Por otro lado, me apetecía pasar año nuevo con Luis, es muy buen chico y aún que yo no sienta nada fuerte por él, esperaba hacerlo pronto.
Miré la hora, quedaban menos de diez minutos para que sonase el timbre que daba por finalizada la hora del recreo, así que guardé el libro en mi mochila y en menos de tres minutos estaba de vuelta en el instituto. Caminé hacia el patio para encontrarme con mis amigos y pasar los últimos cinco minutos charlando un poco.
-Hombre, Alba. -Dijo Marta.
-¿Dónde estabas cariño? -Preguntó Luis que enseguida se acercó a mí y rodeó mi cintura con sus brazo.
-Estaba fuera, leyendo.
-Que friki eres a veces. -Dijo Marta y Marilia le dió un codazo.
-Calla anda. -Rodó los ojos adorable.
-¿Qué leías?
-Entre visillos. -Contesté.
-¡Bua, que coñazo! -Soltó Dave.- Si es que yo ese libro no lo he entendio'.
Marta comenzó a dar su opinión sobre el libro, acto seguido comenzó a hablar Sabela. Mientras escuchaba la conversación miré alrededor, entonces la ví. Estaba caminando de la mano de Mikel mientras hablaba con María. No se porqué pero no dejé de mirarla hasta que hicimos un contacto visual que apenas duró un segundo, pues aparté la vista hacia otro lado.
-¡Eh Alba! -Llamó Marta.
-¿Qué?
-Madre mía, que empanada que estás... Como se nota que estás enamoradita... -Bromeó y yo reí bajo.
"Será por eso." Pensé.
-¿Qué querías? -Pregunté.
-¿Que qué clase tienes ahora?
-Ah... Pues... -Miré hacia arriba intentando recordar mi horario.- Fundamentos creo, o historia de España, no sé. -Reí bajo.
-Qué desastre hija. -Dijo Sabela.- Te toca fundamentos porque a mí ahora me toca historia y vamos a clases diferentes.
-Me salvas la vida. -Sonreí ampliamente.- Adiós chicas.
-Ey, ey. -Dijo Luis.- ¿No me das un besito?
-Perdona amor. -Me giré para dejar un casto y suave beso en la comisura de sus labios.
-¿Nos vemos luego? -Me preguntó él.
-Sí, claro.
-Oye, ¿al final vas al viaje este de la nieve? -Me preguntó.
-Sí, sí... Ya he pagado el último plazo. -Sonreí de lado.
Me despedí del resto del grupo con la mano y comencé a caminar hacia el aula. El viaje de la nieve, casi se me había olvidado que iba. Se lo planteé a mi padre y me dijo que él no pondría ni un euro para pagar ese viaje, así que busqué un trabajo en una discoteca cercana, como camarera.
Cuando mi tía se enteró de esto me dijo que ella pagaría todo, incluida toda la ropa que necesitaba comprar, pues no tenía equipaje de nieve. No pude rechazar su oferta, la única condición que me puso fue que dejara el trabajo de camarera y así hice. La carrera profesional de mi tía iba de todo menos mal, se podía permitir ese gasto. Sin embargo, mi padre no iba tan bien, ganaba lo suficiente como para poder pagar el alquiler, la comida y obviamente en alcohol.
Llegué a clase y me sorprendió ver a todo el mundo de pie contra la pared. El profesor miraba su libreta con el ceño fruncido. Carraspeé la garganta para que notara mi presencia, pero al no hacerme caso alguna decidí caminar al fondo con el resto de mis compañeros.
-Vale chicos, vamos a hacer un cambio de sitios. -Anunció.- Porque esta clase está siendo un desmadre total.
-Joder... -Oí a alguien quejarse por lo bajo.
-Vale, Cristina y Joana, aquí. -Señaló un lugar de la clase.- Marcos y Javier, aquí. Sandra y Héctor, aquí. -Así siguió un buen rato hasta nombrarme.- Alba, con Natalia, aquí. -Señaló una mesa, la tercera fila.
Tragué saliva fuerte y caminé a paso lento hasta la mesa, Natalia ya se había sentado. Me miraba mientras mordía la tapa del bolígrafo inquieta. ¿Es que acaso estaba nerviosa? Tomé asiento y saqué mi libro y mi carpesano, acto seguido abrí el estuche para sacar un boli y comenzar a jugar con este evitando la intensa mirada de la morena.
Cuando el profesor acabó de asignar los sitios anunció que ya había corregido alguno de los trabajo que le habían entregado y que estaba muy satisfecho hasta el momento con los resultados. También explicó que esa era una de las razones por la cual algunos estábamos sentados junto a nuestras parejas de trabajo.
Durante toda la clase no cruzamos palabra casi, lo único que hacía era mirarme. Me miraba de vez en cuando, no lo hacía de una manera discreta, sino que lo hacía para que me diera cuenta. La intentaba ignorar pero me ponía nerviosa, no podía evitarlo, Natalia me ponía nerviosa, solo... Ella.
-¿Vas al viaje de la nieve? -Me preguntó y el timbre sonó indicando el final de las clases.
-Sí. -Contesté mientras comenzaba a recoger mis cosas.
-Guay. -Me dijo y acto seguido se cargó la mochila a la espalda y salió de clase.
¿Qué coño le pasaba a esta tía?
Mi relación con Natalia se había enfriado, eso era obvio, pero a veces me confundía. Cuando estábamos con nuestro grupo de amigos no podía ni mirarme, se burlaba de mí a veces e incluso se metía con Luis, pero cuando estábamos las dos solas, cosa que pasaba raramente, era diferente. Cada vez que me miraba me daba la sensación de que intentaba descubrir algo en mí, como si quisiese atravesarme con sus orbes color chocolate.
Por suerte las vacaciones de Navidad estaba ya a la vuelta de la esquina y ese tiempo la perdería de vista. Bueno, aún que Marilia había decidido celebrar una fiesta el viernes veinte de diciembre, su excusa había sido que ya que no nos íbamos a poder ver mucho estas vacaciones debíamos despedirnos "A lo grande".
Según lo que ella nos había dicho, saldríamos de fiesta a alguna discoteca y después haríamos una fiesta de pijamas en su casa. Aún que fuésemos muchos, había espacio de sobra en la casa de la melliza de Carlos, pues pequeña no era. Aún no había confirmado mi asistencia, pero Sabela me había dicho que Natalia no iba a venir así que seguramente termine yendo yo.
No me gusta parar de hacer planes con mis amigos por la presencia de la morena pero prefería quedarme en casa adelantando deberes a pasar un mal rato.
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Capítulo más aburrido pero necesario, ahora se vendrán dramitas juju.
❤❤❤
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Ganas de ti // Albalia
FanficAlba es una estudiante de segundo de bachillerato que por motivos del trabajo de su padre se muda a otro barrio y se ve obligada a cambiar de instituto. Brillante estudiante y con un prometedor futuro en el mundo del arte, se calla muchos problemas...