Ganas de ti // Albalia

VI

POV Alba

Busqué en los armarios de la cocina hasta dar con el armario donde mi padre guardaba el alcohol. Agarré una botella de tequila, supuse que querría chupitos de tequila así que agarré un par de vasos de chupito, la sal y corté dos trozos de limón.

Dejé todo en la mesa de café que había en el salón. Natalia estaba sentada en el sofá y cuando me vio llegar me sonrió. Era raro, Natalia, una chica, que me... ¿Atraía? Me negué a mi misma esa posibilidad y actué con normalidad, ignorando esos pensamientos que más de una vez habían rondado en mi cabeza.

-Supongo que habrás bebido ya chupitos de tequila, ¿No? -Me preguntó.

-Sí... Pero hace ya mucho tiempo. -Rodé los ojos.- Pero me acuerdo.

-Está bien.

Me senté a su lado mientras ella servía la bebida en los pequeños vasos. Cuando terminó las dos pusimos sal en nuestras manos, ella me miró de reojo incitándome a que comenzara y así hice. Me llevé la sal a la boca y después agarré el vaso para tomar el trago, el fuerte sabor hizo que cerrara los ojos con fuerza. Tomé el trozo de limón y lo mordí absorbiendo su jugo.

-Nada mal rubia. -Me dijo Natalia que tomó su chupito acto seguido.

-Wow, que rapidez. -Rei bajo y ella también.

-Déjame probar una cosa... -Me miró de arriba abajo y juré ver cómo sus ojos oscurecían.

-Cla-Claro... -Balbuceé nerviosa.

-No te asustes.

Se acercó a mí lentamente, apartó con una mano un par de mechones de pelo que tenía sueltos y los puso detrás de mi oreja. Se acercó a mis labios y yo los entreabrí un poco esperando que me besara pero no fue así, bajó hasta mi cuello y pasó su lengua trazando una corta línea en vertical. Con dos de sus dedos agarró una pizca de sal y la pegó a la línea que había trazado.

Se separó un poco para sonreírme pícara, con su dedo índice acarició mis labios, que estaban entreabiertos aún, introdujo un poco el dedo e hizo presión hacia abajo para que abriera la boca. Agarró un trozo de limón y me pidió que lo sujetara con la boca, ella se sirvió otro vaso y me miró de nuevo, mordiéndose el labio.

Acto seguido agarró mi nuca con una de sus manos y se acercó a mi cuello de nuevo, esta vez con la intención de absorber la sal que había dejado pegada, después se tomó de un trago el tequila. Sin separar la mano de mi nuca se volvió a acercar a mí para arrebatar el limón de mis labios, nuestros labios rozaron. Natalia mordía el limón mientras me miraba, yo seguía con la boca entreabierta, procesando lo que acababa de pasar.

-¿Y rubia, qué te ha parecido? -Tiró el limón a la mesa de café.

-Bien... Osea, genial, no sé. -Me puse nerviosa y me odié por eso.

Bebimos un par de chupitos más, entre miradas y sonrisas.

-¿Te puedo preguntar una cosa? -Me dijo Natalia.

-Claro. -La miré.

-¿Por qué eres tan tímida a veces?

-¿Cómo? -No sabía qué contestar.

-Eso, a veces con Marilia eres tan tímida, con otras personas... Te veo tan "pequeña".

-No sé Natalia.

-Claro que sabes. -Rodó los ojos.- Conmigo a veces te pasa, aún que te suelo ver más nerviosa.

-No es eso... -Me rasqué el cuello.- Es que... No sé.