Ganas de ti // Albalia

V

POV Natalia

Terminé de ducharme y me sequé bien el pelo para después poder plancharlo. Eran apenas las siete y media de la tarde, habíamos quedado a las nueve en el descampado así que aún tenía tiempo.

Estaba en casa de mi padre, no me gustaba nada estar allá. Desde que mis padres se divorciaron mi relación con ellos se había enfriado bastante, tampoco parecía importarles mucho.

Mi padre rehizo su vida con una mujer llamada Lara. Ahora vivían juntos en un apartamento, eso no era lo peor. El hijo de Lara, Hugo, tenía un año más que yo y era un completo imbécil.

Por lo menos no todo eran cosas malas, mi hermano pequeño Mateo, el hijo de mi padre y Lara, era una de las pocas personas que me hacía sonreír. Era adorable, apenas llegaba a los dos años de edad y lo quería como a nadie.

Lara siempre se quejaba de todo lo que hacía o dejaba de hacer. Si salía con una chica, que debería salir con un chico, si salía con un chico, me iba a quedar embarazada... Así siempre, con sus locuras, no me dejaba vivir tranquila.

Lo peor era que mi padre ni siquiera se molestaba en defenderme, de hecho, todo lo contrario, defendía los ideales de Lara. Él nunca fue así, pero ahora sí.

Mi padre y Lara estaban en el cine y Mateo se quedaba hoy con mi abuela. Hugo estaría en su habitación jugando videojuegos como casi siempre.

Salí del baño envuelta en mi toalla y caminé por el largo pasillo hasta llegar a mi habitación, pero antes de entrar me vi interrumpida por una voz masculina.

-¿A dónde vas hermanita? -Me preguntó Hugo.

-No te importa. -Dije entrando a mí habitación y cerrando la puerta.

Me puse unos pantalones militares y un top negro a juego con las botas militar. Me maquillé un poco antes de arreglar la habitación.

Cuando ya era hora de irme cogí los cascos de la moto, iba a guardar uno en la moto por si acaso.

-Hey, toma. -Me llamó Hugo.

-¿Qué?

-Condones. -Me dijo y se rió.- Que los usas mucho.

-Eres un imbécil. -Comenté molesta.

-¿Imbécil? -Rodó los ojos.- Pues este imbécil tiene detalles de muchas cosas. -Guiñó un ojo.- Dale las gracias a Mikel, eh.

-Asco.

-¿Asco? -Arqueó una ceja.- Pues el no cuenta nada asqueroso, me hace a mí pensar en ello también... -Mordió levemente su labio.

-Estás loco. -Me marché.

Todo el camino fui pensando en lo que me dijo Hugo. En parte me sentí violada, Mikel compartiendo detalles de nuestras vida sexual a mi hermanastro.

Sí, Mikel y Hugo se conocen prácticamente de toda la vida, pero eso no le da ningún derecho a saber nada privado. Aparte de que Hugo era un baboso, no me quitaba ojo de encima y cada vez se volvía más incómodo.

Al llegar al botellón ya había bastante gente, busqué a mí grupo de amigos y no me fue difícil encontrarlos. Las horas pasaron rápido, bailamos, reímos, bebimos... No le había comentado nada a Mikel y no pensaba hacerlo, no ahora.

La vi, Alba, a lo lejos con Marilia y un par de amigos más. Me excusé del grupo un segundo diciendo que iba a mear y caminé hacia la rubia. Ella pareció verme, pues se apartó de su grupo y me esperaba mirándome apoyada en el capó de un coche.

-Rubia. -Dije acercándome a saludarla con dos besos.

-Hola Natalia. -Me dijo sonriendo de lado.