Mis pasos me llevan a la habitación, no puedo controlarlo , todo mo cuerpo quiere verla.No toqué la puerta como suelo hacerlo, lo primero que vi fue a ella, tan hermosa.
Me acerqué lentamente, sabía que yo me encontraba aquí, yo conocía todo de ella y ella tambien conocía todo de mi, bueno, mi manera de caminar.
Me senté en la cama y mi mamo temblorosa, ansiosa por tocarla , se acercó a su suave cabello y lo acaricie tan suavemente, me daba miedo hacerle daño.
-¿Cómo te sientes, princesas?.-pregunto con la esperanza de escuchar su voz , su dulce voz. Pero para mi decepción, no me contesta.
Vamos princesa, háblame.
-¿Comiste?.- iba a molestarme pero ella contestó negando con la cabeza, para mi era suficiente, pero no por mucho.
Solté un suspiro, sentí que Aisa se movió, pero mi mirada estaba dirigida a la pila de libros que había traído para que su humor mejorara, pero no lo había hecho.
Pensé muy bien todo antes de hacerlo, quería que Aisa estuviera tranquila y feliz, si no fuera por ese Matías, ella me hablara. Lamentablemente no podía retroceder el tiempo, pero si arreglarlo.
Tomé la sabana que la cubria, ella inmediatamente se sentó, asustada. La mire afligido.
No Aisa, por favor no me temas.
-Tranquila princesa, solo te quitaré la cadena.- ella asiente, todavía nerviosa, odio que me tema.
Debería amarme como yo la amo a ella.
Al liberarla, ella sin mirarme se levanta tambaleándose un poco. La admiro, es tan preciosa. Quisiera que me viera como yo lo hago, pero siento que ahora mas que nunca eso es imposible.
Pensé que al tenerla conmigo ella estaría feliz, me equivoqué, sin embargo por mas que quisiera que me amara, cualquier sentimiento que tenga por mi, me es mas que suficiente.
Sé que ella ansia que la vea cada tarde como yo tambien lo hago. Siempre quiero verla y escucharla. Aisa se ha acostumbrado a mi, eso al menos era un avance, que creo que se perdió por culpa de su amigo.
Si no fuera por Matías tal vez ella y yo fueramos lo que siempre quise y ella tuviera la sonrisa más grande de su vida, la que ansío ver en ella.
Me levanto sin siquiera pensarlo y camino a ella , quien está tranquilamente admirando la ventana. Me coloco detrás de ella con ganas de abrazarla, transmitirle mi cariño, pero no se como se lo tomaría así que solo opto y me conformo con estar cerca.
-Ya puedes salir a donde quieras- le digo con la esperanza que eso la haga emocionarse.
Si lo hizo.
-¿De verdad?- preguntó ell mientras se volteaba con un brillo en los ojos, uno que tenía tiempo sin ver.
Mis ojos se perdieron en ella, no por mucho tiempo, ya que no quería que pensara que era un loco. Aunque con tantas veces que me lo dice...
-Si.- le contesto seguro.- podemos ir a donde desees.
Al hablar su mirada decae un poco, se recompone en poco tiempo.
-Quisiera ir al patio.- anuncia en voz baja, con duda. Odio que me tema.
Lo odio mucho.
Sin decirle nada me volteo y camino hacia la puerta esperando que me siga, estuve a punto de voltearme ya que no escuchaba sus pasos, sin embargo empezó a caminar así que yo seguí.
ESTÁS LEYENDO
Conmigo
RandomGrité lo más que pude, me removí, luche, pero no vencí. -Shhhh tranquila, estas a salvo...conmigo. Primera parte. TERMINADA