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-Hola cuñadito.

Al hablar el hermano de mi princesa me observa. Casi quiero reírme por la estúpida mirada de odio que me da.

Él no es nada comparado con mi Aisa.

-Eres un enfermo.- dice con puro odio es su voz. Me molesta que diga eso. ¿Amar es ser enfermo?

-No me interesa lo que digas.- y era verdad.- A mi tampoco me contenta verte solo vengo aquí para aclarar unas cosas.

-¿Donde está Aisa?

-No te interesa.- me está sacando de quicio.

-¡Es mi hermana!- trata de levantarse pero no puede. Mis hombres le dieron una buena paliza.-¡Es una niña! ¡Apenas tiene diecinueve años!

Una sonrisa en mi cara se forma al oir eso.

-Para el amor no hay edad.

-Hijo de...

-Tranquilizate.- digo acercándome a él.- no permitiré esta clase de ofensa en nuestra casa.-hablo muy seguro.

Él será el hermano de Aisa pero no permitiré que me hable así. Tiene que aprender a respetar.

Se queda callado, haciéndome sentir mas tranquilo. Tomo la silla y me siento frente a él.

-Aisa esta muy feliz conmigo...- iba a continuar pero me interrumpe con su risa.

Se está burlando de mí.

Con la rabia corriendo en mis venas me levanto de la silla y pongo mi mano en una de sus heridas. Sacándole sangre.

-Deja de creer que todo esto es un juego, por que no lo es.- su cara se puso pálida. Yo seguia apretando su herida, mi mano empezaba a llenarse de sangre.- Si por mi fuera ya estuviera tres metros bajo tierra, pero si lo hiciera Aisa me odiaria. Y no queremos que ella sufra,¿Verdad?

No habló pero para mi esa fue la respuesta. Con una mueca de asco mire mi mano manchada. Saqué un pañuelo para limpiarme.

-Ella nunca va amarte.- dijo con dificultad en su voz.

Este no aprende.

-Si lo hara.- digo mirándolo.- y tu ni nadie me lo impedirá.

Decidí que la conversación sería en otra ocasión. Primero tenía que calmarme, porque si no lo hacía...

-Llamaré a Alexis para que limpie la herida- hablo caminando hacia la puerta.- deberías agradecerme que me contuve. Ibas a terminar como tu madre.














Soy tan idiota.

Debí haberme cambiado la camisa al ver a Aisa. No pensé que se daría cuenta, pero mi princesa es muy inteligente.

Tuve que darle un tranquilizante. Y ahora estaba dormida en mi habitación.

Parecía un angel en la oscuridad.

No sabía cómo este amor se había desarrollado en mi. El solo mirarla me hacia sentir en paz, aunque la mayoría de nuestras conversaciones terminaban en peleas. Pero no me importaba.

Quería que me correspondiera, ansiaba que se diera cuenta que he salvado su vida, que la he hecho mejor.

Yo la he liberado del sufrimiento, pero ella no lo ve así. Por mas que intento que lo haga.

Dormida se veía como siempre quería verla, tranquila. Siempre que la observaba parecía estarlo, pero cuando entraba en su espacio se tensaba.

Siempre se tensa.

Sueño por verla tranquila a mi alrededor. Soy muy insistente y lo voy a lograr.

Lo voy a lograr.

La veo moverse y eso me dice que pronto despertará. Me preparo para que grité y me diga muchas cosas.

Pero no lo hace.

Me abraza.

Me está abrazando.

Al principio no se cómo reaccionar. Mis brazos solo están colgando mientras los de ella están en mi cuello.

Se siente tambien que me de un abrazo.

Casi me sale una sonrisa, pero es interrumpida cuando la escucho llorar.

Mis brazos en ese mismo instante parecen reaccionar y la abrazo a mi con todas mis fuerzas. Demostrandole todo mi cariño, toda mi fascinación.

Ella llora y llora y no se que decirle. Tengo miedo de hablarle por que siento que si lo hago ella se dará cuenta quien es a a quien está abrazando. Pero no para de llorar y mi pecho duele al escucharla.

-¿Qué sucede, princesa?.- susurro en su cabello.

-Tuve una pesadilla horrible...

Estaba confundido por su actitud. Ella jamás me abrazaria, no por ella misma.

Por un momento no quise pensar en que tal vez me estaba engañando, no quise pensar y llevar mi mente a lugares que no quería ir. Solo quería tenerla así un rato más.

-¿De qué era princesa?- pregunté ignorando la voz que me decía que todo era una actuación de su parte.

-Soñé que le hacias daño a Max.- dijo deshaciendo el abrazo, casi protesto, no quiero que deje de abrazarme.- Pero tu no le hiciste daño, ¿verdad? El sigue en esa habitación recuperándose, ¿verdad?

Ella piensa que lo de mi manga era una pesadilla.

Esa pastilla debió ser muy fuerte.

Levanté mi mano y la llevé a su rostro que se veía desesperado. Lo acaricie y acomode su cabello.

Era tan hermosa.

-No lo hice, princesa.- hable con voz dulce para hacerla sentir mas tranquila.- Sé que él es muy importante para ti, nunca lo lastimaria...



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Holaaaaa.

Doble capítulo hoy 🎉🎉

¿Qué piensan ahora de Michael?

Aclaraciones:
1- Michael y Aisa se llevan 10 años. Eso quiere decir que Aisa tiene 19 (esa es la edad que cumple en el cap cuando Michael trae a su hermano) y Michael tiene 29.
2- El nombre de Michael se dice "Mikael" solo que para mi se ve mas bonito escrito de la otra forma😁.

Espero que les haya gustado

Gracias por leer

Instagram: isa_morgenstern145

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